Hay días en los que España se parece a Estados Unidos, y no precisamente para bien. Ayer no fue un día normal en Argamasilla de la Calatrava, un pueblo de Ciudad Real de apenas 6.000 habitantes que hoy se ha despertado de luto. Tras una discusión en el campo con su padre Alfonso L. G. se atrincheró en el exterior de su chalet y mató a tiros a José Luis, un agricultor de la zona, y al policía municipal Alejandro Congosto que intentó socorrerlo, además de herir a otras tres personas antes de ser abatido por la Guardia Civil.
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El teniente coronel Juan Antonio Valle, jefe de la Comandancia de Ciudad Real de la Guardia Civil, desplazado a la zona para liderar el dispositivo con agentes de élite para hacer frente al tirador, reconoció que este "no daba opción" a que se acercase un negociador, "porque disparaba a cualquiera que estuviera a su alcance". Y ese alcance, según han confirmado fuentes policiales, era de 500 metros, gracias a un rifle de la marca Remington con mira telescópica y balas del calibre 30-60.
El padre del autor de los disparos, también herido por contusiones tras pelearse con su hijo, tenía licencia para portar ese arma además de una escopeta, implicadas decisivamente en una tragedia que no es exclusiva de este tipo de sucesos y reabre el debate sobre la tenencia de armas en España. Según desveló el Gobierno el pasado abril, los accidentes asociados a la actividad cinegética en nuestro país han causado desde 2007 hasta marzo de este año 125 fallecidos y 729 heridos, sin contar con los datos de Cataluña y País Vasco ni acontecimientos como el de ayer.
El rifle más clásico
Fundada en 1816 en Nueva York como E. Remington & Sons (actualmente propiedad del fondo de inversión Cerberus Capital Management), la fabricante del rifle utilizado por Alfonso L.G. es la empresa productora de armamento más antigua de EEUU, y la más grande en el mercado estadounidense de escopetas, fusiles y carabinas.
Uno de sus productos estrella es el fusil de francotirador Remington 700 fabricado por primera vez en 1962. Se trata de un arma de cerrojo cerrado, con capacidad para funcionar con cañones de calibres diferentes, de gran alcance y muy versátil. Esas características, además de su ligereza, llevaron al éxito inmediato de un modelo con hasta 45 variantes, utilizadas tanto por civiles para caza mayor como por fuerzas de seguridad policiales y militares.
Los rifles Remington diseñados para caza mayor, sobre todo para abatir piezas como jabalíes y ciervos, vienen equipados con un cargador interno fijo, con capacidad para entre tres y cinco cartuchos, dependiendo de cada modelo, pero todos comparten el método de descarga rápida del cartucho a través de una trampilla.
Otra de sus características comunes es su ligereza, en torno a los 3 kilos, lo que los hace muy atractivos para los cazadores, con una relación precisión/peso casi imbatible. Dependiendo del calibre y del modelo, los precios en las armerías oscilan entre los 600 y los 3.500 euros, aunque algunos se pueden encontrar en webs y apps de segunda mano por menos de 400 euros.
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Según describe la propia web de Remington, el modelo 700 BDL es "el favorito de los cazadores desde hace 40 años. Las características incluyen un cargador con bisagras, pernos para la eslinga, mira frontal de rampa con capucha y mira trasera ajustable", a la que se podría añadir la mira telescópica como la que tenía el arma implicada en el tiroteo de Argamasilla de Calatrava. Su alcance está en torno a los 500 metros de distancia.
El calibre más vendido
El calibre 30-06 Springfield, diseñado originalmente para cañones con 7,62 milímetros de diámetro, es probablemente el más popular y vendido del mundo. Puede hacer blanco a distancias de hasta 1 kilómetro y para conocer su origen hay que remontarse a hace 116 años.
Se trata de un cartucho potente muy utilizado en todo tipo de fusiles de caza y tiro deportivo, con características que lo convierten en una alternativa muy versátil. Según cuenta el experto en armas Roque Armada, en la web Tirador, durante sus primeros 50 años se utilizó "en decenas de miles de safaris africanos habiendo cobrado toda la fauna, incluidos búfalos, leones y elefantes". En EEUU contribuyó "a la casi desaparición de la fauna de ese país", hasta que empezaron a ponerse en marcha las primeras medidas proteccionistas a mediados de los años 30 del siglo pasado.
Actualmente se fabrican cientos de variantes para este calibre, con pesos que van desde los 7,1 gramos (109,6 granos) hasta los 14,3 gramos (220,7 granos), dependiendo del tipo de presa, la potencia y la velocidad deseadas por el cazador. En España se utiliza habitualmente tanto en monterías como en rececho o a la espera.