El 'Concorde' silencioso de la NASA, más cerca: enciende su motor por primera vez antes de alzar el vuelo
- La NASA enciende por primera vez el motor del X-59, prueba clave para acercarse al vuelo definitivo de esta avión supersónico que será en 2025.
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El mundo se prepara para el resurgir de los aviones comerciales supersónicos. También España está trabajando en esta tecnología. En marzo de este año conseguía volar el XB-1 de Supersonic, y en enero la NASA daba a conocer el X-59 Quiet Supersonic Aircraft, un proyecto desarrollado en conjunto con Skunk Works. A lo largo del año, se han realizado diversas pruebas de este avión a la espera de verle surcar los cielos por primera vez, la prueba de su motor acerca aún más ese momento clave, aunque se retrasa hasta 2025.
El X-59 es una aeronave experimental con el que la NASA pretende "revolucionar los viajes aéreos, allanando el camino para una nueva generación de aviones comerciales que pueden viajar más rápido que la velocidad del sonido", según explicaban a principios de año. Los dos pilares del X-59 son su capacidad de volar más allá de la velocidad del sonido y hacerlo de la forma menos perturbadora posible.
Las pruebas de funcionamiento del motor comenzaron el pasado 30 de octubre en las instalaciones Skunk Works de Lockheed Martin en Palmdale, California. Estos test forman parte de una serie de pruebas terrestres integradas necesarias para garantizar un vuelo seguro que llegará en el próximo año como ha explicado la NASA.
"La primera fase de las pruebas del motor fue en realidad un calentamiento para asegurarnos de que todo se veía bien antes de ponerlo en marcha”, dijo Jay Brandon, ingeniero jefe del X-59 de la NASA. Después se procedió al primer arranque real del motor sacándole del modo conservación.
El motor, un F414-GE-100 modificado, tiene 9.979 kilogramos de empuje, lo que permitirá al X-59 alcanzar la velocidad de crucero deseada de Mach 1,4 (1.488 km/h) a una altitud de aproximadamente 16.764 km. Este corazón del avión se ubica en un lugar no tradicional, encima del avión, para ayudar a que el X-59 sea más silencioso.
El X-59 es un avión experimental de 30 metros de largo por 9 de envergadura diseñado con afilado morro que representa casi un tercio de su longitud total. Esta zona es la encargada de romper las ondas de choque que normalmente provocaría un avión supersónico. La cabina se encuentra casi a la mitad de la longitud del avión y no tiene un parabrisas orientado hacia adelante, pero el piloto contará con un sistema de visión externa formado por una serie de cámaras exteriores para ver a través de un monitor 4K en la cabina
Debido a la dificultad de estas pruebas críticas, la NASA ha establecido ahora el primer vuelo del X-59 para principios de 2025. Aseguran que la fecha definitiva para ese primer vuelo no se marcará hasta que el equipo del X-59 complete con éxito estas pruebas. Se espera que el X-59 vuele a 1,4 veces la velocidad del sonido (1.488 km/h).
Antes de volar es necesario poner a prueba los sistemas integrados, el funcionamiento del motor y pruebas de rodaje en la plataforma del aeropuerto. Faltaría esta tercera fase. El primer vuelo se había planeado inicialmente para finales de este 2024. Tras probar su capacidad supersónica en las instalaciones de Lockheed Martin, la aeronave se transferirá al Centro de Investigación de Vuelo Armstrong de la NASA.
Cuando por fin lleguen esos primeros vuelos, la agencia espacial tiene previsto realizar algunos trayectos en modo supersónico sobre varias ciudades seleccionadas del país. Esto servirá para recopilar información sobre el ruido que genera el X-59 y cómo lo percibe la población. Todos esos datos se trasladarán a la Administración Federal de Aviación (FAA) y a los reguladores internacionales.