En incontables ocasiones hemos echado de menos tener un tercer brazo, uno que nos ayude cuando tenemos los dos ocupados; se abriría una puerta de posibilidades. Y la tecnología puede hacerlo realidad.
La idea de tener una prótesis mecánica que nos ayude a hacer varias cosas al mismo tiempo no es nueva; de hecho, ya hay algunas que están controladas con la mente.
Sin embargo, hay que ser escépticos con la utilidad de estos brazos robóticos, que realmente no son capaces de hacer muchas cosas, ya sea porque les falta potencia o precisión. La mayoría sólo sirven para sujetar un objeto.
Un tercer brazo para todo tipo de tareas
El último desarrollo salido de la Universidad de Sherbrooke en Canadá puede ser el primer brazo robótico que realmente sea útil en una variedad de situaciones, otorgándonos super-fuerza y mejorando nuestra productividad en todo tipo de situaciones. Y de paso, nos hace parecer un supervillano.
Este brazo hidráulico no se lleva al hombro como otras alternativas; para garantizar la estabilidad y el apoyo, se monta en la cadera con un chaleco que nos permite repartir mejor el peso. Gracias a esto, no solo está a una altura que resulta más útil para una mayor variedad de tareas, sino que puede aprovechar su fuerza mucho mejor.
De hecho, la gran diferencia de este tercer brazo respecto a otros es su potencia; sus creeadores han demostrado que puede ser usado para derribar paredes, poniéndole una bola de metal en vez de los dedos mecanizados. Aunque parezca una utilidad algo dudosa, puede ayudar a trabajadores de la construcción, que necesiten retirar escombros antes de empezar la obra.
Pese a esta fuerza, en realidad el brazo pesa algo mas de 4 kg, lo mismo que un brazo humano, por lo que la sensación realmente será como la de tener un tercer brazo. Puede levantar 5 kilogramos, y puede moverse a unos 3,4 metros por segundo; por seguridad, no se puede acercar a nuestro cuerpo ni especialmente a la cara.
Un comienzo
La tremenda fuerza de su sisterma hidráulico también se explica en que el sistema no es completamente 'wearable', sino que el usuario debe ir atado a un generador por unos cables, lo que limita enormemente la movilidad. Sin embargo, para tareas en las que tengamos que estar en un sitio, no supone un gran problema.
Sin embargo, el mayor obstáculo es sin duda alguna que el brazo no se puede mover por si solo, al menos no por ahora; el prototipo funcional debe ser controlado por otra persona.
Un sistema como este puede ser especialmente útil en muchos puestos de trabajo; quienes lo han probado afirman que es parecido a tener un compañero de trabajo ayudándote.