La muerte de tres soldados estadounidenses por un ataque con dron en Jordania ya ha tenido respuesta de Biden. Este viernes, aviones enviados por la Fuerza Aérea del país norteamericano bombardearon más de 85 objetivos e instalaciones en Irak y Siria vinculados con Irán. Según comunicó el Pentágono, la misión comenzó a eso de las 22:00 hora de España peninsular y duró media hora, tiempo en el que se pudieron destruir centros de operaciones, centros de inteligencia, armamento, almacenes de drones e instalaciones logísticas.

"Nuestra respuesta empezó hoy", dijo en un comunicado Biden. "Continuará en el momento y lugares de nuestra elección. Pero que todos aquellos que puedan pretender hacernos daño sepan esto: si hiere a un estadounidense, responderemos". Los últimos reportes indican que, al menos, 18 miembros de las milicias proiraníes en Irak y Siria murieron en los bombardeos estadounidenses.

Para llevar a cabo este ataque, el Departamento de Defensa junto a la Fuerza Aérea del mismo país organizó un despliegue a gran escala desde suelo estadounidense. El teniente general Douglas Sims, director de operaciones del Estados Mayor Conjunto del Pentágono, dijo que en la operación se utilizaron bombarderos B-1B Lancer enviados directamente desde Estados Unidos.

Bombardero B-1B Lancer

Esta aeronave es la "columna vertebral de la fuerza de bombarderos de largo alcance de Estados Unidos", tal y como lo describe la propia Fuerza Aérea. "Puede lanzar rápidamente cantidades masivas de armas de precisión y de no precisión contra cualquier adversario, en cualquier parte del mundo y en cualquier momento".

Bombardero intercontinental

La primera versión del bombardero, denominada B-1A, se desarrolló en los años 70 como reemplazo del también bombardero B-52, que por entonces ya contaba con un par de décadas a sus espaldas y todavía hoy está operativo. Las pruebas de vuelo comenzaron a mitad de esa década con velocidades superiores a 2.700 km/h catapultando a la aeronave a la categoría de supersónica. El proyecto se canceló en 1977 antes incluso de entrar en producción, aunque las pruebas de vuelo continuaron hasta 1981.

B-1B Lancer Nicholas Priest / USAF

Ese mismo año, el presidente Reagan decidió rescatar el programa introduciendo ciertas mejoras que cristalizaron en la versión B-1B, la misma que ha bombardeado Irak y Siria. Los cambios importantes incluyeron el aumento de capacidad, un radar mejorado y una reducción de la sección transversal. También se redujo su capacidad supersónica hasta una máxima de 1.481 km/h (1,2 veces la velocidad del sonido).

El primer B-1B salido de la cadena de montaje final despegó en octubre de 1984 y comenzó a dar servicio a la Fuerza Aérea justo dos años más tarde. Los primeros años estuvieron marcados por la capacidad de despliegue de armamento nuclear de la aeronave, capacidad que Estados Unidos eliminó en 1994 para este avión.

La aeronave se utilizó por primera vez en combate en Irak durante la Operación Zorro del Desierto en 1998. Un año después, se emplearon 6 unidades del B-1B en la Operación Fuerza Aliada (Yugoslavia), donde tuvo un papel fundamental en el despliegue de armamento.

El B-1B está categorizado como un bombardero pesado, multipropósito y de largo alcance. Cuenta con 4 motores turbofán firmados por General Electric con postquemador que le permiten una velocidad máxima supersónica y una autonomía virtualmente ilimitada gracias a su capacidad de repostaje en vuelo. Lo que explica que estas aeronaves partieran directamente desde suelo estadounidense para ejecutar el ataque en Siria e Irak.

B-1B Lancer desplegando señuelos Nicholas Priest / USAF

Tiene 44,5 metros de largo por 41,8 de envergadura con las alas extendidas y 24,1 metros con ellas replegadas. Esta capacidad es clave ya que permite al mismo tiempo volar a baja velocidad para ejecutar los ataques de la forma más precisa posible y pasar a modo supersónico para salir de la ubicación.

En cuanto a armamento, puede desplegar todo tipo de bombas que se acomodan en su bodega. Según indica la Fuerza Aérea, puede llevar hasta 34 toneladas en su interior con municiones tan diferentes como minas navales, bombas de racimo o misiles aire-superficie. Cada aeronave cuenta con 4 miembros de la tripulación.

También te puede interesar...