Israel va con todo en la invasión de la Franja de Gaza. Las Fuerzas de Defensa del país han movilizado buena parte de sus efectivos terrestres —liderados por el tanque Merkava— y aéreos con el fin de arrasar la zona en lo que consideran "un ataque de gran fuerza". El otro flanco, el de la autoprotección, está representado por varios escudos antiaéreos que están desplegados por todo el país y la próxima incorporación de un sistema que emplea rayos láser.
El denominado Iron Beam (Rayo de Acero, en español) se encontraba inmerso en un periodo de pruebas que pretendía validar el funcionamiento e integración de todos los sistemas. Ahora, tras el ataque de Hamás el pasado sábado y la preparación de la operación de invasión, están ultimando su puesta en marcha para entrar en servicio cuanto antes.
"En Israel están se están preparando para desplegar por primera vez en el mundo un sistema láser para una prueba operativa que pueda ayudar a interceptar los cohetes lanzados hacia nuestro país", ha asegurado en X Hallel Bitton Rosen, periodista del medio israelí Ahora 14. Lo hace, además, "mucho antes del momento original para el que estaban preparados".
Detrás del desarrollo del Iron Beam se encuentra la compañía de defensa israelí Rafael, la misma de la Cúpula de Hierro que ha estado a trabajando a pleno rendimiento en los últimos días. El sistema que van a desplegar emplea energía concentrada en un rayo láser para derribar drones, misiles y morteros sin disparar una sola unidad de munición.
Cúpula de láser
"El uso de un láser es un punto de inflexión y la tecnología es simple de utilizar y demuestra ser económicamente viable", según explicó el general de brigada Yaniv Rotem, jefe del equipo de investigación y desarrollo del Ministerio de Defensa, a Times of Israel. Estas pruebas llevadas a cabo 2022 en un lugar no desvelado son las primeras en las que se ha demostrado la capacidad de interceptar proyectiles no guiados y misiles guiados antitanque. Munición que tanto daño está haciendo a los carros de combate rusos en Ucrania.
Al igual que su contrapartida de misiles interceptores terrestres, el objetivo del Iron Beam es la de eliminar las amenazas en el corto radio. Según algunos reportes, cuenta con un alcance máximo de 7 kilómetros y constituirá la quinta capa de protección de Israel junto con los sistemas Arrow 2, Arrow 3, Iron Dome y David's Sling.
El Iron Beam emplea un sistema de fibra óptica para generar las pulsaciones láser y consigue la suficiente energía como para destruir una amenaza aérea incidiendo sobre ella unos 4 o 5 segundos. Puede emplearse en solitario o como parte de un escudo antiaéreo completo, permitiéndole obtener información de otros radares.
La principal ventaja de emplear un rayo láser en lugar de energía es que la munición es prácticamente ilimitada y a un coste notablemente menor que si se emplearan misiles interceptores. Según el primer ministro israelí Naftali Bennett, cada disparo supone un coste de solo 3,5 dólares (unos 3 euros). Mucho menos que los 100.000 dólares por interceptación del Iron Dome.
El desarrollo del sistema ha sido una de las grandes apuestas del Ministerio de Defensa de Israel que espera contar con más armas de este tipo en los próximos años. Una batería completa de Iron Beam se compone de un radar de defensa aérea, una unidad de mando y control y un par de sistemas generadores de láser con una potencia de entre 100 y 150 kW.