Como alguien con ya algunos años de experiencia en el sector, mentiría si dijese que los lanzamientos anuales de nuevos portátiles me siguen emocionando. La verdad es que, en la mayoría de los casos, no son más que renovaciones de hardware, pequeños saltos indistinguibles de la generación anterior para el usuario medio.
Hay excepciones, por supuesto. En los últimos años hemos visto experimentos interesantes en el formato de los ordenadores portátiles, como el uso de dos pantallas para ofrecer más posibilidades, o de nuevos diseños de bisagra para ofrecer dos experiencias en una.
Pero, ¿y si sólo quieres un portátil? ¿Uno que ignore estas modas y se centre en lo que realmente importa? ¿Uno que, preferiblemente, use Windows? Si no te importa usar Mac, la única cuestión es el tamaño y el precio de tu nuevo MacBook Pro; pero si quieres usar tus programas de Windows, tienes semejante cantidad de opciones que puede ser difícil encontrar la correcta. Claro, que simplemente puedes comprarte un Dell XPS.
La mejor portabilidad
Hemos podido probar el que probablemente será uno de los modelos más populares de la nueva gama XPS de Dell: el modelo de 13 pulgadas (1.499€), definido como el modelo 9300. Es el que apuesta más por la portabilidad, y por lo tanto, el que más riesgo tiene de cometer un error fatal.
El problema de los ultraportátiles siempre ha sido su apuesta total por el formato, por encima incluso de algo tan básico como la experiencia de uso. Son dispositivos que compras por lo pequeños y ligeros que son, no por lo que te puedan ofrecer.
Todo el mundo sabe que el XPS 15 va a salir bueno, pero ¿y el 'hermano pequeño'? He podido pasar unas semanas con este, y lo que he descubierto ha sido agradable, y me quedo corto.
Acabados de calidad
Estamos ante un Dell, y eso significa dos cosas: que va a ser un poco más caro que la competencia, pero que lo vas a notar en la calidad de fabricación. El nuevo XPS 13 no es excepción: nada más sacarlo de la caja notas la diferencia en el tacto del aluminio.
En cuestión de diseño, tenemos que admitir que Dell no ha reinventado la rueda. A simple vista, no solo parece un portátil convencional, sino la quintaesencia del ordenador portátil; sólo cuando lo abrimos nos damos cuenta de detalles que lo hacen especial. Un acto que, por cierto, es más fácil de lo que parece; la nueva bisagra nos permite abrir el portátil con sólo una mano.
El primero de estos detalles es el acabado con estilo de fibra de carbono en el reposamuñecas, algo que puede provocar división de opiniones; personalmente me encanta que este efecto esté siendo adoptado por la industria, pero no es menos cierto que mucha gente preferiría algo más simple.
Al menos podemos decir que no distrae y la diferencia no se nota al tacto. La versión que nos ha llegado está en negro, pero también es posible obtenerla en blanco, y por las imágenes, parece muy elegante.
Pantalla que parece más grande de lo que es
Puede que te extrañe que haya llamado "ultraportátil" a un modelo de 13 pulgadas, que pueden ser apenas un poco más pequeños que los de 14; pero la verdad es que el XPS 13 9300 tiene medidas de ultraportátil: 296 mm x 199 mm, y se nota como tal.
El secreto está en la pantalla, que gracias a sus finos bordes no ocupa mucho más de 13 pulgadas; de esta manera, en realidad el tamaño del portátil se acerca más a uno de 11 o de 12. Este es un 'truco' que recientemente Apple ha usado con gran efectividad en el MacBook Pro de 16 pulgadas; pero que Dell ya lleva un tiempo usando: lo llama InfinityEdge.
El resultado es que la pantalla parece más grande de lo que realmente es; es una sensación extraña, pero a la que te acostumbras rápidamente. Al fin y al cabo, prácticamente todo el frontal del portátil es pantalla: un 91,5% según Dell.
