Una de las claves en esta fase de la invasión de Ucrania, con Rusia ralentizando el avance ucraniano con sus bombardeos mientras evacúa Jersón, es la capacidad de defensa antiaérea del país de Volodímir Zelenski. El presidente ucraniano ha reiterado en varias ocasiones la necesidad de recibir baterías modernas que les permitan defenderse de los ataques rusos, y tras los últimos acontecimientos, España parece decidida a cumplir con sus compromisos como miembro de la OTAN y la Unión Europea.
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Así, además de adiestrar a militares ucranianos en Zaragoza para el uso de los misiles Aspide y el sistema Spada 2000, ayer se supo que nuestro país se había comprometido a enviar otra plataforma antiaérea. "Celebro el anuncio hoy de España de que proporcionará cuatro lanzaderas Hawk para reforzar la defensa aérea de Ucrania", indicó Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, en una rueda de prensa tras la reunión de los ministros aliados de Defensa que ha tenido lugar esta semana en Bruselas.
En la misma reunión en la que se supo que, de momento, España no participará en el escudo para blindar el cielo de Europa propuesto por Alemania, la Ministra de Defensa, Margarita Robles, selló el acuerdo para la cesión de unos sistemas que llevan más de medio siglo al servicio del Ejército de Tierra. Oleksii Reznikov, su homólogo ucraniano, también dio cuenta del envío en Twitter: "Agradezco a mi colega Margarita Robles la decisión de enviar 4 sistemas de defensa aérea HAWK a Ucrania [...]. Hoy la defensa aérea es una prioridad no sólo para Ucrania, sino para toda Europa".
Medio siglo a sus espaldas
Los misiles de tierra-aire Hawk de medio alcance se llaman así por las iniciales de Homing All the Way Killer, que se podría traducir como "interceptor guiado a lo largo de su vuelo", debido al seguimiento que realiza de las aeronaves enemigas marcadas como objetivo. Desarrollado en la década de los 50 del pasado siglo por el fabricante estadounidense Raytheon, el MIM-23 HAWK original fue diseñado para complementar el MIM-14 Nike Hercules. Se buscaba una mayor movilidad, así que se optó por sacrificar el tamaño y el alcance de los misiles por un menor peso y facilidad de transporte.
Este sistema antiaéreo, encargado de la detección, identificación, seguimiento y destrucción de objetivos aéreos a media y baja altura, entró en servicio por primera vez en 1960 y desde entonces ha sido adoptado por muchos países, entre ellos España, hasta convertirse en uno de los sistemas más comunes en su clase.
Tras diversas modificaciones, EEUU lo sustituyó definitivamente a mediados de los 90 por los misiles Patriot, pero gracias a sus actualizaciones sigue siendo una alternativa viable para la defensa antiaérea. Aún así, muchos países lo han descartado al tratarse de un equipo en vías de quedar obsoleto, y han puesto en servicio nuevos sistemas antiaéreos con mayor rendimiento.
En concreto, España dispone de 36 lanzadores Hawk, que conforman seis baterías antiaéreas completas. 24 de ellos fueron recibidos en 1965 y los 12 restantes provienen de una compra de armamento de segunda mano del Ejército de Estados Unidos que se realizó en los años 90. Desde 1984, los Hawk están integrados en el Sistema Automático de Defensa Aérea del Ejército del Aire y forman parte del Regimiento de Artillería Antiaérea 74, distribuidos entre la base de El Copero (Sevilla) y la de Cortijo de Buenavista (Cádiz).
Un veterano actualizado
Buena parte de los Hawk españoles han pasado recientemente por un proceso de reacondicionamiento, con la idea de extender su vida operativa por lo menos hasta 2030, según informa Infodefensa. Esta actualización está relacionada con la digitalización de los componentes electrónicos de los radares y lanzadores, para aumentar su precisión y fiabilidad y disminuir el número de averías.
El tiempo de despliegue de la batería completa está en torno a las tres horas y puede operar de manera aislada o integrarse en un sistema de defensa aéreo más amplio. Los lanzadores tienen capacidad para tres misiles cada uno y cuentan con un rango máximo de alcance de 40 km, 18 km de 'techo' y una velocidad de crucero de 2,5 Mach gracias a su motor de combustible sólido. Una de sus características más destacadas es su gran versatilidad, gracias a sus sensores de alta y baja cota.
Los Hawk, que pesan unos 630 kilos, son misiles semiactivos, es decir, que necesitan datos de un radar iluminador. Este se encarga de proporcionar en tiempo real la información de vuelo, así como la distancia, la altitud, la orientación y la dirección de las aeronaves o misiles enemigos, tanto a la unidad de control como a los lanzadores y al misil. Por su parte, el radar de adquisición tiene un alcance de hasta 120 km de distancia y 80 km en altura.
El próximo envío a Ucrania de los cuatro lanzadores Hawk por parte de España se suma así a del sistema Spada 2000 y los misiles Aspide y a los 600 obuses M107 de 155 milímetros que han sido cruciales en la reciente contraofensiva ucraniana. No parece ser el mismo destino de los 40 blindados Leopard A4 que llevan una década en un almacén de Zaragoza, ya que su estado es inoperativo.
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