El impactante vídeo de la NASA que revela el descomunal tamaño de los mayores agujeros negros
Este vídeo de la agencia espacial muestra en escala lo titánicos que son estos fenómenos, revelando lo pequeña que es la Tierra en comparación.
3 mayo, 2023 12:35Que ciertos cuerpos en el universo son titánicos es algo ya sabido en el colectivo popular. A cualquier persona que le preguntes en España sobre cuán grandes son por ejemplo los agujeros negros supermasivos sabrá decirte que son inmensos. No obstante, una nueva animación de la NASA destaca lo abismales que son estos fenómenos, hasta el punto de dejarte sin aliento al revelar su escala.
Hablamos de formaciones ubicadas en el centro de las grandes galaxias de nuestro universo. Sin ir más lejos, nuestra propia Vía Láctea tiene en su centro un agujero negro supermasivo llamado Sagitario A*. En 2019 pudimos saber el aspecto de dichos fenómenos de la mano de la fotografía del Consorcio Internacional del Telescopio del Horizonte de Sucesos, que captó el agujero negro supermasivo de la galaxia M87.
La animación, de poco más de un minuto, muestra en un movimiento de cámara simple el gigantesco tamaño de estos agujeros en comparación a otros cuerpos, como nuestro Sol. En ella podemos presenciar, por ejemplo, lo enanos que son estos cuerpos al lado de los agujeros negros supermasivos más grandes conocidos hasta la fecha.
Una animación impactante
La animación recoge 10 agujeros negros supermasivos que ocupan el centro de galaxias como la Vía Láctea o M87, escalados según la NASA por el tamaño de sus sombras. Se comienza en el Sol, y se retrocede para comparar agujeros negros con estructuras de todo tipo ubicadas en el sistema solar de la Vía Láctea.
El primer ejemplo lo vemos con 1601+3113, una galaxia enana que tiene un agujero negro con una masa equivalente a 100.000 de nuestros soles. De hecho, la NASA advierte que en este caso, la materia está tan extremadamente comprimida que incluso la sombra del agujero negro es más pequeña que nuestro Sol. Una galaxia enana es, como su nombre indica, una galaxia con una cantidad de estrellas sustancialmente inferior a la de una galaxia estándar.
De 1601+3113 pasamos al agujero supermasivo de la galaxia Circinus o ESO 97-G13, la única ubicada en la constelación del Compás y situada a unos 13 millones de años luz de la Tierra. De ahí, vemos dos agujeros más: los de la galaxia M32 (o también conocida por Objeto Messier 32 dentro de la constelación de Andrómeda) y Sagitario A*, que es básicamente el agujero supermasivo de la Vía Láctea.
Este último agujero supermasivo tiene el peso equivalente de 4,3 millones de soles, y su diámetro de sombra abarca la mitad de la órbita de Mercurio en nuestro sistema solar. Los dos siguientes agujeros negros son muy curiosos, ya que pertenecen a la misma galaxia, NGC 7727.
El primero, más pequeño, está situado fuera del cinturón de asteroides de nuestro sistema solar y el segundo, más grande, fuera del Cinturón de Kuiper y la órbita de Neptuno. La NASA cree que estos agujeros, ubicados a unos 1.600 años luz de distancia, podrían fusionarse en los próximos 250 millones de años.
La escala se vuelve extrema, ya que vemos el agujero supermasivo de la Galaxia de Andrómeda y en un tamaño muchísimo mayor, presenciamos el agujero de Cygnus A. Un agujero supermasivo en el núcleo de la galaxia que se conjunta con un descubrimiento en 2017 que avisaba de un segundo agujero negro supermasivo también establecido en Cygnus A, resultado posiblemente de la convergencia de dos galaxias que en el pasado reciente se habrían fundido.
En los puestos más altos de la escala está M87, la galaxia de la que sacamos la primera fotografía real de un agujero negro supermasivo. Una galaxia elíptica que se considera la mayor y más luminosa galaxia de la zona norte del Cúmulo de Virgo. En definitiva, es la galaxia elíptica más brillante cercana a la Tierra. No obstante, ese agujero negro palidece ante el de TON 618, que es increíblemente más grande que el de M87.
Estamos ante un cuásar hiperluminoso que se localiza en el polo norte galáctico de la constelación Canes Venatici. Por ahora, se considera que este contiene, actualmente, el agujero supermasivo más grande descubierto por el ser humano, que tendría una masa estimada de 66.000 millones de veces la del Sol. Tiene una sombra tan grande que un rayo de luz tardaría varias semanas en atravesarla. Es así donde nos damos cuenta de lo ridículos que somos en la escala galáctica.