Tras unas cuantas semanas de bombardeos y cortos periodos de tregua, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) se enfrentan ahora a un escenario diferente. Los primeros compases de la respuesta tras los ataques de Hamás tuvieron como objetivo grandes zonas e infraestructuras que previamente se habían etiquetado como puntos militares en Gaza. Sin embargo, la situación actual requiere de ataques quirúrgicos para los que el ejército de Jerusalén está empleando inteligencia artificial.
Se trata de una plataforma de creación de objetivos basada en esta tecnología tan innovadora, según recoge The Guardian. Bajo el nombre de Habsora —El Evangelio, en español—, la inteligencia artificial de las IDF se ha convertido en una "factoría" de objetivos a atacar.
La guerra entre Israel y Hamás sería un "momento importante si las IDF están utilizando la IA de manera significativa para tomar decisiones sobre objetivos con consecuencias de vida o muerte", tal y como explicaron funcionarios de seguridad de la Casa Blanca familiarizados con el uso de sistemas autónomos, al medio británico.
Si bien las actividades de la división, inaugurada en 2019 dentro de la dirección de inteligencia de las IDF, están clasificadas, las propias Fuerzas de Defensa israelíes publicaron un comunicado en su página web a principios de noviembre dando algunas pinceladas clave. "La fábrica de objetivos de la IDF ha estado funcionando las 24 horas al día. Desde tierra, aire y mar, las fuerzas atacan objetivos terroristas de Hamás en una cooperación constante", indican.
"Hasta ahora [a fecha de 2 de noviembre], se han identificado más de 12.000 objetivos terroristas en la Franja de Gaza". Es aquí donde entra El Evangelio, un sistema que "permite el uso de herramientas automáticas para obtener objetivos a un ritmo rápido y funciona mejorando el material de inteligencia preciso y de alta calidad según los requisitos".
Desde las IDF también se indica que con la "ayuda de la inteligencia artificial y mediante la extracción rápida y automática de inteligencia actualizada, se proporciona una recomendación para el investigador". El siguiente paso del cauce de la información es clave, pues se debe asegurar la existencia de "una coincidencia completa entre la recomendación hecha por la máquina y la identificación realizada por una persona".
100 objetivos al día
El funcionamiento de toda la infraestructura se basa en la capacidad de tratamiento de datos y la efectividad que consigue la inteligencia artificial respecto a una labor humana. "Esto se traduce en objetivos de ataque", según afirmó en una entrevista Aviv Kochavi, quien sirvió como jefe de las IDF hasta el pasado enero, antes del comienzo de la guerra.
Kochavi habló de la situación vivida en la guerra de Israel contra Hamás de 2021, en la que "una vez activada la máquina, generó hasta 100 objetivos al día". Para ponerlo en perspectiva, "en el pasado producíamos 50 objetivos en Gaza al año". Según explicó el militar, la mitad de las ubicaciones señaladas por la inteligencia artificial se atacaron.
Las fuentes de las que se nutre la inteligencia artificial para la identificación de los objetivos se mantienen en secreto. Sin embargo, el medio británico señala que los expertos apunta a varios canales de información tales como imágenes capturadas a través de drones, comunicaciones interceptadas, datos de vigilancia e información extraída de la monitorización de los movimientos y patrones de comportamiento de grupos e individuos.
Por su parte, en una breve declaración de las IDF, un alto funcionario dijo que la "unidad produce ataques precisos contra la infraestructura asociada con Hamás, al mismo tiempo que inflige un gran daño al enemigo y un daño mínimo a los no combatientes". Este último punto es uno de los más importantes y señalados por los medios de Israel; como el diario Yedioth Ahronorth que informó sobre que la unidad encargada de la inteligencia artificial "se asegura, en la medida de lo posible, de que no se produzcan daños a los civiles no implicados".
"Utilizamos un algoritmo para evaluar cuántos civiles quedan", señaló una fuente israelí de alto rango a The Guardian. "Nos da un verde, amarillo o rojo como una señal de tráfico" que analiza la presencia de civiles en la zona del potencial ataque.
El contrapunto lo ponen los expertos en inteligencia artificial y conflictos armados que citan desde el periódico de Reino Unido. Dijeron que se "mostraban escépticos ante las afirmaciones de que los sistemas basado en IA reducían el daño a civiles al fomentar objetivos más precisos". Señalan la poca evidencia empírica que hay en este asunto y que las imágenes muestran que las tropas israelíes han arrasado Gaza.
IA para la guerra
Otro de los campos militares en los que Israel está aplicando la inteligencia artificial es en la selección de objetivos para ataques aéreos. Tal y como recogió Bloomberg el pasado julio, las IDF cuentan con la llamada Fire Factory —Fábrica de Disparo— que se encarga de gestionar las operaciones según el nivel de amenaza que suponga cada blanco detectado.
Según explicaron, basan su funcionamiento en objetivos ya probados y verificados por el personal militar con el fin de calcular el número de cargas de munición necesarias. Y así priorizar y asignar su eliminación tanto a aviones tripulados como a drones. Cada una de las misiones de ataque se ajustan a un cronograma propuesto por la propia IA con el fin de minimizar el gasto logístico y de personal.
"Lo que nos solía tomar horas ahora sólo tarda minutos", explicó el coronel Uri, quien encabeza la unidad de transformación digital del ejército. El sistema deja incluso "unos minutos extra para la revisión humana" y "con la misma cantidad de personal hacemos mucho más".
En 2021, Israel desplegó una serie de todoterrenos de vigilancia robotizados que ayudan a patrullar la frontera de la Franja de Gaza. Y hace unas semanas Israel Aerospace Industrie (IAI) dio a conocer un submarino autónomo dedicado a la recopilación de inteligencia que, según explicaron, ya había completado "miles de horas de operaciones".
Las IDF cuentan con el sistema StarTrack para el control fronterizo a través de cámaras dipuestas a lo largo de toda la línea que separa Israel con Palestina. La integración de la inteligencia artificial pasa por la identificación de forma autónoma de personas y objetos y cuyo algoritmo ha sido entrenado evaluando miles de horas de imágenes. Esta tecnología está desarrollada por el propio ejército del país y en algunos puntos calientes como las fronteras de Ceuta y Melilla en España cuentan con un sistema similar.
A las imágenes tomadas por esas cámaras se unen las captadas por los drones que vuelan casi permanentemente para detectar posibles conflictos, imágenes satelitales, señales electrónicas, comunicaciones en línea y otros datos de uso militar no desvelados. Todo un tsunami de información que la IA gestiona dentro del Centro de Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial bajo las órdenes del Ministerio de Defensa y donde han trabajado algunos de los especialistas más importantes del mundo.