Es muy probable que este Black Friday por fin hayas decidido cambiar tu televisor por un nuevo modelo, más grande, con mejor imagen y sobre todo, más avanzado.
Estos televisores inteligentes, o "Smart TV" son algo más que simples pantallas, e incluyen sistemas operativos completos que nos permiten usar apps, como si fuera un smmartphone.
El potencial de estos nuevos televisores es tremendo, pero no es menos cierto que la cantidad de posibilidades que ofrece también se traduce en una mayor cantidad de puertas que estás abriendo para los atacantes; especialmente si no sigues unas ciertas prácticas.
La seguridad de tu Smart TV, en duda
Y no lo digo yo, o dice el mismísmo FBI, que ha considerado que el problema de las Smart TV es tan grande que ha tenido que realizar una declaración pública; en el texto se repasan algunos de los agujeros de seguridad habituales de estos dispositivos, y el peligro de que estén conectados a Internet.
El mayor problema de las Smart TV es que suelen ocupar un lugar preferente en nuestro hogar, donde un posible atacante podría usar las características del dispositivo para obtener información personal.
Por ejemplo, muchos de estos televisores tienen micrófonos y cámaras, para funciones como el control por voz; sin embargo, un atacante podría aprovecharlo para espiar, si encuentra agujeros de seguridad o que no hemos protegido nuestra red lo suficiente.
Relacionado con esto, los televisores pueden servir como puntos de acceso para un atacante; estos siempre buscan el punto más débil de nuestra red para realizar el ataque, y este puede ser un televisor inteligente que viene sin protección, o mal configurado por defecto.
El "atacante" ni siquiera tiene que ser un "hacker" propiamente dicho; pueden ser los mismos fabricantes y desarrolladores de apps, que obtienen una gran cantidad de datos de sus dispositivos.
Es importante comprobar qué apps vienen preinstaladas en el televisor, y qué permisos tienen. Incluso aunque estas apps no tengan malas intenciones, pueden ser un problema de seguridad si no son actualizadas a menudo con parches de seguridad.
Todo esto suena muy catastrófico, y es cierto que para la mayoría de personas el riesgo no es tan grande. Pero como siempre que hablamos de seguridad, la clave es ser conscientes de lo peor que podría ocurrir, aunque finalmente no ocurra.
Para asegurarnos de ello, podemos realizar algunos pasos.
Cómo protegernos de nuestra Smart TV
- Conoce mejor tu televisor. Comprueba si tiene micrófonos o cámaras, y cómo puedes desactivarlos en el manual o con una búsqueda con el número de modelo.
- No confíes en la configuración por defecto. Cambia las contraseñas y comprueba cómo desactivar funciones que recopilan información.
- Si el televisor tiene una cámara y no te fías de que no la use, tápala.
- Comprueba las actualizaciones de tu televisor, y si el fabricante suele actualizar sus dispositivos.
- Comprueba la política de privacidad del fabricante; un truco es buscar el nombre del fabricante y las palabras "privacidad" o "robo de cuentas", por si en el pasado hubiese sufrido ataques.