Caza F-16 ucraniano en la ceremonia de presentación

Caza F-16 ucraniano en la ceremonia de presentación Valentyn Ogirenko Reuters

Defensa y Espacio

Por qué los F-16 de Ucrania son claves para frenar a Rusia: se usarán para interceptar misiles y derribar otros cazas

Se trata de una aeronave de cuarta generación muy superior respecto a los modelos soviéticos que la Fuerza Aérea ucraniana ha manejado hasta ahora.

6 agosto, 2024 02:00

Las solicitudes de Zelenski por fin han sido atendidas. El presidente ucraniano lleva más de un año intentando que los cazas F-16 —modelo que no tiene España— recalen en su país para poder hacer frente a la aviación rusa, mucho más nutrida y capaz que la originaria de Kiev.

"Los F-16 están en Ucrania. Lo hemos hecho", declaró el propio presidente ucraniano. "Estoy orgulloso de nuestros hombres que dominan estos aviones y ya han comenzado a utilizarlos para nuestro país".

Zelenski se muestra optimista y anunció que ya están esperando F-16 adicionales, junto con personal entrenado. "Es una nueva etapa de desarrollo de la Fuerza Aérea", señaló el propio Zelenski. "Hicimos mucho para que las fuerzas ucranianas llevaran a cabo la transición a un nuevo estándar, la aviación de combate occidental".

Zelenski durante el discurso oficial sobre los F-16

Zelenski durante el discurso oficial sobre los F-16 Valentyn Ogirenko Reuters

Uno de los detalles importantes que se mantiene en secreto es de dónde provienen los cazas. Estados Unidos, Dinamarca, Noruega, Grecia, Países Bajos y Bélgica son los únicos que, hasta ahora, han confirmado que enviarían F-16 a Ucrania. A la ecuación de plataformas occidentales se suma Francia con su Mirage 2000-5, aunque estos últimos todavía no han llegado a suelo ucraniano.

En total, Ucrania espera recibir 93 cazas F-16 y aproximadamente una treintena de Mirage a lo largo de los próximos años. Todos ellos provendrán de excedentes fruto de los programas de renovación de flota de los países mencionados y, desde el punto de vista tecnológico, estarán muy lejos de las últimas versiones de ambos modelos. A este hándicap se une el desafío de mantener las aeronaves en perfecto estado de vuelo —algo nada sencillo teniendo en cuenta la dañada infraestructura del país— y establecer rutas logísticas seguras para proveerse de materiales y munición.

Precisamente, la munición que acompaña al caza ha sido uno de los temas más debatidos por los analistas de defensa en los últimos meses. Tanto Ucrania como Estados Unidos, este último como país proveedor de misiles por excelencia, muestran silencio al respecto, aunque en las primeras imágenes del F-16 en Ucrania ya se pueden destacar dos modelos de misil.

El primero de ellos es el AIM-9M Sidewinder, un misil aire-aire de corto radio desarrollado por la Navy estadounidense en los años 50. Tiene un rango operativo de 29 km con una velocidad máxima de 3.000 km/h y se encarga de interceptar amenazas aéreas como drones, misiles de crucero o incluso otras aeronaves tripuladas. El segundo confirmado es el AIM-120 AMRAAM Slammer, con mismo propósito, velocidad de 5.000 km/h y radio de acción de hasta 160 km.

El F-16 en Ucrania

"El F-16 Fighting Falcon (también conocido como Viper) es una mejora importante respecto a los cazas de la era soviética que vuelan actualmente los ucranianos", explica Kristen D. Thompson, comandante de la Fuerza Aérea de EEUU, en un análisis publicado en Council on Foreign Relations. Este modelo de caza está fabricado por la estadounidense Lockheed Martin y comenzó su andadura en los años, 70 siendo una de las plataformas de cuarta generación más importantes y avanzadas del momento.

El buen desempeño de la aeronave junto al éxito de exportaciones que consiguió casi desde el primer momento permitieron que la Fuerza Aérea estadounidense junto al fabricante continuaran desarrollando versiones y variantes durante décadas. De hecho, todavía existen aeronaves en lista de espera para actualizarse con la última tecnología disponible.

Cazas F-16 ucranianos volando en formación

Cazas F-16 ucranianos volando en formación Valentyn Ogirenko Reuters

La mayoría de los aparatos que recibirá Ucrania pertenecen a la versión F-16 MLU (Midlife Update o Actualización de Mitad de Vida) que se actualizaron desde finales de los 90 a principios de los 2000 con tecnología de la época. No son, en absoluto, las unidades más avanzadas de cuantas componen la flota mundial de F-16, pero ya integran algunos sistemas electrónicos modernos.

Por su parte, los F-16 de Grecia ya salieron de la cadena de montaje con las actualizaciones pertenecientes a la versión MLU, por lo que el equipamiento a bordo —más allá de la personalización de cada fuerza aérea— será similar. Este es un punto clave a la hora de la habilitación para el manejo entre las diferentes unidades.

"Los F-16 añadirán una capa adicional de defensa a los actuales sistemas de artillería de defensa aérea de Ucrania", prosigue Thompson. "Es probable que Ucrania los utilice para interceptar misiles de crucero rusos y otros misiles tierra-aire menos avanzados".

