El refuerzo de Marruecos para sus cazas F-16: 500 bombas guiadas por láser y 30 misiles con 150 km de alcance
- Rabat acaba de recibir la aprobación del Departamento de Estado de EEUU para la adquisición de nuevas municiones compatibles con el F-16.
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Marruecos se despide del 2024 con la intención de incorporar nuevos efectivos a su ya nutrido arsenal de armamento. Mientras el presidente del Gobierno de España Pedro Sánchez lidera en Rabat la Internacional Socialista, desde las esferas militares del reino de Mohamed VI gestionan la adquisición de bombas guiadas y misiles aire-aire a su socio Estados Unidos.
Ambas municiones se han gestionado a través de sendos contratos que acaban de ser aprobados por la Agencia de Cooperación para la Seguridad de la Defensa (DSCA) de Estados Unidos. "El Departamento de Estado ha tomado la decisión de aprobar una posible venta militar extranjera al Reino de Marruecos de bombas de pequeño tamaño GBU-39B", según reza el comunicado.
Exactamente, la misma fórmula sintáctica aplican desde la DSCA para aprobar la posible venta de los misiles AIM-120C, un tipo de arma compatible con los cazas F-16 que opera la Fuerza Aérea Real marroquí. Este tipo de trámite es uno de los últimos pasos antes de cerrar la adquisición final del material y se realiza tras la petición del país comprador y el beneplácito del Departamento de Estado. Ahora solo queda que el Congreso de EEUU lo apruebe.
Nuevos misiles
El contrato planteado desde Marruecos estima un montante de 85 millones de euros para la adquisición de los misiles y el equipamiento accesorio. Según explica la DSCA en la nota, la solicitud se compone de 30 unidades del AIM-120C-8, un misil aire-aire de medio radio, y una sección de guía del mismo modelo. Este último elemento parece ser un accesorio de repuesto por si el sistema de guiado de alguno de los misiles se estropeara.
También se incluyen kits de telemetría compatibles con el modelo de misil, repuestos de la sección de control y contenedores, equipo de reprogramación, software clasificado, ayuda logística, documentación clasificada y otros accesorios.
"Esta venta propuesta apoyará la política exterior y la seguridad nacional de Estados Unidos al ayudar a mejorar la seguridad de un importante aliado no perteneciente a la OTAN", explican. Desde la DSCA también añaden que Marruecos "sigue siendo una fuerza importante para la estabilidad política y el progreso económico de África".
La misma Agencia, dependiente del Departamento de Estado, explica que el Reino de Marruecos mejorará su capacidad para "hacer frente a las amenazas actuales y futuras al garantizar la disposición de municiones aire-aire modernas y capaces para cumplir su misión y proteger sus fronteras y aguas territoriales". Asimismo también mencionan la lucha antiterrorista y el tráfico ilegal como áreas de participación.
Los AIM-120C se integrarán a bordo de los recientemente adquiridos cazas F-16 Bloque 72, los más modernos de cuantos tiene en su flota operativa. El contratista principal será RTX Corporation, con sede en Tucson (Arizona, Estados Unidos), quien se encargará de suministrar los misiles una vez se apruebe en el Congreso.
Si bien el número de misiles parece muy limitado, es posible que este contrato sea la punta de lanza de sucesivas adquisiciones posteriores. Una vez se obtiene el beneplácito de la DSCA y del Congreso estadounidense, los trámites para comprar más unidades de un mismo tipo de arma se suavizan considerablemente.
El AIM-120 AMRAAM, como se conoce oficialmente, es un misil desarrollado en los años 80 y que lleva operativo desde 1991 como uno de los más populares de todo el mundo. En su historial se encuentran conflictos como la guerra del Golfo, la de Bosnia o la más reciente entre Rusia y Ucrania.
El buen comportamiento en el campo de batalla precipitó el desarrollo de versiones cada vez más avanzadas tecnológicamente a medida que pasaban los años. El AIM-120C-8 elegido por Marruecos es el último de los modelos en venderse a terceros países como versión de exportación del AIM-120D-3.
Cuenta con un hardware modernizado y permite actualizaciones de software futuras. "El misil aporta una enorme capacidad para contrarrestar amenazas actuales y futuras y está preparado para recibir mejoras continuas del software Agile", recalcan desde RTX.
Cada uno de los misiles tiene un peso alrededor de los 150 kilogramos —con una cabeza de guerra de 20 kilogramos— repartidos en 3,7 metros de largo por 18 centímetros de diámetro. Pueden recorrer más de 150 kilómetros a una velocidad 4 veces la del sonido gracias a un motor cohete de combustible sólido.
Lote de 500 bombas
El mismo día que la DSCA aprobaba la adquisición delos AIM-120, la Agencia gubernamental estadounidense hacía lo propio con las bombas GBU-39B. Este último registra un precio de 84 millones de euros para la compra de 500 unidades del modelo de producción estándar junto a 2 bombas extra para realizar prácticas.
El acuerdo, que deberá de ser refrendado por el Congreso de EEUU, también incluye sistemas accesorios, consumibles, soporte técnico, entrenamiento personal y el transporte desde el país norteamericano. "Esta capacidad también reforzará las operaciones combinadas y aumentará la interoperabilidad entre la Fuerza Aérea estadounidense y la Real Fuerza Aérea marroquí", explican desde la DSCA.
Boeing, el fabricante de esta munición, desarrolló la plataforma a principios de los años 2000 con el fin de sustituir el modelo Mak 84, que llevaba operativa desde los años 50. La GBU-39 se puso en servicio en el 2006 y, desde entonces, ha tenido un gran éxito a nivel comercial internacional.
Este medio millar de nuevas bombas corresponde al segundo lote que Marruecos solitica a Estados Unidos. El primero se llevó a cabo en 2019 junto con los cazas F-16 Block 72 que serán los encargados de soltar las GBU-39.
Este modelo en particular cuenta con una masa total de 129 kilogramos —de los que 93 kilogramos son explosivos— en 1.80 metros de largo y 19 centímetros de diámetro. La principal innovación que incluye esta bomba es un sistema de guiado que emplea una serie de superficies de vuelos desplegables junto a un buscador láser.
La operativa consiste en el apuntamiento del objetivo mediante uno de esos láseres y la posterior suelta de la GBU-39. La bomba empleará la fuerza gravitatoria para descender a gran velocidad mientras utiliza sus alerones para dirigirse al lugar de impacto. Cuentan, además, con un elevado poder explosivo que consigue penetrar hasta 90 centímetros de hormigón armado.