Seeing I

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Hardware

Experimentando la vida de otra persona con la realidad virtual

23 noviembre, 2014 20:26

La realidad virtual está de moda. A diario aparecen nuevos proyectos e ideas para llevar a cabo en cascos o gafas de realidad virtual. Normalmente en este campo encontramos videojuegos o pequeñas curiosidades como la experiencia de vivir la vida o conducir en tercera persona. Pero lo que os vamos a mostrar algo muy diferente de lo que estamos acostumbrados a ver en el mundo de la realidad virtual, nada más y nada menos que un experimento social bastante complejo; un hombre “vivirá” la vida de otra persona a la que no conoce durante 28 días, 24 horas al día.

Una nueva vida

El experimento se llama Seeing I y se está financiando vía Kickstarter. La idea de esta investigación es comprobar los efectos que puede tener en una persona dejar por completo de lado su propia identidad durante un mes. A lo largo de ese periodo de tiempo Mark Farid, un artista que se ha presentado como voluntario para esta prueba, estará viviendo en una pequeña habitación y solo dispondrá de una cama, un retrete, una ducha y, por supuesto, las gafas de realidad virtual.

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Durante 23 de las 24 horas del día Mark estará en la habitación con las gafas de realidad virtual puestas viendo y oyendo en directo lo mismo que una persona a la que han bautizado como “el Otro” (“the Other” en inglés). Cuando “el Otro” vaya al baño Mark irá al baño, cuando “el Otro” coma Mark comerá, y cuando “el Otro” se vaya a dormir Mark hablará durante una hora con su psicólogo (el único contacto que tendrá con alguien durante el experimento) y luego se irá a dormir. Verdaderamente Mark estará viviendo una vida, pero sin capacidad de tomar decisiones sobre ella, como si alguien pasará todo el día durante un mes viendo “El Show de Truman” solo que en este caso el experimento no será Truman, sino el espectador.

“el Otro”

Pero a mi lo que más me ha sorprendido es que el temporal cambio de personalidad de Mark va a ser realmente agresivo ya que no sabrá nada de “el Otro” hasta que comience el experimento, excepto que se tratará de un hombre heterosexual y que está en una relación. Esto supone también un gran compromiso por parte de “el Otro” y de su pareja, ya que debe tratarse de una pareja real, no debe haber nada forzado que interfiera en el experimento y por tanto tanto “el Otro” como su pareja perderán por completo su privacidad durante un mes. No podrán ocultar nada a los ojos de Mark, ya que parte del deber de “el Otro” es no censurar nada a Mark, y cuando digo nada es nada, ni los momentos más privados; no, ni ese momento en el que estás pensando lo puede censurar.

Además, para que Mark pueda ver en directo lo mismo que “el Otro” este deberá llevar puestas las 24 horas del día unas gafas con un aspecto que en teoría será el de unas gafas convencionales y que grabará un campo de visión de 180 grados, además de que incluirá dos micrófonos para poder grabar también todo el sonido.

¿Por qué 28 días?

Seguro que alguna habéis oído, y sino ahora ya lo sabéis, que normalmente una persona, excepto que padezca Síndrome de Aspergen, autismo o alguna enfermedad similar, tarda 3 semanas en acostumbrarse a un cambio. Pero como comprenderéis esta no es una cifra exacta, tan solo una aproximación; es por eso que para asegurarse de que Mark llega a asumir como “normal” su nueva personalidad y así poder dar por válidos los resultados de la investigación han dado a esas famosas 3 semanas una cuarta semana de margen.

Un experimento humano con el que no todos estarán de acuerdo

Pero más allá del proyecto en si mismo, de sus objetivos y de sus particularidades, es innegable que se trata de un experimento humano que puede tener consecuencias nefastas. Y aunque obviamente Mark es un voluntario el hecho de utilizar a una persona como objeto para experimentar es algo con lo que muchos pueden estar en desacuerdo desde un punto de vista de moral, aparte de que la reacción de amigos y familiares de Mark en caso de que se le vaya la cabeza puede ser terrible.

Colabora

Si os ha gustado la idea del experimento y queréis ver como acaba la historia lo mejor que podéis hacer es colaborar con el proyecto. Y tal vez la recompensa que más os interesa a todos es la encontramos al pagar 28 libras (unos 35 euros) ya que recibiremos el mismo modelo de casco de realidad virtual que va a utilizar Mark y si todo llega a buen puerto lo recibiréis en marzo de 2015.

¿A vosotros qué os parece? ¿Estáis a favor o en contra de estos experimentos? ¿Os prestaríais voluntarios para ser “el Otro” o Mark? ¿Esperabais que la realidad virtual pudiese llegar a usarse para cosas como esta?