Con nuestro análisis del Sandisk SSD Plus de 120 GB, intentaremos llegar a la conclusión de si este es el mejor SSD de entrada que puedes conseguir.

¿La lentitud de tu ordenador te está desesperando, pero no puedes permitirte una actualización completa? Entonces seguro que estás mirando partes de ordenador y haciendo cálculos mentales, pensando qué pieza deberías cambiar primero.

Mi recomendación es que te olvides de los sospechosos habituales, la memoria y el procesador. Sí, tienen importancia en el rendimiento del sistema, pero si sólo cambias uno de ellos realmente no notarás una gran diferencia. En vez de eso, fíjate en tu disco duro.

El SSD, la fuente de la juventud para los ordenadores viejos

Si aún tienes el sistema operativo instalado en un disco duro, ese probablemente sea el principal cuello de botella de tu dispositivo, y notarás una gran mejora si lo cambias por un SSD, incluso si es el más barato que encuentres.

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La diferencia entre un SSD y un disco duro tradicional (HDD) es que no usa partes mecánicas, no usa un “disco” para guardar datos, sino memorias NAND, como las de tu memoria USB. Lo malo de el coste por GB es mucho mayor que en los HDD, por lo que estos últimos siempre los encontrarás más baratos, aunque eso está cambiando poco a poco. A cambio, las velocidades de lectura y escritura son muy superiores.

Esta mejora es inmediata y relativamente barata comparada con el resto de componentes de un ordenador, y todo gracias a unidades como la que Sandisk nos ha pasado para que probemos.

Un SSD por 40 €, ¿merece la pena?

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El Sandisk SSD Plus es uno de los mejores ejemplos de SSD baratos que podemos encontrarnos en el mercado. La unidad de 120 GB que analizamos tiene un coste en el mercado de apenas 39.95 €, mientras que la versión con el doble de capacidad cuesta 63 € y la de 480 GB, 122.91 €. Se mire como se mire, eso es muy barato, no comparado con un HDD, pero sí comparado con otros fabricantes.

Tampoco nos tenemos que ir tan lejos, hace un par de años estos precios eran imposibles. Está claro que el mercado ha evolucionado mucho desde entonces, y los SSD son muy populares, pero ¿realmente supone un SSD barato como el SSD Plus de Sandisk una mejora notable? Vamos a averiguarlo.

El Sandisk SSD Plus, a fondo

Una vez que abrimos la roja caja en la que viene el Sandisk SSD Plus, nos encontraremos con la unidad SSD y los manuales. No se incluye ningún cable SATA; aunque esto es lo normal en el mercado, cabe preguntarse si no sería una adición razonable. Al fin y al cabo, muchos de los usuarios que se compren estos SSD tienen los conocimientos justos sobre ordenadores y sólo quieren mejorar el rendimiento de su ordenador de manera barata.

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Tampoco se incluye el disco de instalación, que es sustituido por una hoja con los enlaces de descarga de las aplicaciones de Sandisk, aunque esto último es algo más comprensible en esta era de Internet, y ayuda a mantener los precios bajo control.

La unidad SSD en sí no es nada destacable, es un SSD como cualquier otro, con un diseño en color negro clásico y una pegatina con la marca y la gama a la que pertenece; está claro que no es una unidad para presumir, y que si buscas un diseño atractivo (por ejemplo, para una caja transparente), no lo vas a encontrar aquí. No es que sea un problema, claro, teniendo en cuenta que si estás buscando un SSD en este rango de precio, probablemente el diseño esté en la parte baja de tu lista de prioridades.

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En el frontal nos encontramos las dos conexiones que necesitaremos. Primero el cable SATA; el SSD Plus es compatible con conexiones SATA 3.0 de 6 Gbit/segundo, por lo que deberías poder sacarle todo el partido con una placa base que sea del 2012 en adelante aproximadamente (aunque hay algunas que ya tenían SATA 3.0 antes).

Si tu placa base sólo es compatible con SATA 2.0, no temas, porque puedes usar dispositivos SATA 3.0 sin problemas. Eso sí, no podrás aprovechar toda la velocidad del dispositivo y estarás limitado a los 3 Gbit/segundo de SATA 2.0, pero pese a todo deberías notar una diferencia a mejor.

El segundo cable que debes conectar es el de la fuente. Todas las fuentes modernas incluyen conexiones SATA, pero si tu fuente no la tiene deberías poder usar un adaptador IDE/SATA para aprovechar la conexión de cuatro pines que normalmente usamos para discos duros IDE.

Una mejora de rendimiento notable frente a los discos duros

Una vez instalado, el SSD Plus se comporta como podríamos esperar. En su página oficial, Sandisk promete una velocidad de lectura de 520 MB/s, y una velocidad de escritura de 180 MB/s. Por supuesto, eso es sólo la teoría; a la hora de la verdad, hay muchos aspectos que afectan al funcionamiento de un SSD. Puede que en un laboratorio y en condiciones perfectas se alcance esa velocidad, pero ¿y en el uso que le damos día a día?

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En un AMD Athlon X4 750K montado en una ASRock FM2A75 y 8 GB DDR3, las pruebas con HD Tune Pro revelaron una velocidad de lectura media de 400 MB/s, aproximadamente lo mismo que con un Samsung SSD 840 EVO, también de 120 GB y muy superior a la de un disco duro convencional. Las pruebas reales con copia de archivos confirman un rendimiento similar.

Un modelo ideal para entrar en el mundillo de los SSD

Estos son datos muy buenos para los que anteriormente usaban un disco duro, pero no son excepcionales comparados con otros modelos de SSD más caros. Además, hay que tener en cuenta que este SSD está limitado por la conexión SATA de 6 Gb/s, y que por eso, la tendencia actual es usar otros formatos como M.2 o PCI Express que permitan realmente explotar las posibilidades de los chips de memoria modernos.

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En definitiva, el Sandisk SSD Plus es un SSD ideal para el usuario medio que quiera un aumento de rendimiento espectacular por un precio ridículo; parece una exageración pero puede sorprenderte cómo un SSD como este puede afectar al uso diario del ordenador. En cambio, si ya has dado el salto y buscas algo más, tal vez deberías abandonar este formato y optar por un modelo de gama alta PCI Express, por ejemplo.

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Ahora que se ha confirmado la venta de Sandisk a Western Digital, será muy interesante ver cómo evolucionan sus productos. WD es uno de los mejores fabricantes de discos duros, pero se quedaron atrás con los SSD; por contra, Sandisk es una de las empresas líderes en producción de memorias y por supuesto, SSD, así que el acuerdo tenía mucho sentido. No podemos esperar a ver cómo ambas partes se apoyarán mutuamente.