"¡Ahhhh! Quiero salir ya, no aguanto mááás". El grito de socorro reverberó por todo el barrio. Los edificios retornaron el mensaje en forma de eco, como si todo el vecindario compartiese el dolor de un varón de treinta y pico años que hacía mucho que no había salido de fiesta. Era sólo el cuarto día de cuarentena, y las cosas sólo iban a empeorar.
Por fortuna, al menos para mí, justo entonces llegó la propuesta para probar los JBL Club One con cancelación de ruido, unos auriculares que no solo prometían una calidad de sonido "profesional", sino la capacidad de tapar todas esas molestias sonoras.
Probamos los JBL Club One
Ahora que estamos obligados a pasar la mayor parte de nuestro tiempo en casa, mucha gente está descubriendo que sus vecinos son ruidosos, incluso más de lo que creían; no es precisamente lo ideal cuando también estás descubriendo el teletrabajo.
La necesidad de aislarte del mundo, no solo del barrio sino también de la familia, es vital si quieres teletrabajar de manera óptima; o si sólo quieres un espacio privado en el que relajarte un poco. Puedes ponerte unos auriculares, pero a menos que subas el volumen a niveles insanos, te vas a seguir enterando de todo.
Aquí es donde entran los auriculares con cancelación activa de ruido, que no solo están diseñados para aislarnos del exterior, sino que cuentan con algoritmos capaces de tapar el ruido externo para que sólo escuchemos el sonido que sale de los auriculares.
JBL se suma a esta moda con los Club One, unos auriculares inalámbricos de tipo over-ear que cubren toda la oreja; puede parecer que el mercado ya está saturado, pero los Club One destacan del resto por apostar por un sonido de alta calidad, además de un par de "trucos" interesantes con la cancelación de ruido.
Céntrate en lo que quieres escuchar
Por supuesto, uno de los principales motivos por los que querrías comprarte los JBL Club One es la cancelación activa de ruido; y en ese sentido, podemos decir que están a la altura, sin lugar a dudas.
Activar la cancelación de ruido es tan fácil como mantener pulsado un botón en la copa izquierda durante dos segundos; escucharemos un aviso y a partir de entonces estará activo.
La cancelación activa de ruido (ANC) funciona gracias al uso de micrófonos, que graban los sonidos de nuestro alrededor; basándose en esas ondas registradas, el algoritmo es capaz de aplicar cambios en el sonido que sale de los auriculares para que los ruidos "desaparezcan".
Por lo tanto, la calidad de la ANC depende en buena medida de los algoritmos usados; en el caso de los Club One, JBL ha optado por una cancelación de ruido que se centra en tapar los sonidos repetitivos y de fondo, más que en los repentinos y cortos.
Por ejemplo, los JBL Club One son excepcionalmente buenos tapando el sonido de los teclados, incluso de los mecánicos más ruidosos, así como las conversaciones ajenas y el sonido del tráfico. Todos esos son casos de sonidos repetitivos, contra los que estos auriculares parecen mejor preparados.
En cambio, cuando mi gato me chillaba porque quería un premio, o el viento pegaba un portazo, me podía enterar en ocasiones; no es que molestase, ya que la ANC es capaz de reducir el volumen del ruido hasta tal punto que desaparece entre la música, pero aún así es posible escucharlo.
Personalmente creo que es mejor así, porque me interesa más enterarme de esos sonidos repentinos, como puede ser un vaso que se cae o alguien que me llama; en cambio, no tengo ningún interés en escuchar las obras del vecino, y en ese sentido estos auriculares cumplen con creces.
Más posibilidades con la cancelación de ruido
Pero donde realmente creo que los JBL Club One tienen ventaja es en la cantidad de funciones secundarias relacionadas con la cancelación de ruido, que aprovechan esta tecnología para facilitarnos la vida.
Por ejemplo, dos funciones que usarás mucho son las que permiten hacer pasar el sonido ambiente por los auriculares: "Ambient Aware" y "TalkThru". Ambas funcionan pulsando el botón de cancelación de ruido una vez, y podemos elegir cuál queremos usando la app oficial.
En el modo Ambient Aware, los auriculares grabarán el sonido ambiente y lo reproducirán, bajando al mismo tiempo el volumen de la música. De esta manera, podremos escuchar lo que ocurre a nuestro alrededor, algo especialmente útil para andar por la calle sin ponernos en peligro.
