Todo fue bien. La cámara española iSM 170, desarrollada por la empresa vasca Satlantis, ha sido instalada en el módulo japonés de la Estación Espacial Internacional (ISS), el primer dispositivo que no proviene del país nipón.
La iSM 170 formaba parte del último lanzamiento de JAXA, la agencia espacial japonesa, y ya entonces se calificaba de 'momento histórico'; no es para menos, teniendo en cuenta la historia y experiencia que tiene Japón con el desarollo de cámaras.
Pero será una de diseño y fabricación española la que ahora se 'asome' a la Tierra desde la Estación Espacial Internacional, después de la instalación en el 'airlock' del módulo Kibo, el paso previo a poder ser colocada en el exterior próximamente.
Una cámara española, en un módulo japonés
El proceso de instalación ha supuesto sacar la cámara y ensamblarla en el adaptador del módulo japonés diseñado para alojar experimentos de pequeño tamaño. Esa es la clave de la iSM 170, y lo que la diferencia de otras cámaras que orbitan la Tierra: el tamaño y el peso.
Satlantis ha conseguido desarrollar la cámara más pequeña y ligera hasta ahora de estas características, pesando únicamente 15 kilogramos; puede parecer mucho, pero hay que tener en cuenta que es un peso un 80% inferior al de otros modelos similares.
Pese a esta 'operación bikini', lo importante es que la nueva cámara tiene una resolución submétrica a una altitud de 500 kilómetros; eso permite obtener una gran cantidad de detalles, sin necesidad de dedicar mucho espacio a la cámara, y especialmente, reduciendo el peso para el lanzamiento. Eso a su vez debería traducirse en menores costes para conseguir las mismas imágenes.
La iSM 170 está diseñada para capturar 20 imágenes por segundo de zonas como ciudades, fronteras, costas o zonas naturales; unas imágenes que se podrán analizar para detectar posibles problemas, como vertidos o proliferación de algas. También es capaz de seguir incendios con gran detalle gracias a la alta resolución.
La instalación es sólo el principio
La operación de instalación ha sido presenciada de manera online por el Rey y por la vicepresidenta cuarta del Gobierno y Ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
Felipe VI se ha mostrado especialmente interesado por la operación y en poder hablar con el comandante de la NASA, Christopher John Cassidy. Ha recordado que ya hace 17 años que pudo hablar con la ISS, y ahora se ha mostrado orgulloso de volver a hacerlo aprovechando "esta ocasión tan especial"; un orgullo que comparte todo el país, que necesita "noticias buenas y esperanzadoras para el futuro", afirma.
Teresa Ribera también ha resaltado la colaboración entre tres países, Estados Unidos, Japón y España, que ha hecho posible este proyecto.
Después de ser ensamblada y protegida contra la radiación espacial con una cubierta externa, la cámara ahora permanece presurizada y lista para el siguiente paso: realizar las conexiones, ponerla a punto y calibrarla. Se espera que a finales de este mismo mes de junio se puedan tomar las primeras fotografías con la nueva cámara.