La capacidad aire-aire del F-16 es uno de sus pilares fundamentales, principalmente por la extensa carta de armas compatibles con los que se puede equipar. "Puede disuadir a Rusia de obtener el control sobre espacio aéreo adicional y ayudar a que sus aviones realicen operaciones cercanas de apoyo aéreo a lo largo de las líneas del frente".

Es en este escenario donde entran en juego misiles como el AIM-9 o el AIM 120 mencionados anteriormente o incluso los IRIS-T de fabricación alemana. Para los ataques a superficie, podrán integrar una amplísima lista de munición que ya tiene Ucrania a bordo de los cazas Sukhoi y fruto de las adaptaciones que han ido incorporando. Por ejemplo, las bombas guiadas GBU-39 y JDAM-ER o los señuelos ADM-160.

"En la cabina, su interfaz hombre-máquina está diseñada para permitir a los pilotos tomar decisiones informadas rápidamente, mientras su radar y municiones relativamente avanzadas permiten a los pilotos atacar objetivos situados a 100 kilómetros".

Las imágenes publicadas por Ucrania muestran a los pilotos de F-16 llevando el sistema de visualización JHMCS desarrollado por la israelí Elbit Systems y la estadounidense Rockwell Collin. Según explican los fabricantes en las especificaciones, este visor "proporciona capacidades de combate con armas fuera de puntería de primer vistazo, primer disparo".

"Permite al piloto indicar con precisión las armas y sensores a bordo contra aviones enemigos y objetivos terrestres sin la necesidad de girar agresivamente el avión o colocar el objetivo en el head up display para su designación". En la pantalla integrada muestra información clave como señales para apuntar al objetivo y parámetros del rendimiento del avión.

Caza F-16 ucraniano durante su presentación

Caza F-16 ucraniano durante su presentación Valentyn Ogirenko Reuters

En cuanto a las especificaciones de la aeronave, tiene una longitud de 15,1 metros por una envergadura de 10 y un peso máximo al despegue de 19.000 kilogramos. Estas cotas le convierten en un caza muy ligero y maniobrable que se aprovecha de un único motor firmado por Pratt & Whitney para su vuelo. Alcanza los 2.100 km/h a gran altitud y poco más de 1.400 a nivel del mar.

Cambio de paradigma

"Cuantos más F-16 tenga Ucrania, mayor será la probabilidad de que los comandantes puedan emplear estos aviones en misiones de mayor impacto contra las fuerzas rusas", explica Thompson. "Dependiendo del curso del conflicto, podrían tener un impacto inmediato y duradero en el uso operativo de los activos aéreos de Rusia en Ucrania, potencialmente interrumpiendo las operaciones de los aviones de combate y de ataque rusos cerca del frente de batalla".

Con este tipo de influencia y proyección, las aeronaves de guerra desplegadas por Moscú en las zonas más complejas dejarán de proporcionar cobertura y apoyo aéreo en las ofensivas terrestres. Desbaratando a la vez los ataques ejecutados desde el aire y disminuyendo la capacidad de avance y destrucción de las tropas en tierra firme.

La otra cara de la misma moneda la representa la cadena logística. Los F-16 son aeronaves más complejas de mantener que los Sukhoi que actualmente operan en Ucrania y Zelenski necesitará contar con apoyos internacionales para incrementar al mismo tiempo el suministro de munición para alimentar a sus nuevos cazas.

Lo mismo ocurre con la formación de sus pilotos. El asunto del entrenamiento de las tripulaciones ucranianas ha sido de los más complejos que Zelenski ha tenido que tratar junto a sus socios. Funcionarios de Kiev han presionado a Estados Unidos y a otros países con semejante capacidad de instrucción para que intensifiquen la formación con el fin de acelerar su incorporación a la Fuerza Aérea ucraniana, según indicó el medio estadounidense Politico hace unas semanas.

Un avión de combate F-16 de la Fuerza Aérea de EEUU.

Un avión de combate F-16 de la Fuerza Aérea de EEUU. Europa Press

"La curva de aprendizaje para volar los F-16 puede ser bastante pronunciada, incluso para pilotos experimentados", recoge la comandante Thompson en el mismo análisis. Se trata de un avión "extremadamente capaz y maniobrable con un gran conjunto de capacidades avanzadas".

Los pilotos que se enfrentan por primera vez a este modelo de caza "pueden tener dificultades para dominar la amplia gama de habilidades necesarias para realizar las diversas misiones del avión". Esa experiencia se gana saliendo a volar frecuentemente en el entorno real de combate, por lo que comenzará a verse a medio y largo plazo. "El impacto que tendrán los F-16 de Ucrania en la guerra debería medirse a lo largo de los años, no de meses", sentencia Thompson.

Ucrania comunicó a principios de mayo que tenía 30 pilotos seleccionados para comenzar de forma inmediata su entrenamiento en Estados Unidos. Sin embargo, la administración Biden ha dicho que carece de plazas suficientes como para asimilar a más de 12 pilotos en formación al mismo tiempo en las instalaciones de Arizona, de donde han egresado buena parte de los top gun ucranianos que manejarán el caza.