Tras la aprobación del envío de tanques y la negativa de hacer lo propio con aeronaves de combate, Estados Unidos acaba de anunciar un nuevo paquete de ayuda a Ucrania con material militar valorado en más de 2.000 millones de dólares. Entre el equipamiento que llegará a las tropas de Zelenski se encuentra la bomba guiada GLSDB, el armamento con mayor alcance de los enviados hasta ahora.
Este modelo de bomba es más ligera, barata y precisa que la mayoría de las que ha estado empleando Ucrania hasta la fecha. La compatibilidad con los sistemas de lanzamiento HIMARS y MLRS que se han alzado como una de las pesadillas de Putin en el campo de batalla resulta también clave al facilitar la operación por parte del ejército ucraniano.
La idea sobre el envío de armamento GLSDB lleva en los despachos estadounidenses desde noviembre. En ese momento, según Reuters, Boeing —fabricante del GLSDB junto a Saab— planteó a Biden la posibilidad de proveer a Ucrania de este material. Algo que no terminaba de cuadrar en la estrategia del Departamento de Defensa ante el miedo de que Kiev lo usara para atacar suelo ruso.
La primera parte de las ayudas, dotada con 1.725 millones de dólares, irá íntegramente destinada a la compra de armamento a la industria de defensa. Mientras que la segunda, de unos 400 millones, se destinará a la cesión de material del inventario de las fuerzas armadas estadounidenses.
Además de lo enumerado anteriormente podrían incluirse más componentes para las defensas aéreas HAWK, sistemas contra drones, radares de antiartillería y vigilancia aérea, sistemas de comunicaciones, drones PUMA y repuestos para sistemas importantes como el Bradley.
Bombas guiadas
El origen de la GLSDB (Bomba de Pequeño Diámetro Lanzada desde Tierra, por sus siglas en inglés) es la bomba GBU-39 que desarrolló Boeing a principios de los años 2000. Pronto se convirtió en todo un estándar de la munición planeadora lanzada desde aeronaves con exportaciones a países como Italia, Israel o Países Bajos.
Años más tarde y dado el éxito de la GBU-39, la propia Boeing se alió con la sueca Saab para el desarrollo de una versión que fuera capaz de lanzarse desde tierra firme. Lo consiguieron aprovechando los cohetes M26 que Estados Unidos había empezado a retirar de su lanzador MLRS y los incorporaron a la bomba como propulsor principal para el despegue.
De esta forma, la GLSDB emplea el motor de cohete en los primeros instantes del lanzamiento para luego desplegar unas alas que le confieren la capacidad de planeo y guiado. Para este último propósito emplea geoposicionamiento mediante GPS y también un sistema inercial independiente que le permite la navegación incluso en zonas complejas desde el punto de vista radioeléctrico.
Otro de sus puntos fuertes es el buscador láser semiactivo que se emplea para rastrear y fijar el objetivo a batir, tanto en tierra firme como en el mar. Según las pruebas realizadas por Boeing y Saab, consigue un rango efectivo de 150 kilómetros e incluso puede alcanzar a un objetivo a 70 kilómetros detrás del vehículo de lanzamiento.
Hasta ahora, la munición de este tipo con mayor rango operativo en Ucrania eran los misiles HIMARS que alcanzan los 80 kilómetros. Con la incorporación de los GLSDB esta distancia prácticamente se dobla, abriendo un abanico de posibilidades de ataque a tierra hasta ahora imposible de alcanzar por Kiev. Por ejemplo, estarán en su radio de acción todas las líneas de suministro rusas, los depósitos de armas y las bases aéreas de las regiones del Donbás, Zaporitia y Jersón, así como el norte de Crimea.
Cuenta además con una ojiva explosiva y de fragmentación penetrante multipropósito y una espoleta electrónica programable. Todo ello permite obtener una precisión del orden de un metro con capacidad para operar las 24 horas del día y con cualquier condición meteorológica.
No es problema para Rusia
El anuncio del nuevo lote no tardó en tener una respuesta por parte del Kremlin. Dimitri Peskov, declaró a la agencia gubernamental RIA que era importante no olvidar lo que dijo el jueves el presidente Putin. "Tenemos los medios para responder, y no terminará con el uso de vehículos blindados, todos deben entender eso".
En la misma línea habló el coronel ruso retirado Andrey Marochko, que explicó a TASS cómo "la velocidad de vuelo de GLSDB es mucho más baja que, digamos, la de los cohetes HIMARS tipo M31 que Ucrania está recibiendo ahora". Añade también que "por lo tanto, nuestros sistemas de defensa aérea tendrán más tiempo para apuntar y atacarlos".
Marochko también pone en duda el rango operativo de la bomba de Boeing y Saab. "Algunas fuentes dicen que estos cohetes pueden volar a una distancia de hasta 150 kilómetros, pero no hay verificación oficial. Muchos dicen que el alcance es de 130 kilómetros". Algo que contrasta con la información aportada por los propios fabricantes.