Analizamos el Surface Laptop, la visión de Microsoft de lo que debería ser un portátil. ¿Y puede que la visión definitiva?
¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? Una pregunta que se han hecho científicos y filósofos a lo largo de las generaciones; una pregunta cuya respuesta puede variar dependiendo de si nos la tomamos de manera literal o figurada, claro.
Cuando Microsoft me envió el Surface Laptop para probarlo, y lo abrí por primera vez, lo primero que pensé fue en esa pregunta. ¿Es esto un huevo o una gallina? ¿Es el principio, o es la consecuencia lógica de los renovados esfuerzos de Microsoft en el mercado del hardware?
Después de usarlo durante algunas horas, he aprendido mucho sobre las intenciones de Microsoft, pero también siento que tengo muchas dudas sobre el futuro de este tipo de ordenadores portátiles. Pero antes, lo obvio: el Surface Laptop es uno de los mejores portátiles del mercado que son sólo eso, un portátil.
Un portátil sin compromisos
Vale, puede que esa no sea una de esas frases que marcan huella, pero es la verdad. Debido a la crisis del sector, todos los fabricantes han intentado darle un toque llamativo a sus productos; sobre todo a los topes de gama, evidentemente.
Eso se suele traducir en una única característica muy especial, como una pantalla 4K, un grosor absurdamente fino, un peso que casi ni se nota, o un hardware tan potente como cualquier ordenador de escritorio que nos podamos montar.
Para los que escribimos sobre tecnología, eso nos hace la vida muy fácil; sólo tenemos que centrarnos en esta característica especial, y comprobar si realmente merece la pena hacer sacrificios para llegar a ella.
El Surface Laptop no es así. Estamos ante un portátil que no está plagado de compromisos como otros, incluso a riesgo de no destacar claramente en ningún apartado. Y es por eso que es tan difícil sacar algo en claro de este portátil de Microsoft.
Una pantalla que representa a todo un dispositivo
Pongamos como ejemplo, la pantalla PixelSense de 13.5 pulgadas. De resolución 2256 x 1504 píxeles, en cuanto enciendes el dispositivo y te muestra la pantalla de inicio de Windows te das cuenta de que está a la altura; el contraste es muy bueno, los colores son vivos y sirve tanto para trabajar como para disfrutar de vídeos en alta resolución.
Pero no es la mejor pantalla que hemos visto precisamente; ni siquiera es la mejor pantalla de la gama Surface. La densidad de píxeles (201 ppp) no está mal, pero podría ser mejor. La luminancia es suficiente para uso interior; pero si te lo piensas llevar a la calle, incluso en la sombra y con el brillo al máximo lo puedes pasar mal, principalmente por todo lo que refleja la pantalla
También está el tema de la proporción 3:2 usada por Microsoft en sus productos; es uno de esos casos en los que lo odias o lo amas, pero baste decir que trabajando con documentos y leyendo webs se comporta de fábula.
Alcantara para los que no les gusta el alcantara
Hablando de documentos, toca hablar de tal vez el único elemento realmente diferente respecto al resto de la competencia: el revestimiento de alcantara en el teclado. Por supuesto, no es el primer modelo que incluye este tipo de material textil, la clave es que es el que mejor lo implementa hasta ahora.
Y es que este tipo de material no es para todo el mundo; mucha gente lo considera hasta desagradable al tacto, pese a que la intención sea dar un toque “premium”.
Si es tu caso, te aconsejo que pruebes el teclado del Surface Laptop; el tacto está a otro nivel respecto a otros modelos con alcantara, la sensación es muy agradable incluso para los que suelen odiar este material.
Hardware a la altura, pero con decisiones algo extrañas
Las teclas en si también han recibido cariño; teniendo en cuenta el grosor de 14,4 mm, no pueden tener mucho recorrido, pero Microsoft ha hecho un buen trabajo en el tacto. No es lo mismo que un teclado hecho y derecho, pero es lo siguiente mejor.