Por otra parte, TalkThru nos permite mantener conversaciones como si no tuviésemos los auriculares puestos; es especialmente útil si te están hablando o si quieres enterarte de algo, sin tener que quitarte los auriculares. Es un efecto muy curioso y la sensación es extraña, pero es una de las que más he usado sin duda.
Otra función muy interesante es "Silent Now", que ejecuta la cancelación de ruido incluso si no estamos escuchando nada. De hecho, para activarlo primero tenemos que apagar los auriculares, y entonces activar la cancelación de ruido con un toque más largo de lo normal.
A partir de entonces, los auriculares se encargarán de tapar todos los ruidos ambientales, dejándonos completamente en silencio. Es un modo pensado para aislarnos completamente del mundo, que incluso nos podría servir para dormir mejor si los ruidos nos molestan demasiado.
Eso sí, usar la cancelación de ruido trae una importante desventaja: la duración de la batería se reduce a la mitad; aunque nos hemos acercado a las 23 horas con la cancelación de ruido activa que promete JBL, así que eso no debería ser un problema para la mayoría de los usuarios.
Increíble calidad de sonido
Pero si vas a usar los JBL Club One, yo recomendaría que los aprovechases con tus canciones favoritas, porque precisamente uno de sus puntos fuertes es la calidad de sonido.
JBL afirma que son de "calidad profesional", y aunque no presumo de llegar a ese nivel, sí que he usado muchos auriculares de estudio de diversas marcas a lo largo de los años; y creo que estos Club One merecen estar entre ellos.
En términos técnicos, las unidades de 40 mm y la frecuencia de respuesta de 10 Hz-40 Hz ponen a los Club One como una de las mejores alternativas inalámbricas del mercado; y una vez que los usas, esas cifras se traducen en un sonido amplio, claro y sin estridencias.
Es cierto que no es un sonido plano, y en ese sentido la potencia de los graves puede confundir un poco durante las primeras horas de uso; es evidente que JBL ha primado la espectacularidad por encima de la fidelidad, pero no por mucho.
El sonido resultante es impactante, especialmente con música tecno o metal con mucho doble bombo. En producciones de Hollywood, notarás el impacto de las explosiones y de la banda sonora, aunque considero que las voces se pierden un poco.
Yo no usaría Club One como auriculares de estudio si la fidelidad es tu prioridad absoluta; en cambio, para ocio y disfrute personal probablemente sean de lo mejorcito del mercado, especialmente teniendo en cuenta que son inalámbricos.
Al ser auriculares cerrados, es inevitable que den cierta sensación de "claustrofobia", especialmente teniendo en cuenta lo bien que aíslan del mundo exterior, aunque no es algo que me haya distraído ni molestado durante las decenas de horas que le he dado uso.
También con cable
Antes he elogiado el sonido de los Club One "teniendo en cuenta que son inalámbricos"; pero eso no es completamente cierto, y no me refiero al sonido sino a que en realidad, estos auriculares también se pueden conectar por cable.
Cada copa cuenta con un conector de 2,5 mm, y en la caja vienen dos cables convertidores a 3,5 mm. Uno está pensado para dispositivos móviles: tiene micrófono integrado y su control y es más fino y ligero; el otro es para usarlo en equipos de sonido, es más grueso y espiral. Ambos se conectan a los auriculares con un sistema de cierre que evita que se desconecten incluso si tiramos de ellos.
Incluir conectores de audio es una bendición para los que estamos constantemente pasando del ordenador a la cadena de sonido y de ahí al smartphone o la tablet. Nos permite usar un auricular para todo, en vez de tener que cambiar constantemente de modelo dependiendo del dispositivo que estemos usando. Desconecta el cable, pulsa un botón, y ya son inalámbricos.
Ligeros y con buenos materiales
Con lo completos que son los JBL Club One, tal vez la mayor sorpresa la encontramos en lo ligeros y fáciles de usar que son. Con un peso de 378,5 gramos, principalmente por la batería de 730 mAh integrada, no son ligeros comparados con unos auriculares de cable normales; pero comparados con unos inalámbricos, son muy competentes.
Personalmente, me ha gustado la calidad de los materiales y el diseño de los JBL Club One. Los plásticos son duros y con un buen tacto, pero lo mejor es que hay más piezas metálicas de lo habitual; la diadema de piel y las almohadillas son muy cómodas y permiten el uso diario sin problemas.
El diseño es tal vez el aspecto que enfrentará más opiniones. A mi me parecen elegantes y discretos, completamente en negro exceptuando unos detalles plateados que apenas destacan. Pero estos no son unos auriculares con los que puedas presumir a simple vista; no son extravagantes ni tienen un diseño histriónico como a veces encontramos en el sector.