Los bordes mínimos no desplazan la webcam
Los bordes se han reducido hasta el punto de ser inapreciables, como si la pantalla flotase ante nuestras manos; el diseño de la bisagra también ayuda a ocultar plástico y dar todo el protagonismo a la pantalla.
Pero lo mejor de todo es que, a diferencia de otras marcas, Dell ha conseguido meter la webcam en el borde superior de la pantalla, su lugar tradicional. En los últimos años, la fiebre por conseguir los bordes más finos ha obligado a experimentar con posiciones diferentes, como el borde inferior o incluso dentro de una tecla. Pero eso no es precisamente ideal para videollamadas, como mucha gente está descubriendo en la era de Zoom.
Pese a su grosor de 2,25 mm, Dell ha conseguido integrar una lente de cuatro elementos para conseguir una calidad decente; pero lo más importante es que así el ángulo de grabación es mucho más natural y no parece que estamos mirando desde arriba al resto.
Un panel que puedes mirar como quieras
Podemos elegir entre dos resoluciones: FHD+ (1920 x 1200 píxeles) o 4K (3840 x 2400 píxeles); el modelo que hemos podido probar es el primero, pero no por ello es el peor. De hecho, en este tamaño, y con este hardware, yo diría que es la resolución ideal, y este panel mantiene las características que importan: un contraste de 1800:1 y un brillo de 500 nit.
Al elegir la pantalla FHD+ perderás la compatibilidad con HDR400 (aunque mantiene Dolby Vision), pero a menos que esa sea una prioridad, con la pantalla FHD+ debería bastar. Especialmente porque seguimos contando con unos increíbles ángulos de visión de 178 grados, por lo que realmente da igual cómo mires el portátil. Si a eso le sumamos el brillo de 500 nits, la verdad es que no he tenido problemas en usar este portátil en diferentes situaciones, exceptuando en los momentos en los que los rayos del sol reflejan directamente contra la pantalla.
Décima generación Intel Core
Otra razón para optar por la resolución FHD+ es que es mucho más apropiada para el hardware que puede montar el XPS 13, pero esto no significa poco potente; ofrece el rendimiento apropiado para un portátil de estas características, pero no esperes más.
Cómo no, Dell ha dado el salto a la décima generación de procesadores Intel Core, pero lo ha hecho optando por los modelos más modestos, pero también más eficientes, por razones que explicaremos más adelante.
Esto se traduce en que la versión más básica del XPS 13 usa el Core i5-1035G1 (de hasta 3,6 GHz), y la más completa, el Core i7-1065G7 (de hasta 3,9 GHz); por comparar, el MacBook Pro de 13 pulgadas cuenta con las versiones más potentes de esos mismos procesadores, el Core i5-1038G7 (hasta 3,8 GHz) y el Core i7-1068G7 (hasta 4,1 GHz).
Sí, todo esto supone que el modelo correspondiente de Apple siempre será más potente, pero esta es una decisión consciente de parte de Dell.
No te dejará tirado, si eres razonable
La verdad es que las diferencias, aunque existen, no se traducen en un sistema lento; el XPS 13 es capaz de hacer todo lo que le pidas, y más. La única cuestión es cuánto le vas a pedir.
El modelo que hemos podido probar está basado en el Intel Core i7-1065G7, acompañado de 16 GB de memoria RAM LPDDR4x (sin opción para montar más) y una gráfica integrada Intel Iris Plus (Intel UHD en el Core i5); con este equipo, he podido trabajar como lo hago de manera habitual, sin problemas. Es posible usar editores de texto, programas de manipulación de imágenes y ver vídeos en alta definición, todo al mismo tiempo y sin problemas. Para un uso habitual de oficina, el XPS 13 ofrece el rendimiento adecuado.
