La misión india Chandrayaan-3 ha completado el alunizaje, tal y como estaba previsto, a las 14.34, hora peninsular de España. Después del fracaso de la misión rusa, cuya sonda se ha estrellado contra la superficie del satélite, este éxito aumenta la esperanza de estudiar una parte aún desconocida de la Luna.
Diferentes investigaciones publicadas sobre esta zona señalan que existe una gran extensión de agua helada con un potencial tecnológico sustentado en dos pilares: la producción de combustible —al extraer hidrógeno y oxígeno por separado— y obtener agua para los astronautas que allí se encuentren. De ahí que países como Rusia, India, China y Estados Unidos se encuentren inmersas en una carrera para ver quién consigue aprovechar primero los recursos de esta zona inexplorada de la Luna.
Los descubrimientos que extraiga la misión india serán clave para cambiar las futuras misiones espaciales e incluso potenciar los viajes a Marte empleando a la Luna como una especie de estación de servicio interplanetaria gracias a una gravedad mucho menor que la presente en la Tierra. Por el momento, ninguna nave espacial ha llegado entera al polo sur lunar, Estados Unidos también ha padecido la frustración de ver estrellarse su sonda LCROSS a 100 km de esa zona en 2009 como parte de una misión para confirmar la presencia de agua.
Como indica su nombre, Chandrayaan-3 es la tercera misión que el país envía a la Luna. La primera consistió en un orbitador que realizó análisis de la superficie entre el 2007, mientras que en 2008, su primera misión con intenciones de aterrizar en la superficie terminó estrellándose contra el mismo satélite debido a una serie de problemas técnicos en la maniobra de alunizaje.
La nave espacial se encontraba hasta ahora en una órbita lunar tras una maniobra efectuada el pasado día 5 de agosto y siguiendo el plan de vuelo estipulado por la Agencia Espacial India (ISRO). A medida que avanza la misión se han empezado a realizar una serie de maniobras con el fin de reducir gradualmente la altura de la órbita y así acercar a la Chandrayaan-3 a la superficie lunar.
La sonda realizará experimentos científicos, además de recabar datos sobre la composición mineral del satélite y la presencia de agua. Tiene una masa de 3.900 kilogramos, en los que se incluyen todo tipo de herramientas y analizadores que deberán trabajar durante los 14 días terrícolas que tiene previsto que dure la misión.