¿Hasta cuándo deberíamos seguir recibiendo soporte de nuestros dispositivos? Ahora que la conversación sobre la sostenibilidad del sector tecnológico es tema de conversación, cada vez es más evidente que la situación actual no puede continuar.
En medio de esta polémica está Sonos, el fabricante de altavoces que ahora ha avisado a sus clientes del fin de soporte de algunos de sus modelos. Es la primera vez que la compañía hace algo semejante, y no podría llegar en peor momento.
El fin de soporte supone que los modelos más viejos de Sonos dejarán de recibir actualizaciones de software; por lo tanto, no podrán usar las mismas funcionalidades que los modelos más nuevos recibirán, y tampoco serán arreglados si se descubre algún error o "bug" en el software.
Los altavoces Sonos que serán abandonados
Además, el fin de soporte también supone un abandono completo de estos altavoces; si usamos servicios de terceros, es muy posible que dejen de funcionar de la noche a la mañana al no ser soportados oficialmente por Sonos.
Los modelos afectados por esta decisión son los siguientes:
- ZonePlayer vendidos entre 2006 y 2015
- Connect vendidos entre 2006 y 2015
- Connect:Amp vendidos entre 2006 y 2015
- Play:5 de primera generación, lanzada en 2009.
- CR200 lanzado en 2009.
- Bridge lanzado en 2007
Como veis, la mayoría de los afectados ya tiene algunos años encima, aunque los modelos afectados más nuevos se seguían vendiendo hace apenas cinco años. Eso supone que si en 2015 compraste un altavoz de Sonos, puede que no vuelvas a recibir actualizaciones. Es posible saberlo con seguridad accediendo a la pestaña "Sistema" en nuestra cuenta de Sonos.
Sonos ha explicado que ha tomado esta decisión porque estos dispositivos han alcanzado "su límite técnico"; en otras palabras, sus procesadores no son lo suficientemente potentes ni tienen suficiente memoria para las futuras actualizaciones que Sonos prepara.
Una de las grandes ventajas de los Sonos siempre ha sido que son "inteligentes" gracias a este hardware adicional, algo que les ha permitido ser relevantes con la llegada de plataformas como Alexa o Google Assistant. Sin embargo, eso también juega en su contra cuando, inevitablemente, el hardware se vuelve obsoleto con el tiempo; es algo que no ocurre tan rápido con altavoces normales y corrientes, que pueden durar décadas con el mantenimiento adecuado.
Sonos se ha defendido, afirmando que podemos seguir usando los altavoces, al menos por ahora; simplemente no recibirán las actualizaciones. Sin embargo, es posible que algunas funciones dejen de estar accesibles, especialmente si los usamos con servicios de terceros.
Además, para facilitar la migración a un nuevo sistema, Sonos ofrece un descuento del 30% en un altavoz nuevo si lo cambiamos por el viejo. Sin embargo, eso supone poner el dispositivo viejo en el "modo reciclaje", que tanta polémica ha levantado.
La polémica del "modo reciclaje"
A diferencia de lo que podríamos pensar, el "modo reciclaje" no existe para facilitar el reciclaje; en vez de eso, lo único que hace es borrar nuestra información de la memoria e inutilizar el dispositivo. Después de un periodo, el dispositivo no podrá ser usado y será poco más que un peso muerto. Es nuestra labor llevar el aparato a un punto de reciclaje, aunque Sonos también permite devolverlos directamente a la empresa.
Esta función ha recibido críticas porque impide la venta de segunda mano, una alternativa preferible a tirar el dispositivo a la basura; de esa manera, un usuario que tal vez no quiera las últimas funcionalidades puede seguir disfrutando de nuestro altavoz.
Sin embargo, Sonos quiere evitar precisamente eso, alegando que estos altavoces viejos "no ofrecen la experiencia Sonos que esperan los clientes". En cuyo caso, cabe preguntarse porqué Sonos dice que no pasa nada por seguir usando esos altavoces sin soporte. Pese a las críticas por la aparente contradicción del mensaje, Sonos no se ha echado atrás y sigue promocionando el modo reciclaje.