Por supuesto, si quieres algo más es cuando empiezan los problemas; si buscas una máquina para edición de vídeo en cualquier sitio, necesitarás algo más potente como un XPS 15 (que aún no ha dado el salto a la décima generación de Intel Core). Algo que tiene sentido, ya que en una pantalla de 13 pulgadas, por muy buena que sea, realmente no puedes hacer mucho.
Y aunque Intel ha mejorado mucho con sus gráficas integradas, este no es un equipo para jugar, a menos que prefieras títulos antiguos o no te importe recortar en la calidad de los gráficos. Pero seamos sinceros, si estás pensando en comprar un XPS 13, esa no es tu prioridad.
Lo que hace, lo hace perfecto
Más importante para ti será que el XPS 13 esté a la altura y no te deje tirado, y en ese sentido podemos decir que cumple con creces. Este es un portátil que te puedes llevar a cualquier parte, gracias a su reducido peso de 1,2 kilogramos, pero que funciona como un ordenador de sobremesa convencional.
En ningún momento he sentido la necesidad de encender mi ordenador personal para continuar lo que estaba haciendo; y ese es el mejor elogio que se me ocurre tanto para el rendimiento del equipo, como para el conjunto de teclado y trackpad.
En cuanto al primero, las teclas tienen un recorrido adecuado; no el mejor, pero ni mucho menos el peor. No sientes como si estuvieses golpeando el portátil directamente, pero después de horas de trabajo sentirás las consecuencias en tus dedos. Como añadido, la tecla superior derecha en realidad es el botón de encendido, que cuenta con un lector de huellas dactilares integrado compatible con Windows Hello; así que podemos encender el equipo y desbloquearlo con sólo poner el dedo encima.
El trackpad sufre especialmente por el tamaño del portátil y por lo tanto recomiendo llevar un ratón encima; pero para una emergencia o para un uso casual, ofrece una buena sensación.
La portabilidad es el punto fuerte en la experiencia de uso del XPS 13. Cerrar el portátil, cogerlo y llevarlo a otro sitio es casi tan fácil como llevar una tablet; y de hecho, mientras usaba este portátil he vuelto a pensar en si la idea de usar una tablet para estos menesteres realmente tiene sentido.
Mientras le ‘daba caña’, notaba que el XPS 13 se comportaba excepcionalmente bien; una sospecha que confirmé al comprobar que, incluso cuando todos los núcleos trabajan al máximo, el portátil nunca se calienta demasiado.
En las pruebas con Aida64, no encontré ningún signo de ‘thermal throttling’, consistente en bajar la frecuencia de los núcleos cuando se calientan demasiado; en el XPS 13, todos se mantuvieron a la frecuencia máxima sin importar el trabajo. Eso habla de un diseño térmico sobresaliente de parte de los ingenieros de Dell.
La nueva referencia
Mi experiencia con el Dell XPS 13 ha sido excepcional. Es el típico producto que se centra en hacer una cosa, y en hacerla bien; en este caso, nos ofrece la experiencia de un sistema Windows, en cualquier parte y sin molestias.
En mis artículos siempre intento buscar un ‘pero’, incluso en dispositivos que me han gustado mucho; pero en este caso, realmente tengo poco que decir al respecto. Sí, podría ser más potente, podría tener un trackpad más grande, podría ofrecer más conexiones diferentes (2 Thunderbolt por sendos USB-C, un jack de audio y un lector de tarjetas microSD es todo lo que tienes).
Pero entonces, no sería el XPS 13. Sería otra cosa. Esos no son fallos, sino consecuencias de haber elegido este tipo de portáitl; y vienen de la mano de importantes ventajas, como un diseño térmico excepcional, un buen teclado, una pantalla que da gusto mirar, una webcam pionera y un formato práctico.
El XPS 13 9300 es un portátil pequeño, ligero, y capaz, y a veces, sólo necesitas eso. La mayoría de las veces, de hecho.
El Dell XPS 13 9300 está disponible a partir de los 1.528,74 € (1.499 € en la web de Dell).