El X-59, junto a un avión de investigación F-15D de la NASA, en las pruebas.

El X-59, junto a un avión de investigación F-15D de la NASA, en las pruebas. NASA / Carla Thomas Omicrono

Defensa y Espacio

El Concorde silencioso de la NASA sigue adelante: el avión X-59 superó con éxito las pruebas electromagnéticas

El avión experimental de la agencia espacial ha conseguido realizar una serie de tests que confirman el funcionamiento de sus sistemas.

Más información: La NASA avanza en el 'Concorde' silencioso: realizará pruebas en el X-59 para medir las ondas de choque que producirá al volar

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Los aficionados de la aviación siguen de cerca los avances en torno al X-59 Quiet Supersonic Aircraft, el avión supersónico experimental de la NASA que aspira a revivir el sueño de la aviación supersónica comercial. El dispositivo aún está a la espera de volar por primera vez; sin embargo, no para de prepararse para ello. En mayo completaron una revisión histórica para poder realizar su primer vuelo inaugural, y en noviembre pudo encender su motor por primera vez. La NASA acaba de confirmar el éxito de unas nuevas pruebas tremendamente importantes.

Según ha podido adelantar la agencia espacial estadounidense, el X-59 pudo completar las llamadas pruebas magnéticas, que pusieron a prueba los sistemas de la aeronave contra interferencias electromagnéticas. Dichos fenómenos pueden afectar no solo a la operabilidad del X-59, sino al funcionamiento de sus sistemas internos. Afortunadamente, el avión supersónico pudo pasar sin problema estos tests.

Las pruebas se llevaron a cabo en las instalacionesde Skunk Works, contratista de Lockheed Martin en Palmdale, California. Las pruebas pudieron confirmar que los sistemas a bordo del X-59, tales como sensores o equipos de navegación no interfirían entre sí ni causaban problemas inesperados; los ingenieros pudieron activar uno a uno los sistemas monitoreando los demás sistemas para detectar interferencias.

EL X-59 supera otro test para volar

Pero ¿qué es una interferencia electromagnética? Este tipo de fenómenos se producen cuando una fuente de campo eléctrico o magnético puede afectar gravemente a las operaciones de una aeronave y por consecuencia, a su seguridad. La interferencia puede ser producida tanto de forma externa como por el propio equipo de la aeronave, lo que en los peores escenarios puede alterar severamente las señales electrónicas que controlan los sistemas críticos.

Un ejemplo popular sería, por ejemplo, las interferencias en forma de electricidad estática o interferencias que provocan los teléfonos cuando están cerca de un dispositivo de radio. Según la NASA la prueba que se realizó tiene el sobrenombre de prueba "fuente víctima", que consiste en activar un sistema y monitorear otro para detectar fallos, errores, ruidos, etcétera.

El X-59, junto a un avión de investigación F-15D de la NASA.

El X-59, junto a un avión de investigación F-15D de la NASA. NASA / Carla Thomas Omicrono

No solo eso; en pos de seguir con este tipo de pruebas de interferencias electromagnéticas, los responsables del X-59 examinaron detenidamente el funcionamiento del tren de aterrizaje, comprobando si este se podía extender y retraerse sin que esto afectase al resto de sistemas. También pudieron probar que el interruptor de apagado del combustible pudiera funcionar sin interferencias; incluso se evaluó la compatibilidad electromagnética de los sistemas poniendo cerca del X-59 otras aeronaves de investigación.

Para ello, los investigadores movieron el avion para posicionarlo cerca de un F-15D de la NASA, colocándolo a unos 14 metros en primer lugar y luego a unos 150 metros. "La proximidad de las dos aeronaves replicó las condiciones necesarias para que el F-15D usara una sonda especial para recopilar mediciones sobre las ondas de choque que producirá el X-59", explicó la NASA en su comunicado.

Yohan Lin, responsable de aviónica del X-59 de la NASA, pudo certificar el éxito del avión. "Llegar a esta fase demuestra que la integración de la aeronave está avanzando", explicó Lin. "Es emocionante ver el progreso, sabiendo que hemos superado un importante obstáculo que nos acerca al primer vuelo del X-59".

Además, encendieron el motor principal del X-59 mientras se encendían el radar, el transpondedor de radar de banda C y las radios del F-15D. "Lo que se busca es descubrir cualquier posible interferencia electromagnética o problemas de compatibilidad electromagnética en tierra primero", dijo Lin. Eso sí, aún quedan las pruebas con aves de aluminio, durante las cuales se enviarán datos de la aeronave en tierra en condiciones normales y de falla, dice la NASA.

El objetivo último de la NASA con este avión es la de poder allanar el camino a una nueva generación de aviones supersónicos comerciales que puedan superar la barrera del sonido, pero de forma silenciosa, haciéndolo de la forma menos perturbadora posible evitando el problema de la bomba sónica, motivo principal por el que las normativas actuales prohíben en esencia los vuelos supersónicos convencionales.

Y es que desde hace más de 50 años, reguladores y administraciones que controlan la navegación aeréa en muchos países del mundo prohíben que una aeronave pase a modo supersónico sobre tierra firme, debido a la bomba sónica que se produce cuando se rompe la barrera del sonido y que puede generar un importante impacto sonoro en fauna y ciudadanos. Tan solo los aviones militares pueden hacerlo, siempre y cuando tengan permiso para ello.

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En su lugar, el X-59 generará "un ruido sordo en lugar de un fuerte estruendo mientras vuela a una velocidad superior a la del sonido", dice la NASA. Este avión buscará proporcionar información clave a los reguladores para ayudar "a levantar las prohibiciones actuales sobre los vuelos comerciales supersónicos sobre la tierra". En este sentido, firmas como Boom Supersonic prometen incluso eliminar la bomba sónica de la ecuación, abriendo todavía más este futuro de aviación supersónica.