La Starliner se queda en Tierra. El primer lanzamiento con tripulación de la cápsula de Boeing, acoplada a un Atlas V de la empresa ULA (United Launch Alliance) vuelve a ser retrasado a una nueva ventana de lanzamiento, en la marca de 3 minutos y 50 segundos de la cuenta atrás. El lanzamiento de la Starliner estaba preparado para ejecutarse a las 18:25 horas de España peninsular en la ventana del 1 de junio.

El mes de mayo ha sido un auténtico via crucis para Boeing, que ha visto varios retrasos consecutivos. Desde el pasado 7 de mayo, fecha que iba a ser la elegida para este primer lanzamiento tripulado, tanto la NASA como la ULA y Boeing han informado de hasta cinco retrasos, un aplazamiento indefinido y hasta cuatro nuevas posibles fechas. Tanto es así, que Boeing ya tenía preparadas nuevas ventanas de lanzamiento.

Boeing había establecido nuevas ventanas de lanzamiento por si algo se torcía, y así ha sido. La siguiente ventana disponible para intentarlo era el domingo 2, pero la NASA ha rechazado esta fecha para "darle al equipo tiempo adicional para evaluar un problema con el equipo de apoyo terrestre", han informado en X. Las siguientes opciones son el miércoles 5 y el jueves 6 de junio. Un nuevo problema que llega después de reuniones, evaluaciones y pruebas que al menos sobre el papel habían solucionado todos los problemas de la Starliner y el Atlas V.

El lanzamiento de la Starliner falla

A las 18:21, el GLS (Ground Launch Sequencer) pidió el alto de la cuenta atrás, de nuevo, cuando quedaban casi 4 minutos para el despegue final. En palabras de la NASA y de Boeing, el ordenador no pudo cargar la configuración operativa correcta después de "proceder con la cuenta terminal". Actualmente, la ULA está investigando las causas de este hecho.

Steve Stitch, director del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, dijo en un comunicado hace escasos días que en las últimas semanas los equipos de la NASA, Boeing y ULA habían realizado "una gran cantidad de análisis y pruebas excepcionales para sustituir la válvula autorreguladora del Centaur y solucionar la fuga del colector de helio del módulo de servicio de la Starliner".

La misión aspiraba a llevar a Barry 'Butch' Wilmore y a Sunita Williams a la Estación Espacial Internacional desde el Centro Espacial Kennedy de Florida, para que estos pasaran una semana allí. Posteriormente, la nave volvería a la Tierra, aterrizando en superficie terrestre para comprobar la viabilidad y rendimiento de la Starliner. En estos momentos, Boeing se está encargando de sacar a ambos astronautas de la Starliner de manera segura.

Boeing espera que este proceso de certificación tanto de la Starliner como de sus sistemas habilite la nave para las misiones de rotación de la tripulación de la ISS. Se constituye como el último trámite espacial antes de que la nave se integre dentro de la flota Commercial Crew Program, mediante el cual la Administración Espacial de EE.UU recurre a empresas privadas para estos viajes.

Boeing suma de esta manera un nuevo fracaso consecutivo para lanzar su Starliner a la ISS. El primer intento, también infructuoso, tuvo lugar el pasado 7 de mayo y fracasó debido a un problema en el cohete Atlas V. Algo similar ocurrió el 15 de mayo, con un nuevo aplazamiento causado por la ya famosa fuga de helio detectada en el módulo de servicio.

Todo esto llevó a que el pasado 22 de mayo Boeing retrasara indefinidamente el lanzamiento de la Starliner, debido a que la fuga de helio estaba complicando enormemente la misión. Estos problemas han sido revisados hasta prácticamente el último momento de este nuevo intento de lanzamiento, manteniendo en tensión a sus astronautas y a las empresas implicadas.

Starliner sobre el Atlas V. Boeing Omicrono

Este nuevo parón en el intento de lanzamiento de la Starliner ha tenido lugar justo al final de la cuenta atrás, cuando parecía que efectivamente el lanzamiento se iba a producir. En el transcurso de la ventana de lanzamiento, la Starliner ha sufrido contratiempos menores que han sido subsanados rápidamente por los ingenieros de Boeing. El trío de compañías responsables del proyecto ya están investigando el problema.