Microsoft ha tenido una idea bastante buena, aprovechando las últimas tecnologías en pantallas; un smartphone que se convierte en una tablet (o al revés).
El público parece haber perdido algo del entusiasmo que tenía con las tablets; las que en su momento eran consideradas las sucesoras del PC ya no atraen tantas miradas como antes.
Dispositivos versátiles que se convierten en lo que necesitamos
Una excepción son las Surface de Microsoft; han conseguido innovar principalmente gracias a su capacidad de convertirse en ordenadores portátiles. Ahora la historia se puede repetir, pero con dispositivos que pueden ser un smartphone o una tablet según nuestras necesidades.
Es lo que apunta la nueva patente registrada por los de Redmond (vía MSPoweruser). El objetivo es ofrecer un dispositivo que sea pequeño para hacer llamadas y llevarlo en el bolsillo; y que cuando queramos navegar por Internet, ver vídeos o jugar, podamos desplegarlo y tener una pantalla más grande.
El Surface Book se caracterizó por lo versátil que es la bisagra que une el teclado y la pantalla. Microsoft pretende desarrollar un sistema similar para este smartphone (aún sin nombre); la bisagra nos permitiría abrir el smartphone hasta conseguir el tamaño de pantalla que queramos.
El smartphone que se convierte en una tablet es posible con la tecnología actual
Y no creas que es una idea imposible de llevar a cabo; fabricantes como LG y Samsung llevan años desarrollando pantallas flexibles, que incluso pueden enrollarse en un tubo. Si la calidad y la resolución mejoran, este móvil sería el uso ideal para este tipo de pantallas.
Gracias a las bisagras, podríamos poner el dispositivo en varios modos; por ejemplo, para ponerlo de pie para ver una película. Por supuesto, Windows se encargaría de detectar el modo en el que estamos para mostrar el escritorio adecuado en cada momento.
Claro, que por el momento solo estamos ante una patente. La tecnología está ahí, y sería una buena oportunidad para rejuvenecer Windows Phone; incluso este podría ser el Surface Phone 2. Por el momento son sueños, pero quién sabe.