La escalada en el conflicto entre Rusia y Ucrania sigue trayendo cola a España y al resto del mundo. Los baratos pero eficaces ingenios de Ucrania para derribar drones rusos y para hacer los suyos más versátiles podrían quedar obsoletos ante la posible llegada de armamento más potente a las filas de Zelenski. Y es que según medios de Estados Unidos, la administración Biden podría proporcionar misiles de alta tecnología JASSM a Ucrania, prohibiendo eso sí que se usen sobre territorio ruso.

Cabe aclarar que, por el momento, estos no son más que informes que relatan un posible acuerdo entre la Casa Blanca y Ucrania. Sin embargo, estamos hablando de armamento bastante avanzado, capaz (entre otras cosas) de destruir edificios a distancias de hasta 500 kilómetros en su versión estándar. El acuerdo formaría parte de un nuevo paquete de ayuda a Ucrania que se aprobaría en las próximas semanas.

Pero ¿tan peligrosos son estos misiles de crucero? Hablamos de los conocidos como AGM-158, misiles aire-superficie desarrollados por Lockheed Martin en los años 90 y que suelen ser más reconocidos por las siglas JASSM, que en inglés refieren a Joint Air-to-Surface Standoff Missile. Un armamento que si bien comenzó su servicio en el año 209 en EE.UU, llegó a las filas de otros países como Australia o Polonia en 2014.

Los misiles AGM-158 JASSM

No es un misterio que las filas de Zelenski están necesitadas de apoyo militar, proporcionado en su mayoría por otros países en forma de equipo y armamento de todo tipo. El último lote de ayuda militar que preparaban en abril las Fuerzas Armadas de España incluía un importante abanico de armamento militar, que incluía desde misiles Patriot hasta blindados Leopard.

En julio de este mismo año, después de una larga espera de meses de duración, Ucrania recibió sus primeros F-16. Ya en febrero, cuando los de Zelenski esperaban estos ansiados aviones, se habló de estos misiles JASSM. Serhii Naev, comandante de las Fuerzas Armadas ucranianas, relató que junto a estos aviones llegarían unos misiles con alcance de entre 300 y 500 kilómetros, según sus palabras.

Caza con dos misiles AGM-158 como los que podía recibir Ucrania Lockheed Martin

Solo podían ser los JASSM según estas características. De esta forma, los informes se alinean con lo que en su día dijo Naev, haciendo que la idea de que los JASSM acaben en manos ucranianas sea plausible. Una inyección de capacidad bastante necesaria, dadas las excelentes capacidades de supervivencia y sigilo que tienen estos misiles.

Dichos misiles de crucero montan una ojiva perforante de 450 kilos, y destacan sobremanera por su baja observabilidad en el campo de batalla. Gracias a esto, los JASSM cuentan con la capacidad de atravesar redes de defensa aérea muy bien equipadas de forma solvente. Esto es gracias a una interfaz de planificación que ayuda al misil a encontrar las mejores rutas para que pueda sobrevivir mientras vuela a su objetivo.

Avión F-16 con el AGM-158 (ribete amarillo) incorporado bajo el ala USAF

La clave está en su sistema de guiado compuesto por GPS, sumado a otro inercial que es independiente de conectividad satelital. La presencia de estos sistemas hace que los JASSM puedan tener una correcta navegación incluso en entornos bélicos electromagnéticamente comprometidos, ayudando a que efectivamente el dispositivo pueda sobrevivir hasta alcanzar su objetivo.

A todo esto hay que añadirle que el AGM-150 es un misil clave en la proyección táctica de medio y largo alcance, algo posible por el desarrollo constante de nuevas versiones que han ido aumentando las capacidades del misil. Tanto es así, que la versión de rango extendido del JASSM, el AGM-158B JASSM-ER, el alcance pasó de los 370 kilómetros de la versión original a más de 900.

Por último, cabe destacar que los misiles JASSM son tremendamente versátiles, ya que pueden ser usados en una gama de aviones increíblemente amplia, además de los cazas F-16. Algunos ejemplos incluyen los B-1B Lancer, los F-15E o los F-35 Lightning de Lockheed Martin. Recordemos que estos misiles fueron concebidos para lanzarse a distancias de seguridad alejadas de las posiciones enemigas.