Desde que Ucrania comenzase a usar Starlink, el servicio de Internet vía satélite de Elon Musk, en su guerra contra Rusia, tanto SpaceX como su responsable han denunciado su presencia en terreno militar. Una polémica que llegó incluso a traspasar fronteras, hasta llegar a España. Ahora, todo apunta a que no solo Ucrania estaría aprovechando esta tecnología, ya que según Financial Times, Rusia también estaría usando Starlink.
Así lo afirma el propio ejército ucraniano, además de medios locales que están cubriendo el estado actual de la guerra. Las tropas de Putin estarían usando estos terminales en el mismo frente en Ucrania, según la unidad de inteligencia militar de Ucrania (GUR), confirmando su uso en la región ocupada de Donetsk, en el este del país.
Esto ha sido negado por la propia Rusia, pero hay múltiples indicios. Por ejemplo, grupos de voluntariado en el país han estado presumiendo de la obtención de estos terminales Starlink para las fuerzas rusas en redes sociales. Además, Andriy Yusov, oficial del GUR, afirma que se han registrado casos de uso de Starlink por parte de los rusos y que además se está volviendo algo "sistémico".
Rusia se hace con Starlink
Elon Musk se ha apresurado a negar directamente que SpaceX haya vendido equipamiento Starlink tanto al gobierno de Rusia como al propio ejército de Putin. El responsable de la compañía explica en X (anteriormente Twitter) que un número "de noticias falsas reportan que SpaceX está vendiendo terminales Starlink a Rusia". Musk lo ha dejado claro: "es categóricamente falso".
Rusia, o al menos la cara visible del Kremlin, también ha declarado que el suministro de estos terminales no está presente. Dmitry Peskov, actual portavoz del presidente Vladímir Putin, aseguró este pasado lunes que Starlink ni siquiera está certificado para su uso en Rusia, por lo que "no puede suministrarse aquí ni se suministra oficialmente. No se puede utilizar de ninguna manera", dijo.
Si bien no hay una confirmación oficial que explique cómo las tropas rusas han conseguido terminales Starlink, medios locales ucranianos detallan que las fuerzas rusas habrían recurrido a intermediarios comerciales en Dubái. De esta forma, tanto las unidades de Rusia como los voluntarios de guerra podrían haberse hecho con estos terminales.
Existen todavía más evidencias del uso de Starlink por parte del ejército ruso. El medio Defense One reportó que no solo había empresas rusas que anunciaban la venta comercial de estos terminales, sino que mostraba imágenes aéreas en los que aparecían estos dispositivos. Esto ha causado gran preocupación en los ucranianos, que afirman que el uso de Starlink en el ejército ruso está aumentando.
SpaceX lo niega todo
Los primeros reportes sobre el uso de terminales Starlink por parte de Rusia datan de hace meses, y provienen de medios ucranianos. Esto ha llevado a SpaceX y a Elon Musk a negar por todos los medios posibles los reportes que insinúan supuestos tratos entre la compañía y los de Putin. Un claro ejemplo es este tuit del pasado 8 de febrero.
La cuenta Dima Zeniuk en X denunciaba la presencia de terminales Starlink en unidades rusas, supuestamente adquiridas por intermediarios en Dubái. SpaceX afirmó que no realizan "negocios de ningún tipo con el gobierno ruso o su ejército". Además, recoge el testigo del portavoz de Putin aclarando que Starlink ni siquiera está activo en Rusia, "lo que significa que el servicio no funcionará en ese país".
El extenso tuit prosigue. "SpaceX nunca ha vendido ni comercializado Starlink en Rusia, ni ha enviado equipos a ubicaciones en Rusia". Referenciando directamente a las tiendas rusas que anuncian la venta de estos terminales, SpaceX lo deja claro: "si las tiendas rusas afirman vender Starlink para ofrecer servicio en ese país, están estafando a sus clientes".
Respecto a Dubái, la retórica es la misma. "Starlink tampoco opera en Dubái. Starlink no se puede comprar en Dubái ni SpaceX realiza envíos allí. Además, Starlink no ha autorizado ningún tercero intermediario, revendedor o distribuidor de ningún tipo para vender Starlink en Dubái", detalla el tuit. Eso sí, avisan que si descubren que partes "sancionadas o no autorizadas" están usando Starlink, se investigará el caso para tomar medidas y desactivar las terminales afectadas "si se confirma".
Problemas geográficos
Defense One, citando fuentes ucranianas, advierte que hacer funcionar estos terminales es algo más sencillo de lo que parece. Dichas fuentes insisten en que no hace falta comprar Starlink a SpaceX, sino que esta tecnología se compra a través de terceros. Además, se podrían usar engaños como señales GPS falsas para hacer creer que dicha terminal está en territorio ucraniano, para que así funcione.
Bryan Clark, investigador principal del Hudson Institute, habla de cómo Rusia podría "proporcionar una señal GPS falsa al terminal Starlink para que piense que el usuario se encuentra en territorio controlado por Ucrania". Defiende por otro lado que Ucrania sea consciente del uso de estos terminales, ya que las señales de estos pueden identificarse con dispositivos de inteligencia dedicados.
El gran problema en este sentido radica en la geografía. Recordemos que SpaceX ha brindado miles de terminales Starlink a Ucrania para ayudarla a defenderse de las tropas rusas, siendo esta la piedra angular de sus comunicaciones. Poco después, Musk comenzó a limitar las operaciones de Starlink en Ucrania, alegando que no querían que esta tecnología se usara con fines militares en territorios controlados por Rusia.
Si esta situación escala, SpaceX podría introducir una nueva limitación, esta vez para parar el uso de terminales Starlink entre las unidades rusas. El problema es que están usándolos directamente en la línea del frente y dada la proximidad de las posiciones de ambos bandos, dichas limitaciones podrían afectar a las ucranianas. Eso sí, Musk se acabó retractando y siguió suministrando a Ucrania de servicio.
Finalmente, medios como Defense One recuerdan cómo en la biografía de Elon Musk escrita por Walter Isaacson se revela cómo el magnate se negó a que los ucranianos usaran Starlink para realizar ataques con drones contra barcos rusos en Sebastopol. En la obra, se da a entender que Musk temía que dicho ataque se respondiera con una represalia nuclear por parte de Putin.