Un satélite se hace un 'selfie' para comprobar el impacto de un trozo de basura espacial
- El suceso resultó en un agujero de unos 6 milímetros de diámetro en el equipo, que no vio mermada su capacidad de generar energía.
- Más información: El revolucionario imán que acaba con la basura espacial: los satélites ya no caerán contra la Tierra
El problema de la basura espacial es uno cada vez mayor en España y en el resto del mundo. Si bien hay alternativas como este potentísimo rayo láser para intentar acabar con los restos en órbita la basura espacial ya ha causado estragos directos en la Tierra. Toneladas de este material se lanzaron en forma de un gigantesco palé de baterías en marzo, y uno de sus pedazos llegó a estrellarse contra un hogar. Una compañía espacial denuncia daños en uno de sus satélites al ser alcanzado por uno de estos restos.
Hablamos de Kongsberg NanoAvionics, un modesto fabricante de equipos aeroespaciales de tamaño reducido, como satélites CubeSats, buses de satélites y similares. Su trayectoria incluye el lanzamiento de más de 40 satélites pequeños de alto rendimiento, así como buses satelitales que sirven como principal estructura de un satélite mayor.
El bus microsatélite afectado por este problema es el MP4D de la compañía, que ha publicado un completo selfie para mostrar los daños perpetrados por el impacto de dicha basura espacial (o de un micrometeroide). El satélite MP42, que fue lanzado en la órbita LEO hace dos años y medio en una misión de SpaceX, recibió en octubre el impacto de uno de estos componentes, creando un agujero de 6 milímetros en la estructura.
Un satélite dañado por la basura espacial
Kongsberg NanoAvionics dio la noticia sobre el incidente en su blog, dando cuenta del problema. El satélite "recientemente recibió un impacto inesperado de un pequeño trozo de desecho espacial o micrometeroide. El impacto creó un agujero de 6 milímetros, aproximadamente del tamaño de un garbanzo, en uno de sus paneles solares", relata la empresa.
La cámara integrada del propio satélite, que permite ver los paneles del MP42 en un ángulo de primer plano con respecto a la Tierra, ha podido captar el suceso. "Solo descubrimos el impacto gracias a una imagen tomada por su cámara selfie a bordo", expone NanoAvionics. El fallo fue descubierto en octubre de 2024, aunque desde la empresa reconocen no saber exactamente cuándo sucedió el impacto.
El suceso deja dos preguntas en el aire que Konsberg NanoAvionics no puede responder: cuándo se produjo el choque y qué lo causó. Estas son dos preguntas sin respuestas, ya que los paneles solares afectados siguieron rindiendo prácticamente igual en lo que a generación de energía refiere. Además, la última foto tomada del satélite fue en abril del 2023, por lo que hay un lapso de año y medio entre esa foto y la que recoge el daño causado.
Casi en tono de sorna, NanoAvionics explica que no pueden excluir "la posibilidad de que se trate de un satélite extraterrestre", pero ante las prácticamente nulas posibilidades de esto, la apuesta principal va en dos direcciones: un trozo de desecho espacial o un micrometeroide de apenas 6 milímetros de diámetro. Los internautas abogan más por la primera opción.
No es para menos. Citando datos de la ESA, NanoAvionics denuncia que existen cerca de 3 millones de kilos de objetos artificiales orbitando a 2.000 kilómetros de la Tierra, todos objetos creados por el hombre. "En un momento dado sólo hay 200 kilos de masa de meteorito presentes a 2.000 kilómetros de la superficie de la Tierra". Es decir, que es bastante más probable por estadística que el impacto lo haya causado un trozo de basura espacial.
Los datos que da NanoAvionics refuerzan enormemente esta teoría. En dicha cifra de 3 millones de kilos, se encuentran actualmente los satélites activos e inactivos, así como las etapas de los cohetes lanzados al espacio. Alrededor de 60.000 kilos de este material se encuentra entre los 9.000 objetos restantes que actualmente están siendo rastreados por los sensores de vigilancia espacial ubicados en la Tierra.
A todo esto hay que sumarle que las propias partículas de menor tamaño en órbita son bastante comunes. La misión LDEF de la NASA, lanzada en el año 1984, registró en su período de 6 años de actividad 140 cráteres de impacto significativo por metro cuadrado, con cráteres de impacto que oscilan en tamaños de 0,1 a 3 milímetros de diámetro. Por supuesto, las colisiones de micrometeroides, completamente naturales, son muy estables y por ende no pueden ser totalmente descartadas.
Sea como fuere, NanoAvionics ha aprovechado el anuncio para hablar sobre la cada vez más creciente problemática de la basura espacial, solicitando que las futuras operaciones espaciales "sean responsables". La firma recuerda que la compañía fue una de las involucradas en la llamada "Carta de Basura Cero", un compromiso que aspira a conseguir la eliminación total de los desechos espaciales para 2030. Una misiva firmada por doce países en el Consejo del Espacio de la ESA y la UE en 2024.