Los nuevos AMD Epyc son procesadores que probablemente nunca usarás; pero que te afectarán más de lo que piensas.

El resurgir de AMD continúa; después de Ryzen para el escritorio, ahora toca la segunda hornada de procesadores. Aún tendremos que esperar un poco para el ambicioso Threadripper de 16 núcleos, mientras que en el frente de los servidores los nuevos Epyc acaban de ser presentados.

La historia es parecida al escritorio: Intel domina el mercado en la actualidad con sus procesadores Xeon, la opción por defecto prácticamente. Eso puede cambiar con los nuevos Epyc, centrados en ofrecer una inmensa cantidad de núcleos e hilos para cubrir todas las necesidades del cliente.

Cuatro procesadores Zen unidos para los nuevos AMD Epyc

Epyc se basa en la misma plataforma Zen de los Ryzen de escritorio, con una gran diferencia; mientras que los Ryzen consisten en uno solo de estos procesadores, un Epyc es, a efectos prácticos, cuatro procesadores Zen unidos.

Sí, suena algo bruto, pero AMD asegura que gracias a este esquema ha sido capaz de romper las limitaciones de la ley de Moore; cada procesador está unido a los demás por Infinity Fabric, asegurando la comunicación no solo entre CPUs sino también con las nuevas gráficas Vega de AMD.

Como resultado de unir todos esos procesadores, Epyc es, a falta de una palabra mejor, épico. El modelo más básico, el Epyc 7251, “sólo” cuenta con 8 núcleos y 16 hilos a frecuencias entre 2.1 y 2.9 GHz, con un TDP de 120 W; pero si nos vamos al modelo más completo, el Epyc 7601, cuenta con nada menos que 32 núcleos y 64 hilos, a 2.2 – 3.2 GHz cada uno.

Más competencia solo puede ser algo bueno

Todos los modelos Epyc tienen soporte de ocho canales de memoria RAM DDR4 a 2666 MHz, además de 128 líneas PCI Express. Sí, incluso el modelo más barato, esa es la ventaja de que todos los modelos tengan cuatro procesadores, incluso si no aprovechan todos los núcleos que teóricamente podrían tener.

Eso son muchos hilos, pero es justo lo que queremos en un servidor, que debe responder a varias peticiones al mismo tiempo; al igual que Xeon de Intel, no son procesadores diseñados para jugar precisamente, pese a lo potentes que son.

De la misma manera que consiguió con Ryzen, AMD ha conseguido crear una alternativa en el duro sector de los servidores. Y eso solo pueden ser buenas noticias para el consumidor, como ha demostrado la reacción de Intel en el escritorio con los nuevos Core i9.