Rocket Lab, la compañía que aspira a hacer sombra a la SpaceX de Elon Musk con el lanzamiento de cohetes recuperables al espacio, ha conseguido lanzar el cohete Electrón esta pasada noche tras el fallo que sufrió el propulsor el pasado mes de septiembre. Lo ha hecho desde la isla norte de Nueva Zelanda, a las 17:05 locales (las 5:05 de la mañana en España peninsular), desde el complejo de la compañía.
Retoma así la misión The Moon God Awakens (El dios de la luna despierta) en la que ha enviado un satélite nipón bautizado como Tsukuyomi (en la mitología japonesa, el Dios de la Luna) para el instituto IQPS dedicado a recoger imágenes de la Tierra desde el espacio.
El lanzamiento del satélite es especialmente importante para la empresa porque, aunque se trata del décimo lanzamiento —frente a 9 en 2022— es el primero que se produce después del incidente del cohete Electrón en septiembre, cuando falló a los dos minutos y medio de comenzar el vuelo y con la carga de un satélite de Capella Space. Esta pérdida supuso el primer fracaso de misión de la compañía en dos años, con lo que todos los ojos estaban puestos de nuevo en este lanzamiento para ver cómo recuperaba la normalidad.
En esta ocasión el lanzamiento de la misión The Moon God Awakens se ha producido todo con total normalidad. Tras el puntual despegue el cohete ha pasado por los hitos normales de lanzamiento con el punto álgido a los 9 minutos, cuando se ha separado la cápsula del propulsor para poner al satélite en su órbita final. En ese momento se han producido sonoros aplausos en la sala de control, que dejaban clara la importancia del momento tras el fracaso de septiembre. Finalmente, el satélite alcanzó la órbita al borde de las 17:55 horas local.
La aspiración de Rocket Lab es trabajar en que sus cohetes sean tan reutilizables como los de SpaceX de Elon Musk, por lo que ha comentado que intentaría recuperar los propulsores del cohete Electrón, tal y como ya hizo el pasado mes de julio en la misión 39 denominada Baby Come Back (vuelve bebé).