Estamos en 2020 y aún tenemos que esperar varios minutos a que el ordenador arranque nada más empezar la jornada. Es el tipo de cosa que uno esperaría que ya estuviese arreglada a estas alturas.
Incluso si usamos métodos que supuestamente nos permiten "hibernar" nuestro sistema, en realidad no son mucho más rápidos que el proceso de apagado y encendido. De hecho, dependiendo del hardware puede no haber ninguna diferencia.
Ahora un nuevo desarrollo puede permitir la creación de ordenadores que se encienden instantáneamente, y la clave está en la memoria RAM.
La memoria RAM que esperamos
En un ordenador, la memoria RAM es donde se almacenan los archivos y datos que están siendo usados en ese momento, en vez de tener que ir a buscarlos al almacenamiento. La ventaja es que la memoria RAM es mucho más rápida que un disco duro, o incluso que un SSD, y es el motivo por el que no tienes que esperar varios segundos sólo para cambiar de pestaña en el navegador, por ejemplo.
El gran inconveniente de la memoria RAM es que es volátil; es decir, que los datos almacenados en ella sólo se mantienen mientras reciban energía. En el mismo momento en el que apagamos el ordenador, los datos se pierden, así que el sistema no sabe por dónde íbamos (por eso pierdes tus archivos si no los has guardado).
La solución está en la memoria no volátil, pero aunque ya existe, no es tan rápida como la que usamos en nuestros sistemas, y especialmente no es tan práctica.
Ahora un equipo de investigadores de la Universidad de Lancaster, en el Reino Unido, afirma haber encontrado la solución: un nuevo tipo de memoria no volátil con características similares a la memoria RAM convencional.
En concreto, han conseguido que esta nueva memoria, que se llama UK III-V, sea lo suficientemente rápida como para que no notemos la diferencia respecto a la memoria de nueestro ordenador.
Esta memoria es capaz de mantener los datos cuando apagamos el ordenador; así que cuando lo encendemos, el sistema sólo tiene que cargar los datos de la memoria y todo volverá a estar como lo dejamos; las mismas ventanas y los mismos archivos seguirán abiertos.
Más importante es que el proceso será instantáneo, por lo que ni siquiera tendremos que esperar a que el sistema cargue.
La nueva memoria se asemeja al funcionamiento de la memoria flash, y está basado en materiales como el arseniuro de indio y el antimoniuro de alumino para conseguir un gran aislamiento de la información. También es gracias a esto que requieren muy poca energía para funcionar, apenas un 1% de la memoria RAM actual.
Por supuesto, usar una memoria como esta supondría cambiar otros componentes como las placas base, desarrollar nuevos controladores de memoria y actualizar los sistemas operativos. No es algo que vayamos a ver pronto, pero al menos el trabajo ya ha comenzado.