Estamos a las puertas de una nueva generación de consolas, con el lanzamiento de la Xbox Series X y la Playstation 5. Pese a eso, aún hay muchos detalles que no se conocen de ambas, aunque lo que parece evidente es que su hardware estará a la altura.
Decimos esto porque los videojuegos en la nube han hecho que ya no sea necesario tener un equipo potente para jugar a los últimos juegos; y la propia Microsoft ha reconocido hoy que estos nuevos servicios crean una gran oportunidad para los jugadores.
Sin embargo, eso no significa que la Xbox Series X vaya a ser poco potente por eso; más bien todo lo contrario. Microsoft ha sido la más abierta en lo que respecta al desarrollo de su nueva consola, y hoy lo ha vuelto a demostrar publicando nuevos datos de su hardware.
La potencia de la Xbox Series X
Y la conclusión que podemos sacar de estos datos es que, como mínimo, la nueva consola supondrá un salto importante respecto a la pasada generación. Recordemos que la Xbox One está un paso por detrás de la Playstation 4 en cuestión de potencia, algo que le ha hecho mucho daño durante todos estos años. Las versiones de juegos para Xbox One suelen ser las peores.
Con la Xbox Series X Microsoft quiere evitar eso, apostando por un nuevo procesador de AMD; aunque no usará ningún modelo concreto de este fabricante, sí que estará basado en la misma arquitectura Zen 2 de los Ryzen actuales. Gracias a esto, la capacidad de procesamiento de la nueva consola será cuatro veces superior a la de la Xbox One, según Microsoft.
No solo eso, sino que Microsoft también ha confirmado que AMD se encargará de la gráfica, basada en la arquitectura RDNA 2 al igual que las futuras gráficas Radeon. La gran diferencia respecto a las actuales es que AMD por fin dará el salto al ray-tracing. Esta técnica permite simular los rayos de luz para conseguir una iluminación increíblemente realista; hasta ahora Nvidia es la única que realmente ha apostado por esta tecnología con sus gráficas RTX. Eso cambiará con las nuevas Radeon, y por lo tanto, la Xbox Series X podrán ejecutar juegos con ray-tracing.
La nueva gráfica permitirá alcanzar un rendimiento de 12 TFLOPS, el doble de la Xbox One X y ocho veces más que la Xbox One original; de hecho, llama la atención que es un mayor rendimiento de lo que Google presume con Stadia, que se queda en "sólo" 10,7 TFLOPS.
Carga inmediata
La mejora de potencia viene acompañada de más optimizaciones, como VRS, una técnica que permite priorizar efectos concretos en personajes o el entorno; eso permite mantener una tasa de frames estable sin perder calidad en los gráficos.
Tal y como se esperaba, la Xbox Series X contará con un SSD como almacenamiento, lo que acelerará los tiempos de carga; también permite incluir una nueva funcionalidad para suspender nuestras partidas y continuar jugando donde estábamos de manera inmediata, sin tener que esperar. La nueva consola también es capaz de alcanzar los 120 frames por segundo, algo que se notará en televisores a 120 Hz, evidentemente.