S-500 Prometeus

S-500 Prometeus Ministerio de Defensa de Rusia

Defensa y Espacio

Prometeus, el nuevo escudo antiaéreo de Rusia: derriba misiles hipersónicos y neutraliza satélites espaciales

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Lejos de aletargarse, la industria militar rusa se encuentra trabajando a pleno rendimiento en los diversos programas armamentísticos vigentes cuando la guerra con Ucrania va camino a cumplir su tercer aniversario. El último sistema en ponerse en activo es el escudo antiaéreo S-500. Está especialmente diseñado para lidiar contra ataques hipersónicos y derribar satélites en la órbita terrestre, ambas capacidades carentes en España, mientras refuerza su alianza con Corea del Norte.

"Se está completando la formación del primer regimiento equipado con el sistema de misiles antiaéreos S-500", anunció Valeri Gerasimov, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, tal y como recoge TASS. "Es capaz de resolver tareas estratégicas de defensa antimisiles".

A principios de 2024, el ministro de Defensa ruso Sergei Shoigu anunció que el sistema se entregaría a las Fuerzas Armadas antes de la finalización de ese año, algo que parece han cumplido. El siguiente paso del Kremlin, una vez finalicen los entrenamientos del personal encargado de la operación del S-500, es el despliegue en el campo de batalla, donde intentará repeler los ataques de la munición occidental proporcionada a Ucrania.

Cúpula antimisiles

Rusia comenzó a desarrollar el S-500 en el año 2010, según el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS). Abrió para ello dos plantas de fabricación en 2016 y, tres años después, comenzó la producción para las Fuerzas Aeroespaciales contraladas desde Moscú. En un principio, los plazos apuntaban al 2022 como el momento de puesta en servicio de la plataforma, algo que se ha alargado hasta ahora.

El Kremlin ha planteado dos versiones diferentes para el S-500, denominado popularmente Prometeus. Una diseñada específicamente para la defensa aérea de largo radio y, la segunda, como una defensa antimisiles, mucho más concentrada y especializada en lidiar con esas amenazas.

S-500

S-500 Ministerio de Defensa de Rusia

De esta forma, el propósito de este nuevo sistema es mejorar los S-300 y S-400 que actualmente se encuentran en activo y que han tenido un papel fundamental en la guerra de Ucrania. Una de las mejoras más importantes, tal y como recoge Army Recognition, es la capacidad de interceptar misiles balísticos intercontinentales, misiles hipersónicos e incluso satélites posicionado en la órbita baja de la Tierra.

Estas capacidades anunciadas van acompañadas un salto tecnológico de la misma talla. El S-500 puede identificar amenazas en un radio superior como nunca antes se había visto. Con esto consiguen proporcionar un paraguas mucho más amplio a la zona de protección encomendada.

"El sistema cuenta con cuatro vehículos de radar por cada una de las baterías desplegadas", recoge el CSIS. Esta matriz permite "al S-500 detectar objetivos balísticos y aéreos a una distancia de hasta 2.000 y 800 kilómetros, respectivamente".

Otra importante ventaja, como se apuntó anteriormente, es que el Prometeus puede atacar a satélites situados en la órbita baja terrestre, una región del espacio que va desde los 200 a los 1.500 kilómetros de altitud, aproximadamente. El Kremlin contará, de forma inminente, con un poder táctico que hasta ahora estaba reservado a algunos tipos de misiles balísticos especialmente diseñados para ello y varios órdenes más costosos de fabricar y lanzar.

Versión acortada del S-500

Versión acortada del S-500 Ministerio de Defensa de Rusia

La rama espacial es una de las que más ha crecido en los últimos años y los satélites cada vez tienen más peso en algunas áreas militares y de inteligencia. Más allá de ese tipo de orbitadores, Rusia también podría atacar a plataformas de telecomunicaciones o satélites meteorológicos.

Por ahora, Estados Unidos basa su estrategia de cúpula antiaéreas y antimisiles en los sistemas Patriot y en el Aegis, ambos presentes en España. Sin embargo, la capacidad de neutralizar amenazas hipersónicas continúa estando en punto muerto y los contratistas tradicionales del país americano trabajan a contrarreloj desde hace años para conseguir una plataforma efectiva.

Misil de EEUU

La noticia de los últimos pasos de la integración en el servicio activo del S-500 han llegado sólo unos días después del anuncio de la segunda prueba exitosa del misil hipersónico Dark Eagle por parte de Estados Unidos. Además, este último ensayo se ejecutó con "fuego real del sistema", según un comunicado del Pentágono.

Dark Eagle se encuadra dentro del programa Arma Hipersónica de Largo Alcance (LRHW, en sus siglas en inglés) y lleva cociéndose desde el 2015. En 2019 se seleccionó a las compañías Dynetics, Northrop Grumman y Lockheed Martin para el desarrollo de un misil que pueda volar más allá de 5 veces la velocidad del sonido.

Lanzamiento del misil Dark Eagle

Lanzamiento del misil Dark Eagle Departamento de Defensa de Estados Unidos Omicrono

El arma consiste en un gran cohete propulsor de dos etapas, más de 7.400 kg de peso y menos de 1 metro de diámetro, que transporta el Cuerpo de Planeo Hipersónico Común (C-HGB) en un cono de ojiva. Es capaz de alcanzar Mach 17, o lo que es lo mismo, más de 20.000 km/h, velocidad similar a la que llegan los vehículos espaciales en su reentrada a la Tierra.

Eso, junto a un rango superior a los 2.700 km, ofrece según la US Navy "una combinación de velocidad, alcance, maniobrabilidad y altitud que permite derrotar con rapidez y gran capacidad de supervivencia a objetivos en los que el tiempo es un factor crítico y que están fuertemente defendidos".

La demostración de que puede acoplarse a una unidad de lanzamiento con capacidad para dos misiles adaptada a un remolque de camión aporta un grado fundamental de movilidad, imprescindible para no convertirse en un objetivo fácil para el adversario. Sus capacidades superan las de los misiles de crucero y otros sistemas de ataque de precisión, y son especialmente decisivas "en entornos anti acceso o de negación de área", según el teniente general Robert A. Rasch, director de Hipersónica, Energía Dirigida, Espacio y Adquisiciones Rápidas de la RCCTO (la Oficina de Capacidades Rápidas y Tecnologías Críticas del Departamento de Defensa).