La NASA se ha llevado un pequeño susto con otra de sus naves, la sonda TESS que trabaja buscando exoplanetas. Después de recuperar la semana pasada el control de la nave CAPSTONE que se descontroló en septiembre y comprobar que el cohete de Artemis I no ha sufrido daños graves por el huracán Ian, los técnicos de la NASA se han visto obligados a poner en modo seguro a TESS.
[Ayuda a la NASA a encontrar mundos alienígenas con esta web]
Esta nave, lanzada en 2018, sirve de gran ayuda en la búsqueda de exoplanetas y estudiar si sus cualidades son similares a la Tierra. Sin embargo, lleva desde el 10 de octubre en modo seguro sin enviar datos científicos después de que su ordenador se reiniciará de forma brusca.
La NASA ha emitido un comunicado informando que el estado de la sonda no es muy preocupante, pero tardarán varios días en recuperar su funcionamiento habitual. Creen que pueden recuperar todos los datos que se han quedado sin enviar por el fallo, información importante sobre otros mundos a cientos de años luz.
En modo seguro
Según la NASA, la nave parece estar estable a diferencia de CAPSTONE que estaba dando vueltas sobre sí misma el mes pasado. Las observaciones científicas de TESS también son fiables, pero el equipo está trabajando para que la sonda vuelva a funcionar con completa normalidad, un procedimiento que puede durar varios días.
El comunicado describe el problema como un reinicio inesperado. Es habitual y molesto que los ordenadores en la Tierra den algún susto que otro cuando deciden reiniciarse o actualizarse en el peor momento posible, pero esto no ocurre por las bravas en un sistema espacial que requiere un control total a kilómetros de distancia.
Cuando el equipo a cargo de esta nave se dio cuenta de ese reinicio brusco, activó el modo seguro. Con este sistema se han podido recuperar otras naves. Mientras sigue recibiendo energía, sus sensores y demás maquinaría se encuentra parada de forma temporal hasta que es factible que todo se ponga a otra vez a funcionar.
Mientras esto ocurre, hay parte de la información que recopila TESS que no se ha podido mandar a la Tierra. Datos recogidos de su observación en el espacio que los técnicos temían que se hubiera perdido, pero informan que estos datos "parecen estar almacenados de forma segura en el satélite".
Último descubrimiento
Desde el inicio de su viaje, TESS ha ayudado a localizar más de 2.200 exoplanetas que orbitan estrellas brillantes cercanas. El último de esos exoplanetas que ha despetado el interés de los investigadores es un planeta cubierto de agua.
La Universidad de Montreal y el Instituto de Investigación de Exoplanetas (IREx) son los responsables de descubrir esa importante información entre los datos enviados por TESS. El planeta está a unos 100 años luz de la Tierra y es aproximadamente un 70% más grande que el planeta Tierra.
TOI-1452 b, como se llama el planeta, está prácticamente cubierto de agua. Aún no se sabe mucho más sobre él, pero se espera que James Webb ayude a TESS a conocer más de ese planeta y su entorno.
También te puede interesar...
- El telescopio James Webb hace historia: su primera imagen es "un viaje al inicio del universo"
- El telescopio James Webb también suena: la música cósmica de la fotografía más profunda del universo
- Cinco claves para entender el James Webb: el prodigio de la ingeniería que revela los misterios del cosmos