Vivimos días muy complicados e inciertos, y nada representa mejor eso en el sector tecnológico que las dudas que está despertando el lanzamiento del iPhone 12. La próxima generación de smartphones de Apple será la más importante desde el lanzamiento del iPhone X, así que la compañía se juega mucho.
Sin embargo, la expansión del coronavirus ya ha obligado a Apple a cambiar algunos de sus planes. Por ejemplo, tuvo que cancelar el WWDC y convertirlo en un evento virtual a base de vídeos por streaming.
Por el momento, la crisis no ha afectado al lanzamiento de nuevos productos; y pese a cerrar todas las tiendas (excepto en China), Apple ha seguido lanzando dispositivos como los nuevos iPad Pro y MacBook Air. Por lo tanto, la gran duda es si hará lo mismo con el iPhone 12.
El coronavirus no retrasará el iPhone 12
La gran diferencia del iPhone 12 es que su producción aún no ha dado inicio. Eso implica que cualquier problema en la línea de producción puede suponer un retraso importante. Ese es el rumor que saltó esta misma semana, cuando un grupo de analistas pronosticó un retraso de entre uno y dos meses.
El motivo del retraso no está en Apple, sino en los suministradores de componentes, muchos de ellos en países afectados por el coronavirus como India. Sin embargo, ahora estos suministradores han salido al paso, reafirmando su compromiso para cumplir los plazos.
El CEO de Pegatron, uno de estos suministradores que se encarga de las placas lógicas de los iPhone, ha confirmado que existen problemas, pero que estos no supondrán un retraso. De hecho, el problema en cuestión no se refiere a la producción en sí, sino a que el cliente no puede visitar las fábricas para comprobar que todo está acorde.
Los suministradores alzan la voz
Eso implica que los nuevos smartphones tendrán que ser ensamblados sin esa supervisión inicial de los componentes. Sin embargo, Pegatron afirma que la comunicación es constante, para evitar posibles problemas una vez que los componentes sean entregados a las líneas de ensamblaje.
Es una declaración bastante rara. No es habitual que los suministradores de Apple expliquen con tanto detalle la situación, pero tiene su explicación: en la declaración, el CEO de Pegatron no dice en ningún momento el nombre de Apple, refiriéndose a la compañía simplemente como "el cliente basado en los EEUU". Es algo cómico, ya que la política de Apple no suele permitir este tipo de declaraciones, pero quien hace la ley, hace la trampa. Son tiempos especiales, al fin y al cabo.