El Ingenuity es uno de los grandes avances científicos y tecnológicos de la NASA en los últimos años. Poder volar de forma controlada dentro de la compleja atmósfera del planeta rojo suponía un verdadero reto que quedó ampliamente superado tras las primeras misiones exitosas de este pequeño dron.

En total, el Ingenuity ha completado de forma satisfactoria 71 misiones desde que despegó por primera vez el 19 de abril de 2021, poco después de la llegada al planeta junto al rover Perseverance. Sin embargo, cuando enfrentaba el vuelo número 72 algo inesperado ocurrió

"El vuelo fue diseñado como un despegue vertical rápido para verificar los sistemas del helicóptero, después de un aterrizaje anticipado no planificado durante el vuelo anterior", explican desde la NASA. Los ingenieros de la Agencia Espacial estadounidense pretendían probar todos los sistemas del Ingenuity en una misión corta que les permitiera detectar cualquier fallo a bordo.

Simulación del vuelo del Ingenuity NASA

Los datos que el helicóptero marciano envió al rover Perseverance —que actúa como nodo de comunicaciones entre el Ingenuity y la Tierra— durante el vuelo indican que ascendió con éxito hasta los 12 metros, su altitud máxima asignada. Durante su descenso planificado, las comunicaciones entre ambos dispositivos "terminaron temprano, antes del aterrizaje", indican desde la NASA.

"El equipo de Ingenuity está analizando los datos disponibles y considerando los próximos pasos para restablecer comunicaciones con el helicóptero", han proseguido. Al cierre del artículo, la Agencia Espacial no ha comunicado más detalles sobre la pérdida de contacto con el helicóptero ni del estado de la aeronave.

Este pequeño dispositivo tiene un peso en Marte de 680 gramos (1,8 kilogramos en la Tierra) y una envergadura de 1,2 metros marcada por las hélices. Su sistema energético se basa en una serie de paneles solares que alimentan a su vez a unas baterías de litio que proporcionan alrededor de 90 segundos de vuelo por cada día marciano.

"Es una demostración de tecnología para probar un vuelo controlado y propulsado en otro mundo por primera vez", según explica la NASA. Y de su rotundo éxito, incluso si pierden de forma definitiva la comunicación, están bebiendo otros programas e investigaciones científicas.

Inspiración

Uno de los últimos, impulsado igualmente por la NASA a través de un concurso público, es el del avión solar MAGGIE desarrollado por la estadounidense CoFlow Jet. En este caso, se trata de una aeronave de exploración recubierta en su totalidad de paneles solares.

Uno de los puntos más importantes de MAGGIE es que puede despegar y aterrizar de forma vertical, por lo que no necesita operar en zonas con unos requerimientos difíciles de encontrar en la superficie del planeta rojo. Esto lo consigue con un sistema de deflectores —parecidos a los flaps que se encuentran en aviones convencionales— creado por la propia compañía.

Avión solar MAGGIE para volar en Marte NASA / CoFlow Jet

El avión solar MAGGIE tiene una velocidad de crucero de 300 km/h (0,25 veces la velocidad del sonido) con un coeficiente de sustentación casi un orden de magnitud mayor que el que tienen los aviones subsónicos convencionales. Algo que es clave para contrarrestar la baja densidad atmosférica de Marte.

Por su parte, la autonomía con la batería completamente cargada es de unos 179 kilómetros de distancia a una altitud de 1.000 metros sobre la superficie. La autonomía total de MAGGIE por año marciano es de 16.048 km en los que podrá realizar toda una serie de análisis científicos.

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