En febrero, el Observatorio Palomar del Instituto de Tecnología de California pudo captar un destello de luz impresionante en el firmamento. El evento atrajo la atención de los científicos, ya que un brillo así solo podría venir de una fuente increíblemente brillante. Ahora, el misterio se ha resuelto en España: una estrella que se desvió y acabó demasiado cerca de un agujero negro supermasivo.
Según adelantan artículos de Nature, Nature Astronomy y a su vez la CNN, este evento conocido como AT 2022cmc fue fruto de un agujero negro supermasivo tragándose una estrella. El destello en esencia provino de la energía liberada al tragarse el agujero negro dicha estrella. Un evento calificado por los investigadores de los artículos de Nature Astronomy como "extraordinario".
El evento que provocó que la estrella acabara completamente engullida por el agujero negro se conoce como evento de disrupción de marea, y se considera que este es el más lejano jamás visto en la historia. Los astrónomos responsables de estos estudios aseguran además que este evento es el más brillante descubierto nunca, mucho más que los anteriores ya registrados.
Un destello brutal
La idea de que el evento se pudiera captar en la Tierra es absolutamente increíble, y no es para menos. Este evento cósmico ocurrió a unos 8.500 millones de años luz de la Tierra. De nuevo fue captada por la Instalación Transitoria Zwicky en el Observatorio Palomar del Instituto de Tecnología de California el pasado 11 de febrero. Para analizar la señal usaron un telescopio de rayos X, el Explorador de Composición Interior de estrellas de neutrones o NICER.
La teoría principal reza que en el momento en el que el agujero negro se 'tragó' a la estrella, este liberó una enorme cantidad de energía, lanzando a su vez chorros de material resultante al espacio a velocidades impresionantes, cercanas a la velocidad de la luz. Los astrónomos creen que si se pudo ver de forma tan brillante fue porque dicho chorro apuntaba directamente a nuestro planeta.
La estrella desafortunada en cuestión se desvió hacia el agujero negro supermasivo. Estos agujeros disponen de una atracción gravitatoria increíble; una vez la estrella empezó a ser engullida, el agujero básicamente hizo pedazos a la estrella. Luego sus restos fueron arrastrados hacia el disco giratorio que orbita en el llamado punto de no retorno de los agujeros negros.
Dheeraj Pasham, autor principal del estudio de Nature Astronomy y científico investigador en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, dentro del Instituto Kavli para la Astrofísica e Investigación Espacial, ha calificado este evento de extraordinario. Este resplandor "era 100 veces más potente que el resplandor posterior de estallido de rayos más potente".
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Y es que estos chorros de rayos X se producen cuando las estrellas masivas colapsan. En este caso, se liberaron cantidades extremas de rayos X por la estrella siendo destruida, ya que sus escombros quedaron girando en un remolino alrededor del agujero negro, cayendo en él. Lo más llamativo es que este evento ya es extraño de por sí.
Si fuimos capaces de captar el evento, fue porque el chorro estaba apuntando directamente hacia la Tierra, ya que recordemos que alcanzan velocidades cercanas a la de la luz. Eso ha hecho que el brillo resultante que nos llega sea mucho mayor, lo que propició su observación
Estos eventos, además de fascinantes, pueden ser realmente útiles. Y es que captar más eventos de disrupción de marea similares a estos puede aportar información sobre cómo los agujeros negros lanzan estos chorros al espacio, la velocidad a la que giran o su crecimiento. En definitiva, dar más pistas sobre su funcionamiento.
Según Igor Andreoni, asociado postdoctoral del departamento de astronomía de la Universidad de Maryland y coautor principal del estudio en Nature, estos eventos pueden servir "como modelo para saber qué buscar y encontrar más eventos disruptivos de agujeros negros distantes".