SpaceX, la compañía espacial de Elon Musk, hizo historia el pasado jueves 6 de junio. Al mediodía en España, Starship, el cohete más grande jamás construido, realizó un impecable cuarto vuelo de prueba, consiguiendo ir al espacio y volver con éxito. Un lanzamiento que fue todo un éxito y en el que por primera vez el módulo Super Heavy logró amerizar suavemente en el golfo de México, en el océano Pacífico; y este momento es el que ha querido recordar recientemente la empresa con un nuevo e impresionante vídeo.

A los pocos minutos del lanzamiento, Super Heavy realizó "otra exitosa separación de la etapa caliente, apagando todos menos tres de los motores Raptor y encendiendo con éxito los seis motores Raptor de la segunda etapa antes de separar los vehículos", señaló SpaceX en un comunicado. Tras la separación, este módulo "completó con éxito su maniobra de giro, el quemado de retroceso para enviarlo hacia la zona de amerizaje y el lanzamiento del adaptador de la etapa caliente".

Un vuelo, el del Super Heavy, que terminó un quemado de aterrizaje y un amerizaje suave en el golfo de México a los siete minutos y 24 segundos del cuarto lanzamiento de Starship. Un momento que en el directo que emitió la compañía de Elon Musk se pudo ver desde una cámara instalada en el propio módulo y que ahora, gracias a un impresionante vídeo, se puede revivir desde otra perspectiva.

SpaceX compartió el pasado sábado 8 de junio un nuevo vídeo en X (Twitter) en el que se puede ver unas imágenes inéditas del amerizaje de Super Heavy. En ellas se muestran al módulo deslizándose hacia el océano, encendiendo sus motores para controlar la velocidad y asegurar un aterrizaje preciso, y el momento justo en el que suavemente toca el agua del golfo de México.

Y aunque en este cuarto vuelo de prueba Super Heavy ha amerizado en el agua, Elon Musk también señaló el pasado sábado en su cuenta de X que el próximo aterrizaje del módulo será atrapado por Mechazilla, la gigantesca máquina que atrapa cohetes de SpaceX. Se trata de un brazo robótico de proporciones épicas que tiene una doble tarea: izar el cohete sobre la plataforma de lanzamiento antes del despegue, para, más tarde, atraparlo cuando regrese en el descenso.

El cuarto vuelo de prueba de Starship se realizó con una serie de ambiciosos objetivos, intentando llegar más lejos que los anteriores lanzamientos. Algo que SpaceX consiguió con éxito. En el primero, realizado en abril de 2023, el cohete estalló minutos después del despegue; mientras que en el segundo intento, que llevó a cabo en noviembre del año pasado, explotó, pero antes consiguió la separación con el propulsor Super Heavy.

Por su parte, en el tercer vuelo, que tuvo lugar en marzo de este año, Starship alcanzó órbita, aunque acabó estallando en su reentrada en la atmósfera. "El cuarto vuelo supuso un gran avance para acercarnos a un futuro rápidamente reutilizable. Sus logros proporcionarán datos para impulsar mejoras a medida que continuamos desarrollando rápidamente la Starship para convertirla en un sistema de transporte totalmente reutilizable diseñado para llevar tripulación y carga a la órbita terrestre, la Luna, Marte y más allá", concluyó SpaceX en su comunicado.