Algo que sí he echado en falta es la posibilidad de rotar las copas, tanto para adaptarlas mejor al contorno de la cabeza como para usar los auriculares al estilo "DJ"; en cambio, sí que se pueden plegar, aunque eso sirve principalmente para guardar los auriculares en el estuche incluido.
Controles tradicionales, menos mal
Uno de los motivos por los que me gusta tanto el diseño es porque JBL ha apostado por la facilidad de uso, en vez de por perseguir un ideal de belleza. Ante todo, estos auriculares son prácticos y la mejor demostración es la inclusión de botones en las copas, que controlan las diversas funciones incluidas.
JBL podría haber seguido la moda, y haber incluido zonas táctiles y obligarnos a realizar gestos y contar los toques cada vez que queramos hacer algo; pero decidió no hacerlo, y es algo que agradezco. Activar la cancelación de ruido, cambiar el volumen, o llamar al asistente personal del móvil es sencillo y directo, con un periodo de aprendizaje muy corto.
También se agradece el uso de USB-C como conexión para recargar los auriculares, así como los mencionados dos puertos jack de audio si queremos usarlos con cable.
App opcional, pero recomendable
Aunque podemos usar los JBL Club One sin necesidad de instalar nada, lo recomendable para sacarles todo el partido es usar la app oficial My JBL Headphones, disponible para iOS y Android.
El motivo es que la app nos permite acceder a más funciones, y configurar los auriculares a nuestro gusto. Por ejemplo, nada más iniciar la app esta nos permite elegir el asistente personal que se activará cuando pulsemos el botón en la copa izquierda; podemos elegir entre Google Assistant y Alexa.
Lamentablemente, por el momento no hay compatibilidad con Siri, por lo que si usas un iPhone tendrás que instalar la app asociada con uno de los dos asistentes compatibles.
La app nos permite cambiar entre los dos modos ambientales, "Ambient Aware" y "TalkThru", y nos mostrará una explicación de cómo funcionan. Un detalle curioso es "Stage+", que es básicamente un ecualizador con opciones predefinidas configuradas por DJs famosos, como Armin van Buuren o Tigerlily. También podemos configurar el sonido a nuestro gusto.
El último motivo por el que instalar la app es que JBL continúa dando soporte a estos Club One, y precisamente esta misma semana ha lanzado una actualización de firmware con mejoras en el funcionamiento.
Toda una salvación
Cuando hablamos de auriculares inalámbricos, siempre hay algunos apartados que se consideran "sacrificios" para deshacerse de los cables. La calidad de sonido suele ser uno de estos sacrificios, y no en vano siempre recomendamos auriculares con cable si ese aspecto te importa mucho. El peso, la comodidad, y las posibilidades de uso suelen quedar también en un segundo plano.
Los JBL Club One demuestran que no es necesario hacer sacrificios. Que si quieres, puedes tener lo mejor de los auriculares inalámbricos, y lo mejor de los auriculares con cable, lo mejor de ambos mundos en un sólo producto. No es que sean perfectos, ni mucho menos, pero sí que se acercan mucho más a ese ideal que cualquier otro modelo que haya probado.
Tal vez el mejor elogio que se me ocurre es una pequeña anécdota que tuve durante mis pruebas. Durante estos días, he usado los Club One tanto con cable como de manera inalámbrica, dependiendo de lo que quería hacer en cada momento. Hubo una ocasión en la que quité el cable porque quería escuchar algo en el móvil, pero mi mano sólo agarró aire; estaba usando los Club One de manera inalámbrica y se me había olvidado, distraído como estaba en otras cosas. Que por un momento no pudiese distinguir entre la experiencia inalámbrica y con cable es todo un logro de los Club One.
Por supuesto, la cancelación activa de ruido es el verdadero as en la manga de los Club One. El aislamiento que aportan los propios auriculares ya es suficiente sin ni siquiera activar la ANC; pero cuando pulsamos el botón es cuando realmente se hace la magia.
Los JBL Club One son uno de los mejores auriculares inalámbricos de diadema que puedes comprar, pero eso será precisamente lo más difícil: con un precio recomendado de 349 €, son una inversión importante para la mayoría de usuarios.
Lo que sí es cierto que una vez que te los pongas notarás que ha merecido la pena, especialmente si tu vecino está pasando tan mal el confinamiento como el mío.