Las fuerzas armadas de los países más potentes del mundo llevan años apostando buena parte de la responsabilidad en misiones aéreas delicadas a los drones y el pilotaje automático. Estas plataformas, de las que España tiene varios tipos, suponen un vector esencial para recolectar datos, tanto como para utilizar armamento. El siguiente vídeo es una demostración de los esfuerzos que se están haciendo para llevar más lejos las posibilidades de estas naves autónomas.
Este 2024 es un año clave para estos proyectos militares en el país norteamericano los diferentes ensayos a los que se someterá la tecnología en desarrollo. El laboratorio de investigación de la Fuerza Aérea de EEUU ha mostrado en vídeo las impresionantes capacidades de vuelo de su XQ-67A.
La primera prueba de esta aeronave sin tripulación se realizó en febrero, aunque se ha revelado ahora y que forma parte del concepto de Collaborating Combat Aircraft (CCA o Aeronave de Combate Colaborativa, en español) que contempla la creación de una serie de plataformas que trabajarán mano a mano con los pilotos. El XQ-67A es uno de los programas que persigue demostrar el uso de aeronaves sin tripulación con un elevado componente de inteligencia artificial.
En el vídeo se puede ver el primer vuelo de prueba del XQ-67A sobre las instalaciones de General Atomics Gray Butte cerca de Palmdale, California. Esta nave es un vehículo aéreo no tripulado del programa Off-Board Sensing Station (OBSS). En febrero, el AFRL reveló una evolución de esta tecnología, la OBWS o Off-Board Weapon Station que comparte un chasis común con la OBSS, siendo más rápida y maniobrable. Estas pruebas de principios de año tenían como objetivo verificar los sistemas de vuelo, sino también la seguridad de la aeronave.
Aunque en este caso, el vuelo se controló de forma remota, el proyecto aspira a abrazar un grado de autonomía cada vez mayor. La Fuerza Aérea estadounidense pretende evaluar la mejor manera de unir las formaciones de drones autónomos con las tripuladas tradicionales, consiguiendo crear un equipo donde el piloto confíe en el dron.
La meta es una flota de aviones en los que los pilotos de combate puedan centrarse en otras tareas de la misión, más que en pilotar la nave o el combate. Esta confianza es clave en cualquier misión aérea donde un grupo de cazas tripulados vuelan en formación y cada uno de ellos tiene una misión asignada.
Uno de los programas más importantes en esta línea es el Project VENOM (Viper Experimentation and Next-generation Operations Model), el software autónomo que se va a probar en media docena de cazas experimentales modelo F-16. El avión XQ-67A de AFRL se basa en el éxito del XQ-58A Valkyrie y complementa los esfuerzos del X-62 VISTA y F-16 VENOM del Centro de Pruebas de la Fuerza Aérea para acelerar el despliegue de CCA.