Prototipo de cañón electromagnético para la Armada de EEUU

Prototipo de cañón electromagnético para la Armada de EEUU BAE Systems Omicrono

Defensa y Espacio

EEUU ya prepara el arma definitiva: un cañón de riel electromagnético que dispara proyectiles a 7.000 km/h

El US Army ha firmado el contrato para el desarrollo de un prototipo de batería terrestre móvil basado en tecnología electromagnética.

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Los desarrollos armamentísticos más importantes en los que están trabajando actualmente países como EEUU, China o Rusia están relacionados con misiles hipersónicos como Oreshnik, con el que Putin amenaza a toda Europa desde Minsk, o Dark Eagle, que podría acabar con las defensas aéreas de Moscú en minutos. En paralelo, estas mismas potencias y otros países como Japón (España ni está ni se le espera) llevan más de una década intentado incorporar a su arsenal el antídoto perfecto contra esos mismos misiles: el cañón de riel electromagnético o railgun, un arma que parece salida de una película de ciencia ficción.

Las dificultades para diseñar y poner en servicio estos cañones, que utilizan campos magnéticos para lanzar proyectiles a velocidades extremas superiores a Mach 7,5 (más de 9.000 km/h), han generado un buen agujero en el presupuesto militar estadounidense. Tras abandonar el ambicioso proyecto de incorporarlos en los buques de guerra de la US Navy, el Ejército estadounidense ha cogido el relevo y ha encargado a BAE Systems un prototipo de obús autopropulsado de 155 mm con esta tecnología para abatir todo tipo de objetivos aéreos, desde helicópteros y drones hasta cazas de combate o misiles. 

La Oficina de Tecnologías Críticas y Capacidades Rápidas (RCCTO) del Ejército anunció el 20 de diciembre el contrato con la multinacional británica para la fabricación de un Cañón de Artillería Multidominio (MDAC, por sus siglas en inglés). Este nuevo mecanismo de contratación pretende acelerar la investigación y el desarrollo de prototipos clave para las agencias gubernamentales de EEUU, que intentan adelantarse a otras potencias como China en una tecnología militar crítica para las próximas décadas.

Uno de los cañones de riel desarrollados por el PLA chino

Uno de los cañones de riel desarrollados por el PLA chino PLA Omicrono

A diferencia de los railgun propuestos hasta la fecha, basados en plataformas marítimas, el MDAC es una batería terrestre móvil. En el documento del RCCTO se mencionan "ocho cañones de artillería multidominio (MDAC), cuatro radares de precisión multifunción (MFPR), dos gestores de batalla multidominio (MDBM) y, por separado, no menos de 144 proyectiles de hipervelocidad (HVP)". Y en el acuerdo no sólo figura la entrega de una batería completa para finales de 2027, sino también una demostración operativa en 2028.

El principal cometido de este novedoso armamento sería "la defensa de ubicaciones fijas y semifijas" contra todo tipo de amenazas aéreas. Funcionaría como el complemento perfecto de las defensas antiaéreas con las que ya opera el ejército estadounidense, y gracias a su gran velocidad de disparo y recarga haría inservible cualquier contramedida o maniobra de evasión.

Qué es un cañón de riel

Estos enormes cañones, que forman parte ya del imaginario popular gracias a películas y videojuegos futuristas, tienen una dilatada trayectoria. Su primer adalid fue Louis Octave Fauchon-Villeplee, un inventor francés que propuso en 1918 y patentó años después el denominado aparato eléctrico para propulsar proyectiles. ​

Su diseño se basaba en dos barras metálicas conductoras paralelas, conectadas con proyectil por sus aletas. Al aplicar en los rieles una corriente eléctrica de gran intensidad, se genera un campo magnético que acelera a gran velocidad el proyectil hacia el exterior del cañón.

Prototipo del cañón de riel de General Atomics

Prototipo del cañón de riel de General Atomics General Atomics Omicrono

Entre sus teóricas ventajas frente a otros sistemas, los cañones de riel electromagnéticos destacan por la alta velocidad lograda por los proyectiles, de hasta 7,5 Mach (9.261 km/h) y 200 km de alcance según algunos experimentos realizados hasta la fecha.

