Con el lío de la salida de Windows 10 Creators Update se genera una duda que lo más pro bable es que sea común: ¿es mejor actualizar desde que se pueda o debemos aplazarlo?
Mantener actualizado nuestro dispositivo, bien sea un ordenador o bien sea un teléfono móvil es muy importante. Entre otras cosas, porque cada actualización importante (así como también muchos parches) vienen con importantes soluciones a problemas de seguridad. Pero, obviando esto, ¿es mejor actualizar nada más estar disponible la nueva versión o debemos esperar un poco?
Instalarlas al momento tiene sus ventajas, pero también sus desventajas. Las primeras son obvias: añadimos las mejoras y todas las nuevas funcionalidades que llegan con la actualización. Por otro lado, también podemos añadir todos los fallos que la empresa detrás del sistema operativo no haya descubierto (en el caso de Windows se trata de Microsoft, mientras que en el caso de los Mac se trata de Apple).
Debemos sopesar si compensa
Así como también se solucionan errores, también llegan nuevos.
Lo mejor es nunca actualizar el primer día. Se ha dado muchas veces el caso de que los primeros en actualizar a alguna versión de algún nuevo sistema operativo han salido escaldados porque se ha descubierto un fallo de seguridad muy importante. En estos casos se suele recurrir a cancelar la actualización hasta que el problema esté solucionado (si el problema es de gran magnitud como para hacer esto, claro), pero los pioneros en la actualizar ya no tendrán marcha atrás (a no ser que nuestro S.O. nos permita hacer un downgrade).
Después de identificarse los fallos de seguridad grave llega la identificación de los pequeños bugs. Son pequeños fallos que inutilizan, por lo general, funciones del sistema operativo (tanto las nuevas como las antiguas).
Una vez hemos decidido esperar a que los demás instalen la actualización para ver cómo funciona, toca elegir cuanto tiempo hacerlo. No hay que ser muy extremista con esto, pues si seguimos esta filosofía al detalle no actualizaremos nunca con el argumento de esperar a que se solucionen las actualizaciones en la próxima versión.
Lo mejor es esperar no más de 10 días. Es, por norma general, el periodo en el que se suelen detectar y solucionar los fallos más importantes. Sin embargo, se podrían llegar a tardar semanas o incluso meses en poder descubrir un fallo de seguridad.
Se ha dado el caso varias veces. Por ejemplo, Google no pudo solucionar en 7 meses una vulnerabilidad que ponía en peligro a todo aquel que tuviese un teléfono con Qualcomm (a más de 900 millones de dispositivos, vamos). No es el único caso.
¿Eres de los que actualizan al día (e incluso siendo aún una beta) o de los que esperan a que los demás lo prueben?