La evolución de los videojuegos en los smartphones ha llevado a fabricantes y marcas de periféricos a lanzar dispositivos especialmente desarrollados para el público más gamers. Tener un teléfono móvil inteligente en el bolsillo es sinónimo de estación de videojuegos portátil como puede ser cualquier consola de Nintendo hoy. Incluso algunos smartphones tienen más potencia bruta y la experiencia de juego se asemeja mucho si contamos con el hardware adecuado.
Razer, como una de las marcas estrella de todo lo que rodea al mundo del gaming, tiene muy claro que los smartphones son un dispositivo de juego más y se merecen los mejores accesorios que se pueden fabricar. Bajo esta premisa nace el Razer Kishi de esta reseña quiere dar una vuelta de tuerca más a este nuevo concepto de juego 'para llevar'.
Y que mejor que hacerlo mejorando uno de los puntos clave de las pantallas táctiles: la jugabilidad. Aunque cada vez las pantallas de los smartphones son más grandes, el problema de no tener unos botones físicos a los que apretar ni un mando donde agarrar lastran la experiencia de usuario. Faltas que están más vigentes que nunca y que no se solucionan con el nuevo estándar de las 6.5 pulgadas de pantalla.
Tu smartphone es una consola
Es cierto que para jugar al Candy Crush o puzzles similares no tenemos que recurrir a accesorios como el Razer Kishi, pero si vamos un paso más allá y vamos escalando en el nivel de los videojuegos, consigue cambiar por completo la experiencia de usuario. Pero comencemos por el principio.
El funcionamiento es muy sencillo. Tras liberar las dos pestañas de seguridad que mantienen al Kishi plegado, tenemos las dos partes de un mando de consola tradicional. El izquierdo con un joystick, la clásica cruceta, el botón home (que nos regresará a la pantalla principal del smartphone), un botón para ir hacia atrás y un par de botones L. En el derecho contamos con un botón para ir hacia adelante, otro joystick, los botones de control (A, B, X, Y) y otro par de botones R.
En esta misma parte derecha se encuentra el puerto USB tipo C -en el caso de la versión para iPhone irá con un conector Lightning- con el que el mando se comunica con el smartphone y dos rendijas por las que sale el audio. Y es aquí donde encontramos el primer punto negativo. Actualmente existen mucho smartphones con audio estéreo con altavoces en el canto inferior y superior del smartphone. De ser así perderemos gran parte de la 'magia' del estéreo pues el Kishi no dejará salir el sonido.
Otro punto interesantes es que el Razer Kishi se integra a la perfección con Android. Los controles del mando también controlan la interfaz y podremos navegar entre las aplicaciones y los menús eliminando la necesidad de tocar la pantalla con nuestros dedos.
El dispositivo cumple con creces la experiencia de usuario que esperamos. Los botones y joysticks son de gran calidad y se en gran medida a los que podemos encontrar en cualquier consola. La respuesta es excelente y no obtenemos ni un mínimo de lag en la respuesta en el juego.
Ideal para la nube
Salvo algunas excepciones, los juegos desarrollados para Android no soportan los controles del Razer Kishi. Por ejemplo, títulos tan importantes como Call of Duty: Mobile pasan de largo y no podremos usar el accesorio de Razer para controlarlo. La obligada disposición horizontal también deja de lado a otros juegos súperventas como el Mario Kart para smartphone, que obligatoriamente debe jugarse en vertical.
Por el contrario, si somos usuarios de alguna de las plataformas de cloud gaming que existen actualmente obtendremos la mejor de las experiencias. El Razer Kishi está pensado para jugar durante largas horas a Google Stadia, xCloud de Microsoft o Apple Arcade -en el caso de iPhone- en lugar de adquirir un mando extra.
El cloud gaming traslada el juego a la nube y nosotros no haremos otra cosa que, desde nuestro móvil, acceder a un servidor donde se está corriendo el juego. Esto traslada todos los requerimientos técnicos a la nube y permitiendo disfrutar de videojuegos más o menos avanzados en cualquier dispositivo, sin importar las especificaciones. Solo necesita de una conexión a internet más o menos potente y estables.
Si encajamos con el perfil de jugador intensivo en móvil y entre nuestras suscripciones mensuales se encuentra una plataforma de cloud gaming, el accesorio es extraordinario. Punto importante también su capacidad de 'plegarse' y caber en cualquier bolsillo de una mochila, listo para desenvainarlo y comenzar a jugar olvidándonos de conexiones Bluetooth o cables. El Razer Kishi está ya disponible en la tienda de la propia marca y en los vendedores online como Amazon por un precio de 89,99 euros.