Otro punto a su favor es que permite el lanzamiento continuo. A diferencia de los cañones convencionales, donde cada tiro supone una carga individual en el tubo, el formato electromagnético permite disparar un proyectil tras otro con una cadencia bajísima.

Su otra baza fundamental es que no necesita ningún tipo de combustible ni propulsor químico, sólo proyectiles cinéticos fabricados en acero y materiales como el volframio para penetrar en distintos tipos de blindajes. Eso implica una importante reducción de costes en el desarrollo y producción de la munición, además de menores daños colaterales y mayor precisión.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército alemán llevó a cabo varias investigaciones con el objetivo de construir un cañón antiaéreo electromagnético, aunque no logró dar el paso decisivo hacia su fabricación. Los problemas que enfrentaron los nazis fueron los mismos que siguen frenando el desarrollo de este tipo de armamento en la actualidad: el alto coste energético de cada disparo, el rápido desgaste del cañón y las altísimas temperaturas que tiene que soportar.

Proyectiles HPV

Proyectiles HPV BAE Systems Omicrono

A partir de 2005, la US Navy empezó a trabajar en el desarrollo del EMRG (siglas de electromagnetic railgun), y durante los siguientes 15 años lo financió con hasta 500 millones de dólares, antes de abandonar definitivamente el proyecto. El objetivo era lanzar proyectiles desde destructores como el USS Zumwalt a velocidades de entre Mach 5,9 y Mach 7,4 a nivel del mar. 

Aunque la iniciativa fue oficialmente pausada en 2021, BAE Systems llegó a desarrollar los proyectiles de hipervelocidad (HPV), que cuentan con guiado de nueva generación, baja resistencia aerodinámica y son capaces de ejecutar múltiples misiones para diversos sistemas de armas de 155 mm.

"El diseño aerodinámico de baja resistencia del HVP permite una gran velocidad, maniobrabilidad y reducción del tiempo hasta el objetivo", señala la compañía en su página web. "Estos atributos, junto con una electrónica de guiado precisa, proporcionan una eficacia de misión de bajo coste contra las amenazas actuales y la capacidad de adaptarse a las amenazas aéreas y de superficie del futuro".

Plataforma móvil

Todavía es muy pronto para conocer los detalles y especificaciones del MDAC, pero las intenciones previas del Ejército estadounidense dan pistas sobre el futuro prototipo. Según The War Zone, el US Army publicó el pasado mes de julio una solicitud de información sobre un obús de 155 mm sobre ruedas con "capacidad de disparo de armas a distancia", "alta cadencia de fuego con HVP", "gran capacidad de cargador" y "tiempo de reabastecimiento rápido de munición (manual y automatizado)".

Diseño preliminar del MDAC

Diseño preliminar del MDAC US Army Omicrono

Anteriores informaciones sobre el MDAC también indicaban la necesidad de que quepa en un avión de carga C-130, para poder desplegarlo en distintos tipos de operaciones, incluso en terreno enemigo. Los indicios empujan a pensar en el obús autopropulsado Archer de 155 mm

Este vehículo militar, desarrollado por una filial de BAE Systems, la sueca Bofors, tiene una gran velocidad de despliegue con sólo 14 segundos. El Archer puede disparar el primer proyectil en 23 segundos, las siguientes tres en 74 segundos. Su gran capacidad de desplazamiento y el cargador automático de 21 cartuchos también son datos a su favor. Sin embargo, sus dimensiones lo hacen incompatible con el transporte en los C-130, por lo que debería adaptarse a este requisito.

La otra opción es que BAE Systems esté trabajando en un vehículo nuevo que se adapte como un guante a las necesidades del US Army. En los diseños previos del MDAC que han mostrado tanto el Ejército de Tierra como el Ejército del Aire, podría estar basado en los camiones de la Familia de Vehículos Tácticos Medios (FMTV) de Oshkosh Defense, con un chasis de 6x6. 

Sin embargo, todavía quedan muchas incógnitas por despejar, sobre todo en torno a las necesidades energéticas y al diseño del propio cañón para hacerlo resistente a la fricción y a las altas temperaturas que implican cada disparo. Mientras tanto, China sigue avanzando hacia la entrada en servicio de su propio railgun en la Marina del PLA. En sus últimas pruebas consiguieron disparar un proyectil de 124 kilogramos a 7.000 kilómetros por hora, con un alcance de hasta 200 kilómetros.