Así es 'Nuke Sniffer': el avión que sobrevuela Europa rastreando dónde hay radiactividad
El Constant Phoenix es uno de las aeronaves más avanzadas de Estados Unidos debido a su capacidad de análisis atmosférico en tiempo real.
31 mayo, 2023 03:17El temor a un ataque nuclear de Moscú sigue sobrevolando el día a día de los ucranianos. Los servicios de inteligencia de los países de la OTAN, entre los que se encuentra España, han anunciado en varias ocasiones la posibilidad de que Putin lance algún tipo de arma radiactiva al mismo tiempo que la tensión continúa aumentando debido a la anunciada contraofensiva de Kiev.
Estos ingredientes han propiciado que Estados Unidos desplace a Europa uno de sus aviones más especiales: el WC-135 Constant Phoenix. Esta aeronave es la encargada de detectar trazas radiactivas en la atmósfera. Granjeándole varios apodos como "el rastreador" o el "olfateador nuclear".
"El Constant Phoenix sería vital no sólo para confirmar la atribución, porque sabemos que Putin intentaría negar su participación [en un ataque nuclear]. También sería capaz de predecir exactamente dónde está el peligro de radiación y dónde podría caer", ha declarado el coronel retirado Hamish de Bretton-Gordon, experto en armas químicas, a Daily Express.
La aeronave, que ha estado labores de patrulla para detectar radiación en los cielos europeos, ha tenido como centro de operaciones el aeródromo de Mildenhall, perteneciente a la Royal Air Force británica. El avión junto a su tripulación ya se encuentran en su base principal en Estados Unidos, pero, según el mismo medio, será reemplazado por otro de su misma especie próximamente.
Un 'sabueso' radiactivo
El WC-135 es un avión de análisis atmosférico que se dedica a la recolección de partículas, gases y desechos radiactivos en tiempo real. Las primeras unidades que entraron en servicio se basaban en la plataforma de aeronaves de transporte Boeing C-135 y la particularidad más importante se encuentra en toda una serie de sensores colocados en el interior y exterior capaces de detectar trazas radiológicas.
La primera unidad del Constant Phoenix entró en servicio en 1965 en plena Guerra Fría y fue diseñado para garantizar que las naciones firmantes del tratado de prohibición de pruebas nucleares de 1963 cumplieran lo prometido. Desde entonces y hasta el año 2020, varias unidades han estado activas en el 55 Escuadrón de Reconocimiento Meteorológico primero y en el 45 Escuadrón de Reconocimiento después.
Tras la retirada en 2020, la Fuerza Aérea de Estados Unidos se quedó sin una aeronave de similares características hasta julio del pasado año 2022, cuando recibieron la primera unidad de una nueva hornada de Constant Phoenix. El pasado 11 de mayo el 45 Escuadrón recibió el segundo ejemplar, según recoge Defence Blog, y esperan recibir la tercera y última el próximo otoño.
El avión está equipado con dispositivos de entrada de aire del exterior para su análisis en tiempo real mediante los equipos a bordo y realizados por personal científico de la Fuerza Aérea. También dispone de un sistema de compresor de aire para la toma de muestras recolectadas con el fin de llevarlas a tierra firme.
El equipamiento específico que lleva en su interior permanece en secreto desde que se planteó el programa de desarrollo a principios de los años 60. Así como el coste de construcción de cada una de las unidades —14 a lo largo de su historia— que han salido de la factoría de Boeing y han pasado después por los talleres de la Fuerza Aérea para las modificaciones oportunas.
Más moderna
Los motores son uno de los principales cambios en esta nueva versión de 2022. Las anteriores aeronaves empleaban unos muy antiguos con tecnologías propias de los reactores de los años 50 y 60 muy poco eficientes para los estándares de hoy.
Cuentan con una longitud de 41,3 metros por una envergadura de 40 metros que se reparten las más de 130 toneladas de peso máximo al despegue. Los 90.000 kilogramos de combustible que puede llevar en sus depósitos le confieren una autonomía que supera los 7.000 kilómetros.
La velocidad máxima del WC-135R es de unos 900 kilómetros por hora con la de crucero alrededor de 852 km/h. En cuanto al techo de vuelo, las especificaciones indican que llega 15.000 metros, mucho más que cualquier aeronave comercial de pasajeros.
La dotación está compuesta por 33 personas, incluida la tripulación al mando, el personal de mantenimiento y los operadores de equipos especiales. Este número se reduce en las salidas con potencial presencia de radiactividad con el fin de reducir la exposición al menor número de personas.