La guerra de consolas no va a retrasarse por mucho que el coronavirus lo intente, y la estrategia de ambos contendientes es clara: secretismo en el caso de Sony y goteo de información en el de Microsoft. Y la última está empeñada en ganar esta generación, después de los resultados fútiles que dieron sus anteriores consolas.
Una nueva filtración podría inclinar la balanza en favor de Microsoft, ya que se está rumoreando que en el próximo evento de Xbox se mostrará una versión más básica de la Xbox Series X. En esencia, una Series X más barata.
Esto no solo sería un golpe duro para la PS5 ya que sería, literalmente, la forma más barata de jugar a juegos triple A sin forzarnos a comprar un PC. Además, definiría mucho mejor la línea de consolas de Microsoft, dándole fuerza a los de Redmond para superar a una Sony que (salvo sorpresa) se limitará a lanzar una única consola, y bastante cara.
Una Xbox Series X... ¿barata?
Según informa Gizmodo, esta consola tendría el nombre en clave "Lockhart". Este nombre os sonará, ya que se ha rumoreado bastante en los últimos meses. Esta Series X sería similar a las ofertas actuales de Xbox One, incluyendo el potencial máximo de la One X pero sin ofrecer las capacidades de la Series X como tal. Obviamente habría limitaciones para que el precio se ajustara lo máximo posible.
Los rumores apuntan a que esta consola se llamaría Xbox Series S, y sería menos potente pero totalmente compatible con el catálogo de exclusivos de Xbox (y de PC). Se espera que admita juegos de nueva generación, pero sin superar en potencia a su herma mayor quedándose en los 4 teraflops. Bastante menos que los 12 teraflops de la Series X que están más que confirmados.
El desarrollo de esta consola ya estaría en fase de producción y medios como Windows Central llegan a afirmar que algunos trabajadores ya se pueden llevar a casa prototipos de preproducción para realizar pruebas.
Si juntamos estos rumores con los más recientes de la Surface Go 2, es fácil pensar que Microsoft podría realizar un gran evento de hardware en el que renovaría toda la gama Surface y, además, mostraría tanto la Series X como la Series S. El evento llegaría después de la cancelación del E3 y le daría otro severo toque a Sony, que se ha mantenido en un espectro mucho más reservado que Microsoft a la hora de revelar detalles de la PS5.