Los Intel Kaby Lake para sobremesa por fin están aquí, pero ¿tienen lo que hay que tener?

Cuando Intel anunció la nueva gama Kaby Lake el año pasado, no pudimos evitar sentir cierta decepción; “sólo” eran una evolución de Skylake, la anterior generación de procesadores.

También decepcionó que los primeros Kaby Lake saliesen en exclusiva para portátiles, pero eso se termina hoy; la presentación de los Intel Kaby Lake para sobremesa es por lo tanto el momento de la verdad.

Así son los Intel Kaby Lake para sobremesa

Para empezar, lo obvio. La séptima generación de procesadores Intel es mejor que todas las generaciones anteriores de procesadores de Intel; la mejora no es enorme, pero teniendo en cuenta que hasta ahora eran los mejores procesadores que podías comprar, no está mal.

Los modelos más potentes, y caros, serán los de la H-Series; llegando hasta los 568 dólares del i7-7920HQ.

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Con un rendimiento un 20% superior al i7-4700HQ, será una buena inversión para entusiastas que quieran lo último. Sí, es una comparación extraña, ya veremos más adelante porqué tiene sentido.

El mejor procesador Kaby Lake que puedes encontrar

Los modelos que realmente llaman la atención son los de la S-Series, porque consiguen un equilibrio entre coste y rendimiento muy interesante.

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El modelo estrella es sin duda el Core i7-7700K, con una frecuencia base de 4.2 GHz; esa era la frecuencia turbo del popular i7-6700K, así que podemos ver una mejora en la eficiencia.

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El i7-7700K es un 25% más rápido que el i7-4770K; en creación de contenido el i7-7700K también machaca a los procesadores antiguos. Es un 35% más rápido en creación de vídeo 4K en 360 grados.

Estas comparaciones con procesadores de hace tres generaciones nos dan una pista de por dónde van los tiros. Las comparaciones con Skylake son inexistentes por el momento; ya que no se espera que haya una diferencia notable que justifique la migración.

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Pese a todo, por 339 dólares el i7-7700K se planta como una genial alternativa en rendimiento/precio. El resto de modelos no varía demasiado respecto a la generación anterior, o respecto a lo que ya sabíamos el año pasado.

La gran duda es si esta pequeña actualización será suficiente para mantener el control del mercado que Intel tiene en estos momentos.

Por lo pronto, ya deberíamos empezar a ver nuevos ordenadores con estos procesadores; y será entonces cuando se demuestre su valía.

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