Los MacBook son más caros que cualquier portátil con un hardware equivalente. Esto es algo bien sabido, pero que no es de importancia para la mayoría de sus compradores; que consideran que obtienen otras ventajas de los modelos de Apple, como un diseño único, o una calidad de fabricación superior.

Sin embargo, en los últimos años ese argumento de que los MacBook están mejor construidos ha demostrado ser falso. Apple se ha enfrentado a varios escándalos en su división de portátiles, y todos fruto de decisiones de diseño algo discutibles. La compañía de la manzana perdió el norte, y eso es algo que hasta los “maqueros” más fanáticos reconocieron con la última generación de los MacBook Pro lanzada en 2016.

Reparar el teclado del MacBook Pro será gratis

Con el tiempo, recordaremos a esta generación de MacBook Pro como una maldita; principalmente por culpa de dos grandes fallos. El que afecta a más gente es, sin duda alguna, el teclado. Con el MacBook Pro de 2016, Apple presentó lo que definió como un teclado revolucionario, que llamaba “de mariposa” (butterfly). Gracias al diseño de las teclas, Apple consiguió reducir aún más el grosor, lo que permitió no solo mejorar la refrigeración interna sino, sobre todo, obtener un diseño incluso más fino y elegante.

Lamentablemente, la compañía no había probado lo suficiente este nuevo diseño, y en cuanto llegó a los clientes empezaron los problemas. Muchos usuarios se quejaron de que el teclado no capturaba las teclas que pulsaban, o que introducía dos veces la misma letra; y no podían comer delante del portátil porque el diseño de las teclas favorecía que las miguitas y el polvo acabasen debajo.

En 2018, Apple lanzó una revisión del MacBook Pro, con una membrana y un diseño renovado que supuestamente iba a solucionar todos los problemas. No lo consiguió. No hizo falta esperar mucho para encontrar a gente con los mismos problemas que antes.

Ahora el MacBook Pro se ha a vuelto a actualizar, y Apple promete que esta vez sí, de verdad de la buena, ha conseguido crear un teclado que funciona. Está tan segura que ha añadido los MacBook Pro de 2018 al programa de reparación gratuita; podemos conseguir el nuevo teclado en nuestro modelo del año pasado.

Apple afirma tener la solución al flexgate

Pero esa no es la única reparación gratuita anunciada. Que Apple pone el diseño por encima de la funcionalidad quedó en evidencia con el “flexgate”, un problema descubierto recientemente que hace que la iluminación de la pantalla falle. No es tan común como el problema del teclado, pero es incluso más molesto y si empeora nos puede dejar sin pantalla.

Lo más insultante es que el problema proviene de un simple cable, más fino y delicado de lo que debería ser un cable que se instala en la bisagra de un portátil. Un fallo de novato para una compañía que lleva décadas fabricando portátiles. Con el rediseño interno del nuevo MacBook Pro para alojar el nuevo procesador de ocho núcleos y sus disipadores, Apple ha aprovechado para cambiar el tipo de cable. También podremos contactar con el servicio técnico de Apple para reparar nuestro modelo con la nueva versión del cable.

Es cierto que la división Mac ha pasado a un segundo (o incluso tercer) plano para Apple, completamente centrada en dispositivos iOS y ahora en servicios. Pero esa es pobre excusa para un producto premium como los MacBook Pro. Estos problemas supondrán algo más que un agujero en el bolsillo para Apple: pueden acabar con la reputación que estos portátiles ganaron durante tantos años. No es de extrañar por lo tanto que estas reparaciones sean gratuitas.