Los robots cada vez tienen un papel más importante en la industria; sin embargo, sigue habiendo determinadas tareas realizadas únicamente por personas. Un ejemplo de lo que hablamos son las reparaciones, para las que se necesitan varias personas; normalmente, una de ellas se dedica solo a agarrar o sostener algo mientras la otra persona trabaja.
Un grupo de expertos ha creado un dispositivo para ayudar en estas situaciones. Hablamos de un brazo robótico instalado en una mochila que resulta bastante útil en tareas de bricolaje o reparaciones.
El brazo robótico instalado en una mochila
El Instituto de Robótica de la Universidad Carnegie Mellon (Estados Unidos) es conocido en todo el mundo por sus avances en robótica. Hace unos años sorprendieron al mundo al crear un robot modular que era capaz de convertirse en serpiente. El robot podía utilizarse para misiones de rescate debido a su facilidad para pasar por lugares estrechos y peligrosos.
El desarrollo de este robot modular ha permitido a diferentes investigadores combinar las piezas a su gusto y reemplazar las que no les interesan. Con dichos módulos y con el paso del tiempo, estudiantes de la universidad han elaborado multitud de proyectos, como del que os vamos a hablar.
Julian Whitman, estudiante de doctorado de la CMU, lidera un proyecto que convierte los módulos en un brazo robótico portátil; pero, no se trata de un exoesqueleto, sino de un robot montado en una especie de soporte con aspecto de mochila, explica Whitman a TechCrunch.
Ayuda en reparaciones y bricolaje
La idea del proyecto es que los usuarios puedan completar trabajos demasiado complejos para hacerlos con solo dos manos. Whitman relata que es bastante común requerir la presencia de dos personas en reparaciones para que una de ellas sostenga algo; mientras, el otro es quien realmente trabaja sobre la pieza o zona a reparar. Situación que también se da en el bricolaje.
Este brazo robótico funciona, precisamente, de apoyo en estos casos. Por ahora, el proyecto es compatible con una extremidad manejable mediante un mando; aunque, el autor explica que sería posible añadir los brazos que una persona estuviese dispuesta a cargar.
El dispositivo también puede dirigirse mediante comandos de voz; lógico teniendo en cuenta para su uso con las manos ocupadas. Al ver el brazo robótico se nos viene a la cabeza la imagen del Doctor Octopus, el famoso enemigo de Spiderman.
La creación de Whitman es interesante y muy útil en determinados campos. Con el avance de este tipo de tecnologías quizás dejemos de escuchar el “Agárrame esto, por favor”. Eso sí, esperemos que a nadie se le ocurra utilizar 8 brazos robóticos para hacer el mal.
Foto destacada: TechCrunch