Es por eso que este portátil probablemente sea uno de los mejores para escribir, trabajar y navegar. La unidad probada era el modelo con Intel Core i5 y 8 GB de RAM; ejecutando Windows 10 se comporta tan bien como esperábamos.
Aunque si estás pensando en bajar aún más, a la versión de 4 GB, no te lo recomendaría. De hecho, me parece hasta sorprendente que Microsoft ofrezca esa versión; yo diría que el modelo con Core i5 y 8 GB debería ser la base.
De nuevo, no es espectacular, y en algunos momentos alguna web se “trababa”, pero me atrevería a señalar a la gráfica integrada de Intel como culpable de estos contados momentos. También es por eso que deberías olvidarte de usar el Surface Laptop para jugar.
Diseño básico y directo con un par de imperfecciones
A cambio, el portátil apenas se calienta, incluso cuando le pedimos mucho; las salidas de aire caliente de la parte trasera son más que suficiente para disipar el calor, y están lo suficientemente ocultas como para no romper las líneas del dispositivo.
Unas líneas que hacen de la elegancia y el saber estar, su bandera. El Surface Laptop es un portátil que puedes llevar en la mano y nadie se dará cuenta; sólo el logotipo de Windows es indicador de que llevas algo que provocará envidia. Cuando lo abras y empieces a usarlo las miradas empezarán a posarse en él, gracias a la gran pantalla y a la alcantara.
Hay imperfecciones, claro. Los puertos son escasos y los pocos que hay son los idóneos; un USB 3.0 “normal y corriente” es algo llamativo, pero no en el buen sentido cuando todo el mundo ha dado el salto al conector Type-C. Que sólo haya uno tampoco es una buena noticia para los alérgicos a los accesorios. Al menos contamos con un puerto mini-Displayport para conectar otra pantalla.
Que haya tenido que irme a los puertos para encontrar algo realmente negativo que decir de este portátil lo dice todo; e incluso con eso, podríamos decir que Microsoft sólo está siguiendo la tendencia del mercado.
Windows 10 S, no tan limitado como aparenta
Otro aspecto que podría ser o no un negativo es el sistema operativo; por defecto, el Surface Laptop viene con Windows 10 S, la nueva versión del sistema de Microsoft con ciertas limitaciones.
La mas obvia es que sólo podremos instalar y usar aplicaciones descargadas desde la Tienda de Windows; pero la verdad es que, usando el sistema, no es algo de lo que te des cuenta al momento.
De hecho, yo no me di cuenta de que estaba usando Windows 10 S hasta que intenté instalar un programa y me saltó el aviso de que no podía. Teniendo en cuenta que Office, iTunes y otras apps llegarán a la Tienda, es posible que Windows 10 S sea más que suficiente.
En caso de que no lo sea, siempre puedes aprovechar la promoción de Microsoft y dar el salto a Windows 10 Pro de manera gratuita; al menos hasta el próximo 31 de diciembre de 2017.
El portátil que es como debería ser un portátil
El Surface Laptop no podría hacer mejor honor a su nombre, ofreciendo lo justo y necesario para ser catalogado como un “portátil”. Es simple, sin florituras ni excesos; hace lo que tiene que hacer sin quejarse y sin hacer un espectáculo de ello.
Si cogieses a un ser humano aleatorio y le pidieses que te describiese un “ordenador portátil”, el resultado sería el Surface Laptop. Es el epítome de los ordenadores portátiles, el que aparecería cuando buscases “ordenador portátil” en el diccionario.
Me hace hasta gracia que Microsoft haya tenido que venir para recordar al mundo qué es un portátil; justo Microsoft, la que nos hizo dudar del futuro del concepto con sus tablets Surface. En su momento dije que la Surface Pro 4 era el dispositivo que mejor representaba el concepto “Post-PC”; ahora viene la misma compañía recordándome que el PC normal, a secas, aún tiene mucho que ofrecer.
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