La agencia espacial japonesa JAXA evita rendirse en los trabajos de recuperación de su módulo SLIM. Tras aterrizar en la superficie lunar ayer viernes por la tarde, los ingenieros encargados de la operación del lander detectaron que algo no había salido según lo previsto. Si bien todo el proceso se había completado, las señales que llegaban de la superficie lunar indicaban un problema en la generación de energía eléctrica.
La JAXA interrumpió entonces la retransmisión en directo de la misión que proporcionaba datos en tiempo real sobre el estado de SLIM. Más de una hora y media después, el director del centro de investigación de la agencia espacial nipona, Hitoshi Kuninaka, compareció en rueda de prensa para aclarar algunos detalles. "Creemos que el aterrizaje suave en sí fue un éxito, ya que la nave envió datos de telemetría, lo que significa que la mayoría de los equipos a bordo funcionan".
Sin embargo, esa misma telemetría indicaba que las células fotovoltaicas de los paneles solares no generaban energía. Por lo que el módulo estaba funcionando únicamente gracias a sus baterías que proporcionan "unas pocas horas" de autonomía, según Kuninaka. "Se da prioridad a la adquisición de datos del SLIM en la Luna", explicó la JAXA en un comunicado posterior. El objetivo era entonces recopilar la máxima cantidad de información para conocer el estado de SLIM y, más concretamente, de la posición de sus paneles respecto al Sol.
Los encargados de la operación de SLIM en la Luna realizaron entonces algunas intervenciones con el objeto de dilatar al máximo el tiempo de funcionamiento. Por ejemplo, desconectando la calefacción que lleva a bordo. La JAXA mantendrá a partir de ahora un perfil conservador con los pasos a seguir y evitarán tomar acciones arriesgadas a la espera de que el Sol ilumine los paneles.
"Se necesitan 30 días para que el ángulo solar cambie en la Luna", dijo Kuninaka. "Entonces, cuando la dirección solar cambie y la luz brille desde una dirección diferente, la luz podría terminar impactando en la célula solar". Lo que recargaría nuevamente las baterías de SLIM y se podrían retomar las comunicaciones. Una vez en ese punto, volverían a evaluar la situación.
La Red de Espacio Profundo de la NASA fue la encargada de realizar el seguimiento de todo el trayecto hasta el satélite natural. Y en particular, una de las antenas que tiene esta agencia espacial en Robledo de Chavela (Madrid) tuvo el papel fundamental de retransmitir los últimos compases del vuelo. Que finalmente se detuvieron cuando la batería se agotó.
La misión comenzó el pasado 7 de septiembre con el lanzamiento a bordo del cohete japonés H-2A. En cuyo interior viajaban el SLIM —junto a dos rovers— y el telescopio espacial de rayos X denominado XRIMS. Este último fruto de la colaboración entre las agencias espaciales japonesa, estadounidense y europea; cuyo despliegue se llevó a cabo sin contratiempos y ya ha enviado las primeras imágenes.
A unos 30 metros de altitud sobre la Luna, SLIM liberó dos pequeños vehículos de exploración que acompañaron al módulo durante todo su trayecto. LEV-1 es un pequeño rover que se desplazará por la superficie mediante un mecanismo de salto. Dispone de equipos de comunicación directa con la Tierra, dos cámaras de luz visible y cargas útiles científicas, como un termómetro o un monitor de radiación.
El otro integrante de la misión, el LEV-2, es otro diminuto rover lunar diseñado por la agencia espacial en colaboración con Somy y la compañía juguetera Tomy. Tiene un peso de sólo 250 gramos y está equipado con dos pequeñas cámaras. La JAXA no ha emitido ningún comunicado acerca del funcionamiento de ambos rover.
Quinto país en llegar
Si bien todavía hay que esperar para ver cómo se resuelve la situación de SLIM, el hecho de que haya aterrizado de forma segura en la superficie de la Luna convierte a Japón en el quinto país en conseguir este hito. La Unión Soviética, China, la India y Estados Unidos ya formaban parte de este club.
De hecho, hace unos pocos días que la misión Peregrino impulsada por la NASA y llevada a cabo por Astrobotic fracasó en su viaje al satélite natural. La nave espacial sufrió una fuga importante de propelente que desencadenó en un mal funcionamiento del sistema de motores. En un primer momento y fruto de este desajuste en la propulsión, Peregrine no tenía los paneles solares correctamente alineados —algo que parece similar a lo ocurrido con SLIM— y los ingenieros de vuelo consiguieron solventar la situación en el último momento.
La radiación solar volvió a incidir en los paneles y Peregrino pudo volver a cargar sus baterías para enviar información a la Tierra. Sin embargo, los ingenieros no pudieron solucionar la fuga y cambiaron el plan de vuelo. Finalmente, Peregrino se desintegró en una reentrada programada en la atmósfera del mismo planeta del que despegó.