Todos hemos repetido el meme hasta la saciedad: “en el futuro habrá coches voladores y en vez de eso tenemos…”. Lo cierto es que los coches voladores no son un sueño tan lejano como se piensa usualmente, y marcas como Uber van más allá: quiere que además este se convierta en el taxi del futuro. Para ello han presentado en el CES de Las Vegas el Nexus VTOL, el coche volador que llegará en el 2020 a los mercados.
El Nexus VTOL, el primer taxi volador llegará el año que viene
Este que véis arriba es el coche volador que Uber planea convertir en un taxi. Para ser justos diremos que se asemeja más a un helicóptero de combate que a un coche que vuela, pero no hay otra manera realmente de hacer que vuele por ahora. Esta es la última versión del prototipo que han estado desarrollando para el programa Uber Elevate.
El aparato pesa alrededor de 3000 kilos y tiene 6 ventiladores articulados alrededor que consiguen que vuele. Está diseñado de esta forma para que el coche pueda despegar verticalmente y pueda girar para poner rumbo a su destino. Para aterrizar tan sólo se deben girar los ventiladores para que el coche vaya aterrizando suavemente.
Al no tener el tamaño de un helicóptero convencional, es capaz de aterrizar en una superficie de 12 x 12 metros, por lo que las ciudades pueden usar sus pistas de aterrizaje estándar para el estacionamiento del vehículo. Además, la infraestructura no se tendrá que modificar en exceso para poder hacer que este coche vuele.
Además, este coche es híbrido, lo que solventa en gran medida el tema del ruido y el gasto de combustible. Los helicópteros convencionales hacen un ruido infernal, por lo que es normal pensar que alguien que viaje en estos coches no quiera tener un ruido así taladrándole la mente durante las horas que dure el trayecto. Podrá transportar hasta 4 pasajeros más el piloto y la velocidad máxima será de unos 240 kilómetros por hora.
Esta aeronave también ha sido construida por Bell Aerospace, y esta empresa además de estar construyendo todavía más vehículos voladores ha estado construyendo helicópteros y vehículos de aviación desde la Segunda Guerra Mundial. Gracias a esto la nave tiene un sistema de cableado que estabiliza el vuelo y a su vez está potenciando que otras compañías incluyan sus sistemas.
Por ahora, el paso que queda es la regulación. Bell y Uber están trabajando con la FAA americana (Administración Federal de Aviación) para regular este vehículo y desarrollar legislaciones que permitan que estos vehículos operen de manera segura entre el tráfico aéreo existente. También falta que las ciudades que quieran este sistema de transporte habiliten infraestructuras para albergar a estos coches voladores. Por lo tanto, el paso final queda convencer a todos de que este sistema merece la pena. La pregunta es si realmente lo conseguirán.
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