Desde que aparecieron en el mercado, los satélites Starlink han sido objeto de polémica en España y en el resto del mundo. Sin duda alguna la guerra de Ucrania ha contribuido a ello, pero todo esto va más allá del uso bélico de dicha tecnología. Y es que los astrónomos y expertos en observar el cielo están en pie de guerra contra SpaceX debido a los problemas que estos causan en sus observaciones. Los últimos afectados son los radiotelescopios, que se estarían viendo afectados por los satélites.
Así lo detalla una investigación publicada en la revista Astronomy & Astrophysics, en la que se expone cómo las grandes constelaciones de satélites estarían filtrando señales confusas a los radiotelescopios, pudiendo causar problemas en algunas de las observaciones más importantes que estos llevan a cabo día a día.
Científicos usaron el telescopio de matriz de baja frecuencia LOFAR, una red distribuida de sensores multipropósito que se usa principalmente como radiotelescopio, para observar hasta 68 satélites Starlink para medir los tipos de señales de radio que producen, y cómo estas podrían afectar a las observaciones astronómicas del mismo. Los resultados fueron preocupantes.
Los Starlink son un problema
Después de usar LOFAR para observar a estos casi 70 satélites Starlink, descubrieron que el radiotelescopio pudo captar las señales de radio que usaban estos satélites para la comunicación. Más aún; muchos de ellos emitían radiación electromagnética no deseada desde sus componentes electrónicos, pudiendo ser todavía más problemático si cabe.
En palabras de Cees Bassa, coautor del estudio titulado "Unintended electromagnetic radiation from Starlink Satellites detected with LOFAR between 110 and 188 MHz", los investigadores pudieron detectar radiación efectivamente en este rango de entre 110 y 188 MHz en 47 de los 68 satélites observados. "Este rango de frecuencia incluye una banda protegida de entre 150,05 y 153 MHz asignada específicamente a la radioastronomía por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT)".
Por ende y tal y como denuncia el equipo de investigadores, el verdadero problema es que SpaceX está bailando en un vacío legal con esta situación. Y es que no hay normas internacionales que regulen este tipo de radiación, menos con dispositivos ubicados en el espacio. Tanto es así, que piden que con los lanzamientos de sucesivas constelaciones de SpaceX, se planteen regulaciones para evitar estos problemas.
No todo está perdido. Gyula Józsa, coautora del estudio junto a Bassa, cree que el hecho de haber detectado esta situación de forma tan temprana "brinda a la astronomía y a los operadores de grandes constelaciones la oportunidad de trabajar juntos en mitigaciones técnicas de manera proactiva".
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LOFAR no es un telescopio cualquiera; es una red de más de 40 antenas de radio repartidas por Países Bajos, Alemania y otros países europeos. El telescopio es capaz de detectar las longitudes de onda más largas de radiación en el cosmos. El problema es que si las frecuencias de radio que emiten involuntariamente estos satélites coinciden con las que LOFAR detecta, entonces la observación puede dar falsos positivos.
A todo este asunto se le suma otro problema. Los observatorios de radio de gran escala como el SKAO (que actualmente se está construyendo en Australia y Sudáfrica) están siendo levantados en zonas silenciosas, en sitios donde no se permite el uso de telefonía celular, radio o televisión. La idea es que esto maximice las capacidades del telescopio para detectar las señales más débiles del cosmos.
Los satélites de Starlink no entienden de esta cuestión, y pueden viajar libremente sobre estos lugares. Por si fuera poco, los satélites viajan a baja altitud, siendo todavía más fáciles de detectar. Federico Di Vruno, autor principal del estudio y gerente de espectro del SKAO, este estudio "representa el último esfuerzo para comprender mejor el impacto de las constelaciones de satélites en la radioastronomía".
Ya en el pasado, los astrónomos levantaron su puño contra SpaceX, debido a cómo el estudio de la astronomía se vería afectada por las megaconstelaciones de SpaceX y de otras tantas compañías. Para muestra de ello, publicaron varias imágenes que evidenciaban las líneas de las estelas que estos satélites dejaban en ellas, incluso las tomadas en los lugares más remotos.