Lejos de detener sus desarrollos militares por la guerra en Ucrania, Rusia se encuentra ultimando los ensayos de una de sus grandes apuestas: el misil hipersónico Zircón. Este tipo de arma, no presente en España, se encuentra actualmente activa en algunas de las fragatas al servicio de Putin, pero queda su integración en los submarinos y en los lanzadores de superficie para completar un despliegue total.
"Rusia ha comenzado a probar el misil hipersónico marítimo Zircón en submarinos", según indica el reporte anual del Servicio de Inteligencia de Noruega. También recoge que el sistema está llegando a su fase final de desarrollo y ensayos a bordo del sumergible Severodvinski perteneciente a la clase Yasen y en activo desde 2013.
Rusia realizó un densísimo programa de ensayos con el Zircón en 2021 con el fin de certificar su operación a bordo de buques de superficie. Y había dejado el apartado submarino para una segunda fase que se ha ido realizando —de manera secreta— a lo largo de 2022. Un escenario similar ocurre con la versión de lanzamiento desde tierra firme, del que no se conocen más detalles.
El Tsirkon, también conocido como Zircón, se presentó al público en 2018 de la mano del propio Putin, junto a otros misiles hipersónicos como el Avangard. Se cree que lleva desarrollándose desde principios de los años 2000, aunque algunos reportes indican que comenzó en los años 90, y no fue hasta finales de 2021 cuando comenzó su producción en serie.
Es capaz de volar a 11.000 kilómetros por hora (9 veces la velocidad del sonido) y alcanzar a sus objetivos a más de 1.000 kilómetros de distancia. En la presentación, Putin comentó la posibilidad de integrar el misil en los barcos compatibles con el misil de crucero Calibre y también la capacidad futura de lanzarse desde submarinos y desde tierra firme. En estos últimos dos aspectos es en los que han estado trabajando a lo largo del 2022.
La propulsión del Zircón corre a cargo de un motor scramjet (estratorreactor supersónico de combustión) adaptado para la franja hipersónica, que comienza a partir de 5 veces la velocidad del sonido, y alimentado por combustible líquido. Este sistema le permite alcanzar una altitud de 28.000 metros y equipar una ojiva de entre 300 y 400 kilogramos.
Una de las grandes preocupaciones de la OTAN es que este misil es compatible con ojivas nucleares, según algunos reportes podría llevar incluso una de 200 kilotones. En el mismo informe de inteligencia noruego, apuntan a que Rusia ha desplegado sus embarcaciones con armamento nuclear táctico a bordo. La primera vez 30 años y con clara amenaza a occidente por su ayuda a Ucrania en la guerra.