La compañía europea Destinus —que tiene una de sus sedes más importantes en España— se fundó en 2021 con el propósito de introducir la aviación hipersónica en el día a día de los viajeros y mercancías. Además, en su fórmula original también se recogía la utilización del hidrógeno en sustitución a los combustibles fósiles que llenan hoy los tanques de los aviones. Demasiados cambios como para que el proyecto cristalizara a medio plazo.
"De nada sirve que corramos nosotros más que el resto del sector de la aviación comercial", sentencia Plácido Márquez, director ejecutivo de desarrollo de negocio de Destinus, a EL ESPAÑOL - Omicrono. "No podemos conseguir que los aeropuertos inviertan en infraestructuras o que baje el precio del hidrógeno moviendo tan poco volumen y tenemos que adaptar el paso al de los grandes fabricantes". Sin embargo, todo ese conocimiento aprendido en el desarrollo de sus aeronaves —algunos de sus prototipos y maquetas ya han levantado el vuelo— no cae en saco roto.
La guerra de Ucrania y la necesidad imperiosa del gobierno de Zelenski por hacerse con drones ha redirigido el foco de Destinus hacia la rama militar. En la actualidad, su modelo Lord ya se encuentra dentro de las filas comandadas desde Kiev. La situación en la región continúa siendo muy peligrosa y el último ataque ordenado desde Moscú ha dejado un total de 28 muertos por un misil que impactó en la capital ucraniana.
El número total es secreto, aunque se sabe que son cientos de unidades de esta pequeña aeronave las que han recalado allí. Además, no será el último dron firmado por Destinus en incorporarse en las tropas ucranianas en lo que queda de año y los planes de la compañía van incluso más allá; al terreno de drones supersónicos autónomos que pretenden sustituir o complementar a los tripulados, un terreno, junto con el hipersónico, en el que continuan trabajando y avanzando.
En todas esas aeronaves no tripuladas, la sede de Madrid está desempeñando un papel clave en términos de diseño, desarrollo. "Aqunque tenemos un modelo distribuido de ingeniería, aquí tenemos todas las disciplinas", señala Márquez. Por ejemplo, el equipo principal de la propulsión, el grueso de los sistemas de control o "los desarrollos del software de inteligencia artificial se hacen aquí", explica.
Lord
El dron Lord es el primero de la lista de un número importante de plataformas con carácter dual —civil y militar— en las que está trabajando Destinus. "Se está utilizando con muchísimo éxito, aunque dentro de cierto anonimato", comenta Márquez.
En este caso, la participación española en la aeronave no tripulada fue clave. Encargándose de "la dirección del proyecto" y llevando a cabo todas las labores de ingeniería en remoto para las diferentes sedes que tienen en Europa, la central en Suiza. "Físicamente aquí no ha habido ninguno", ya que buena parte de la fabricación se lleva a cabo en el extranjero.
Destinus comenzó a enviar el Lord a Ucrania ya en 2023 sin que trascendiera públicamente. "Tenemos un único escenario de actuación con múltiples clientes", apunta Plácido Márquez, sin hacer referencia directa a Ucrania ni a los cuerpos que han adquirido esta plataforma para luego enviárselos al ejército de Zelenski.
Se trata del modelo de aeronave más pequeña de las que ha desarrollado la compañía hasta ahora. En su ADN está un diseño que responde a las necesidades operativas de Ucrania en la actualidad: "rápida producción en masa a un coste relativamente bajo". También emplea componentes que se encuentran fácilmente en el mercado.
Asentado sobre las anteriores premisas, el Lord "ofrece una relación de capacidad de carga útil y precio inigualable" que se combina con la flexibilidad de conformación para hacerlo más versátil. "Tiene una huella radar pequeña y su operación silenciosa de radio lo hacen ideal para misiones de bajo perfil".
Recurre a un propulsor de hélices de pequeño tamaño y a un formato de ala alta que le proporciona mayor estabilidad a baja velocidad. Tiene un rango de operaciones que va desde los 750 a los 2.000 kilómetros dependiendo de la carga instalada y puede llevar a cabo una larga lista de tipos de misiones.
Entre las más destacadas, Destinus indica que está capacitado para realizar operaciones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento de largo alcance, monitorización y levantamiento de mapas, suministro de carga de emergencia, interferencias electromagnéticas, inteligencia de señales e inteligencia electrónica. En una rama más expeditiva, el Lord ejecuta misiones de ataques kamikaze al incorporar una carga a bordo.
Hornet y Ruta, los próximos
Los modelos Hornet y Ruta son los siguientes —por ese orden— en tamaño y capacidades dentro del catálogo de drones que maneja en la actualidad Destinus. "Tienen que estar operativos para septiembre", ha indicado Plácido Márquez. Una vez finalizados, comenzará un periodo de fabricación en serie y posterior envío a la guerra de Ucrania.
Ambos modelos se han concebido como plataformas de "uso dual", que comprenden aplicaciones puramente militares y civiles. Procesos tan importantes enel desarrollo de una aeronave como "la arquitectura y la integración de prototipos se está realizando en España". Destinus abre la puerta a que ambos drones se fabriquen aquí en buena parte y se completen en destino.
En cuanto a la poca información que hay sobre estos dos drones, Márquez señala que se debe "a la situación de conflicto". El Hornet se ha establecido como "un avión pequeño de unos 8 kilogramos y es la respuesta antidron necesaria en el segmento de los drones masivos, que son cada vez más inteligentes".
Uno de los pilares sobre los que se sustenta el concepto de avión del Hornet es la modularidad y la compatibilidad con diversos tipos de cargas útiles intercambiables en el campo. También en su capacidad de poder operar de forma totalmente autónoma, sin la mínima intervención humana mientras realiza labores como la de reconocimiento, vigilancia o levantamiento de mapas en 3D. "Tiene una señal radar muy baja", explica.
"Hemos aprendido también que ya no podemos volar basándonos en el GPS", afirma Márquez. En referencia al importante despliegue de guerra electrónica de Rusia que genera interferencias e incluso llega a anular la señal recibida por los satélites de GPS.
Otros campos de actuación pueden ser el de servir como nodo de telecomunicaciones e incluso de interceptor de drones hostiles, con el fin de derribarlos antes de que lleguen a su objetivo.
El Ruta supone un salto importante en términos de capacidades operativas. Es un dron de uso dual, pero "muy veloz y grande". Tiene una capacidad de carga de 150 kilogramos y un motor a reacción más parecido al de un avión comercial que le permite volar a mayor velocidad, que sus hermanos que recurren a sistemas de hélice.
Destinus se encuentra en la actualidad desarrollando un "motor de poco empuje para este modelo", señala Plácido Márquez. Los trabajos avanzan a buen ritmo y cuando esté cualificado podrán complementar con los fabricados por terceros para cumplir con el calendario de entregas.
El método de despegue del Ruta se basa en un propulsor externo para la primera fase del vuelo y el aterrizaje lo realiza gracias a un paracaídas combinado con airbags. Además de todo tipo de misiones y aplicaciones de índole militar, el dron también se plantea como una plataforma para ejecutar rescates rápidos en el mar. "Puede soltar una balsa inflable o una baliza" de forma rápida y precisa, como un "auxilio rápido en lo que llega un barco de salvamento".